¿Yo ó ese yo?

Y solo ese día sabré,
si partí siendo victima o victimario,
visionario leal de un cuento imaginario
del que nunca me animé a ser protagonista,
sueño buscado el de ser artista,
caminando un camino sin ninguna pista,
me perdí sin encontrar el final.

Cobijado bajo un manto imaginario
de sueños sin remedio
acudí a lo que creí era mi funeral,
cuando en realidad era el de mis sueños.

Montado en bronca arranqué las paginas de ese libro
que contaban este triste cuento,
con el que de niño me hacían dormir.
Creí así destruir esas pesadillas
que me atemorizaban cuando estaba despierto,
triste me dormí en un desierto
al que llamaban soledad.

Y ahora solo me resta preguntar,
casi a modo de reflexión,
¿Cuánto más podré soportar?...

Q'ra

 

Cargando el peso del desamor, de las desilusiones y del arrepentimiento?, suele suceder aveces, me gustó tu poema.

 

un placer pasar por su poesía,saludos

 

Bienvenido
Escribes muy bien
Saludos