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Viendo entradas en la categoría: A la Virgen María
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Noche blanca en las faldas del Cielo,
¡y mi Madre Morena!
En el Día de Asunción.
Lomafresquita.
... nacida para el vuelo y luz, ya río,
ya nube, ya palmera, ya campana.
En el día de Asunción.
Miguel Hernández.
Assumpta est Maria in coelum
Assumpta est Maria in coelum:
gaudent Angeli,
laudantes benedicunt Dominun!
Con razón esos ángeles cantaban,
como tú, aquella noche –¡blanca Luna,
blanca como la sal de la marina!–,
perfumada de fuego y yerbabuena.
Aquella noche, al verla ya dormida,
devanada en sí misma,
rebosante de Amor –ya, Gratia Plena!;
ya nube, ya palmera, ya campana–
resonaba tu canto en la quieta madrugada,
suspirante, ¡de fuego!
¡Noche blanca! En las cumbres de los Cielos
¡Nuestra Madre Morena!A lomafresquita, pepesori y malco les gusta esto. -
Quince de agosto
¡Callad, que Nuestra Madre tiene sueño!
¿No veis cómo su cara resplandece
y el rictus de dolor desaparece?
¡Cuánto debió sufrir pegada al leño!
¿Recordará a Jesús siendo pequeño?
¿Qué tiene su sonrisa que parece
que acuna al Niño Dios y que lo mece?
¡Oíd cómo susurra: "Amor, mi dueño"!
¡Mirad cómo la nubes dejan paso
y cómo es todo azul y cielo raso!
¡Oled ese rosal que ha florecido!
¿No veis la luminaria en las estrellas?
¡La quieren coronar con todas ellas!
¡Callad! ¡Mejor, cantad que se ha dormido!A malco, lomafresquita y Bernardo de Valbuena les gusta esto. -
José María Pemán (1897-1981) escribió este poema a la Virgen del Carmen de Cádiz, que en 1940 volvió a salir en procesión después del periodo en el que el culto cristiano público en España había estado prohibido.
¡Cargadores de la Isla,
mecedla con suavidad,
que lleváis sobre los hombros
a la Reina de la Mar!
Cargadores de la Isla:
esa que vais a sacar
es la Virgen marinera,
que huele a marisco y sal;
la que llamaban Señora
y Capitana, al rezar,
los abuelos que tenían
claras almas de cristal
bajo la recia envoltura
de sus capotes de mar;
la que apacienta las olas
los días de tempestad;
la que esta tarde de julio
el crepúsculo honrará
colgando nubes de grana
por los balcones del mar.
Yo la vi que estaba triste
la Señora en el altar.
Su rostro llenaba el lirio
de una palidez mortal.
–¿Qué te pasa, mi Señora,
Capitana de la mar,
que más que Virgen del Carmen,
pareces de la Piedad?
–Tres años hace, tres años,
que me estoy sin ver la mar,
sin oler las algas verdes
y sin ver la claridad.
¡Mis hijos, los de la Isla,
ya no me quieren sacar!
–No lloréis, Señora mía,
que dice un viejo refrán,
que la fortuna y el sol
igual vuelven que se van.
¡Cargadores de la Isla,
marineros de la mar!:
La Señora estaba triste:
si la queréis consolar,
cuando la saquéis, mecedla
de esa manera especial,
hecha de tango y ternura
y de vaivenes de mar,
como se mecen los santos
desde los Puertos a acá,
¡como no saben mecerlos
en ninguna parte más!
Tú, cargador, que no sabes
rezar la Salve, quizás:
si cuando la saques, meces
el paso, con buen compás,
aunque no sepas la Salve,
Dios te lo perdonará...,
¡que mecer así a la Virgen,
ya es un modo de rezar!A malco, E.Fdez.Castro y El regreso de Alfonsina les gusta esto. -
En la celebración de la La Virgen de Carmen
Tengo una Madre en el Cielo
y otra tengo en la Tierra,
a la del Cielo de rezo
por la otra que me queda.
Si alguna vez las contemplo
parece se parecieran
por eso a las dos las quiero
con locura verdadera.
Cuando en algún día siento
un atisbo de tristeza,
a la una me encomiendo
y la otra me consuela.
A veces ni yo me entiendo
y es que me olvido de ellas,
pero no dura un momento
porque de alguna manera
se me despierta el recuerdo
con solo ver las estrella,
será de que en ellas veo
su luminosa diadema;
y a la vez cuando yo siento
a lo lejos las mareas
me acuerdo de que yo tengo
dos madres que son Carmelas.
Cielo y tierra, mar y cielo,
¡ay mis madres marineras,
llevadme la mar adentro
el día que yo me muera!A malco, E.Fdez.Castro, lomafresquita y 2 otros les gusta esto. -
Se transcriben aquí tres sonetos que bajo el título genérico A María Santísima escribió Miguel Hernández, cada uno dedicado a un pasaje diferente.
En el misterio de la Encarnación
Hecho de palma, soledad de huerta
afirmada por tapia y cerradura,
amaneció la Flor de la criatura
¡qué mucho virginal!, ¡qué nada tuerta!
Ventana para el Sol ¡qué solo! abierta:
sin alterar la vidriera pura,
la Luz pasó el umbral de la clausura
y no forzó ni el sello ni la puerta.
Justo anillo su vientre de Lo Justo,
quedó, como antes, virgen retraimiento,
abultándole Dios seno y ombligo.
No se abrió para abrirse: dio en un susto
(nueve meses sustento del Sustento)
honor al barro y a la paja trigo.
En el día de la Asunción
¡Tú!, que eras ya subida soberana,
de subir acabaste, Ave sin pío
nacida para el vuelo y luz, ya río,
ya nube, ya palmera, ya campana.
La pureza del lilio sintió frío;
y aquel preliminar de la mañana
aire, tan encelado, en tu ventana,
sin tu aliento ni olor quedó vacío.
¡Todo te echa de menos! ¿Qué azucena
no ve su soledad sin tu compaña,
ve su comparación sin Ti en el huerto?...
Quedó la nieve, sin candor, con pena,
mustiándole el perfil a la montaña;
subiste más, y viste el cielo abierto.
En toda su hermosura
¡Oh elegida por Dios antes que nada;
Reina del Ala, propia del zafiro,
nieta de Adán, creada en el retiro
de la virginidad siempre increada!
Tienes el ojo tierno de preñada;
y ante el sabroso origen del suspiro
donde la leche mana miera, miro
tu cintura, de no parir, delgada.
Trillo es tu pie de la serpiente lista,
tu parva el mundo, el ángel tu simiente,
Gloria del Greco y del cristal orgullo.
Privilegió Judea con tu vista
Dios, y eligió la brisa y el ambiente
en que debía abrirse tu capullo.A malco, Luis Prieto, Alfonso Espinosa y 3 otros les gusta esto. -
De mis sobrinas María José y Carmen
Virgen niña, invítame a merendar.
Invítame, Virgen Niña,
esta tarde a merendar,
que tu madre Santa Ana,
¡qué rica nos la pondrá!
Después las dos rezaremos
al Ángel que anunciará
que Jesús vendrá muy pronto
y vas a ser su mamá.
Jugar contigo, Madre.
Cómo me hubiera gustado,
Madre, cuando eras niña,
haber estado jugando
contigo todos los días.
A las muñecas de trapo,
en la calle, al pilla-pilla,
y después haber rezado
para ti el Ave María.A malco, Luis Adolfo, Bernardo de Valbuena y 1 persona más les gusta esto.