Yo es otro...

Viajo con la verdad como escudera
por el atardecer de la existencia;
voy camino al hogar de la conciencia,
donde nace la luz y el Ser me espera.

Viajo en busca del lar donde naciera
preso en un traje humano en decadencia;
obligado a cumplir la penitencia
de vivir con lo puesto hasta que muera.

Viajo a lomos de un potro desbocado
que galopa furioso hacia el abismo;
con el cuerpo a la tierra amordazado

bajo el falso esplendor de un espejismo
que me oculta, a sabiendas, lo endiablado
de los más bajos fondos de mí mismo...

 

¡Vaya tela! Ya te dije en otro comentario, que sabía que estabas ahí.
Con el tiempo me enorgulleceré más aún, de decir: ¿Jorge Salvador?, si... es amigo mío.
Tengo que dejar el Comportillo, colega; me ablanda las neuronas (Si es que se puede hacer eso)
Se tes kiere.

 

Hermoso y profundo soneto. Un gusto leerte.

 

Amigo???? Mucho más que eso... somos hermanos, y lo digo en serio, somos tal para cual.
Conoces ese refrán que dice... Callejero, lo primero??????
Pues eso...

 

Muchas gracias, Luciana.
Un saludo

 

Hoy voy a ser crítico (haciendo amistades) jajaja. Veamos, si vas a bordo de un barco como es que viajas a lomo de un caballo, a no ser que hicieras trasbordo y no lo hayas contado. Por lo demás el soneto es excelente. Un abrazo muy cordial y perdona mi atrevimiento.
Miguel
P.D. Entiendo que son analogías.

 

Jajajajaja Miguel, la verdad es que tienes toda la razón del mundo. No me había fijado que, a pesar de ser analogías, el barco y el caballo rechinan bastante. Tendré que subir el caballo al barco o el barco al caballo, voy a ver cómo lo arreglo...
Siempre agradezco más una crítica que un halago. La crítica ayuda a mejorar, el halago ayuda a creerse lo que uno no es.
Así que muchas gracias por tu certero apunte, del que tomo nota.
Abrazos, compañero

 

De todas maneras formas parte del mejor elenco de poetas de Mundopoesía.
Un abrazo.
Miguel

 

Ni mucho menos, pero te agradezco que así lo pienses.
Otro abrazo