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Viendo entradas en la categoría: AMOR - Página 5
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Arrebatos de aromas, de apetitos
de prados verdes, exuberantes higueras,
llenas de su manjar, en mí despiertas,
cuando tus labios rozan mi boca fresca.
Caricias con sabor a miel,
cuerpos ungidos de aceites divinos,
explotando, buscando abrigo entre tu cuerpo,
alas de mariposa, pasión de mi erotismo.
Caprichosos antojos con sabor a mora
desnudan mi alma y tú, paloma, vuelas
deambulando entre mis versos,
mis deseos, sueños de Morfeo.
Emociones a flor de piel,
amores volando en bandejas de plata
bajo la falda de la noche estrellada
en un balancín esmeralda.
El destino me mira enamorado,
en un bajel voy flotando,
eres un paraíso, en un mar alborotado,
un contorneo de una escena amorosa.
La luna contagiada de tu mirar
quiere convertirse en montaña
valle fecundo, hermosas playas
donde naveguen los veleros
y el rugir de las olas
no silencien tus jadeos. -
Este amor que me asfixia
se encuentra en el mar
en el aire que respiro
en cada suspiro.
Lo deseo como la abeja
al polen, la flor al agua
la luna a su coqueta cuna
el navío, la mar en calma
Quisiera volviese con vehemencia
perdonando a este pecador
que se dejó llevar por mala influencia
Sería un delirio y hermoso estupor
que entrases de nuevo en mi corazón
y ya no sintiera dolor, sólo amor.
https://josevalverdeyuste.blogspot.com/
http://www.mundopoesia.com/foros/blogs/jose-valverde-yuste.118385/
@Derechos Reservados
#1
José Valverde Yuste, 22 de Octubre de 2023A Ana Fabiana y Alde les gusta esto. -
Si hablamos de acantilados
tengo el tuyo amor, el de tus pechos,
tan prominentes, tersos, peligrosos,
qué me llevan al infierno de la lujuria.
Ese vaivén entre mis manos, se amasa,
se ablanda, como el pan en las manos
del panadero, masajea la harina y sale
nuestro alimento.
Eso quiero que seas, mi alimento
mi respiración, mi aliento, tormenta fecunda
en mi pensamiento, nido de águilas en mi destierro,
cuando me siento desamparado, y no te encuentro.
Si salto el acantilado, caigo
en tu huerto de terciopelo,
centauro en un desierto seco,
¿Quién te corteja luna?
¿Quién se derritió en tus brazos como un hielo?
qué marejada me hará navegar por tu cuerpo
qué delirio, luna.
Te haré un hueco en mi cama
por si pasas frío por la noche
un saco de sueños de adolescente
en una fiesta con abanicos de plumas.
¿Quién será tu vida?
una rosa llena de espinas,
un pensamiento melancólico
en una cama dormida,
o un suspiro en la pradera
cabalgando caballos de felicidad infinita.
Sueños de acantilados de gaviotas,
en una playa perdida, donde tú amor
y el mío volando
surgen de un relámpago de vida.A Alde le gusta esto. -
Te veo en mi corazón
en mis caricias de aire alpino
en mis fracasos, en mis suspiros
en cada uno de mis deseos
como si fueses la sábana blanca
que todos buscamos.
Te siento en mis paseos, eres mi aire,
rellenas el amplio vacío que no ocupo,
eres vereda y riachuelo, enfermedad de la pasión,
el cristal de mi luz, el sacrificio de mi ego.
Veo tu párpado caído por el gel gelatinoso
de la charca, en el centro el árbol, moribundo
de tanto humedad, anda ahogándose;
pidiendo sentirte con su alma, seas suyo
te bebas lo sobrante, y pueda aletear contigo.
Eres el ronquido del árbol donde sueño contigo
la música celestial de la naturaleza, tu abrigo
mi alfombra roja, las maravillas del mundo,
los paisajes hermosos del amor, la otra felicidad
la inalcanzable, la inimitable.
Siento tu ausencia, tus sueños adormecidos
son rosas que no hieren, llenan de pasión
el circuito del sentimiento, la brisa del mar
sin sonido, caricias de caviar en mi delicado
cuarto donde guardo la maquinaria de mi corazón
henchido.
Siento que hoy mi corazón
se enredó en tus caricias y ya no es mío
te lo llevaste al lugar que habitas, entre mariposas
cazadas por coleccionistas de primaveras floridas.
Bajo el resplandor de tu mirada vivaz
quiero volar, sentirme pájaro; caminar
por lugares donde el atardecer y la noche
sea uno, como nosotros en este mundo
de felicidad y gozo en medio de agua transparente.
Amor, eres armonía y silencio
deseos cumplidos, fracasos a tu lado
le he dicho a este corazón
desesperado,
que tenga un poquito de razón
que no enloquezca al ver brillar
tus ojos de gata
llenos de locura y de pasión
porque deseo estar contigo
hasta que muera el fulgor de mi pasión.A Alde y Ana Fabiana les gusta esto. -
Por la alameda rayos de lirios
alumbrando tu llegada,
gacelas blancas hipnotizadas
como si fueses un hada.
Por el puente ojos de gata
ensimismados en tu mirada
de garza, que vuela en desbandada
hasta el horizonte de mi amada.
Por la calle Real azucenas vigilando
la cohorte que va pasando,
estrellas de porcelana
lleva mi niña en la cara.
Por el olivar piel de azabache
con tu caminar de lucero,
resplandeciente, elegante,
como se alinean los olivos
mirando al cielo.
Por el limonar el amarillo sol
te aguarda con pleitesía,
como mandan los guardas
de esta serenata del alma.
Al atardecer racimos rojos y rosas
envuelven tu vestido de seda,
caminando suavemente
como anda el sol en su tristeza.
Al anochecer negro alcoba
vigilando que no te vean
tus amores con la luna
en la recóndita azotea.
En la madrugada,
¡ay, en la madrugada!
quejidos, lamentos,
esperando al salvador
de tus tormentos. -
Bajo la sombra de la encina,
tumbados en la verde hierba,
amándose hasta el último aliento,
se les llenó la cabeza de musgo.
El trino de los pájaros, era su sinfonía,
las hojas, los crótalos de la melodía,
el sol radiante, el director de la compañía
en aquel hermoso paraje.
¡Oh amor radiante!, soy una ventisca,
acariciarte, será mi dicha, subir al monte,
recorrerte con la suavidad de la seda.
Un clamor de tu cuerpo,
una suavidad impresa en tu sentir de margarita,
un perfume de rosas, en un acantilado
donde te muerden las olas.
Un aire divino en una tormenta de felicidad,
un corazón abierto en un salto de alegría,
mi dicha, mi querida utopía
de amor volando por valles de fantasía.
Soy tu pájaro, tú trino, tu alma henchida,
junto a la mía, un surco de espuma,
un sueño de lujuria apelmazada,
bajo la sombra de aquella encina.
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La emoción que desprende tu risa
arrebatos de apetitos carnales despierta,
en un corazón de amores necesitado,
explotando la morbosidad,
de sentirse acariciado.
Complicidad de versos eróticos
deambulando por tu desolada mente dorada,
la noche estrellada con su velo de esperanza
te evoca como el canto de los grillos.
Un querer de mis sentidos,
un corazón que late demasiado,
una esquina escondida,
soy tu amor, tú poesía.
Un viento penetrando por mi ventana,
acariciando mis labios, son tus besos
que llegan navegando
por corrientes cálidas.
Emociones envueltas en mis pupilas,
en mi corazón, en mi alma de un amor
que anda navegando en el velero
de la esperanza.
Tendidos en el páramo de la ilusión,
cubiertos por las hojas del delirio
viajamos con la suave brisa
sin saber adónde dirigirnos.
Mi mente es una corona de pétalos,
mi corazón un surtidor de felicidad,
soy tu alma y emociones tengo
para contarte a borbotones,
porque me salen de la nostalgia.A Alde y Ana Fabiana les gusta esto. -
En el latir de un corazón enamorado
viaja la vida y la muerte
el amor y el desamor
la pasión y el llanto.
Una ascua de pasión
en la penumbra de la noche,
el destino que buscando, no encontramos,
ilusión desperdiciada, rocas cayendo
por una cascada, buscando un corazón
con fragancia de amor.
Una vida flameada por rosas de la pasión,
antorchas en las sombras, luz en las tinieblas,
una canción melódica llena de alegría,
soy música y en tu cuerpo quiero penetrar,
ser tuyo, y sentirme así, como la flor dorada del jardín.
Una calle que tiembla de tanto fluir,
anacoreta de la vida dando brillo
a su caminar peregrino,
eres vida en mi senda,
sentimientos de pasión, rojo carmesí.
Yo, un tren sin vías corriendo
en busca de mi amada
volando entre pinos, manantiales
que mientras tanto, me dan la vida.
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Cuando leo tus hermosas letras
de amor, eróticas, subliminales,
como el tiempo; mi mente navega
hacia un abismo eterno.
Mi fascinación, trémula
viajando a horizontes de felicidad,
te acoge, en mis días de melancolía
desovilla tus pasiones, te hago mía,
son momentos donde la luna brilla,
el sol se estremece, y mi sangre caliente
se acelera por las autopistas de la vida.
El monte desgajado de su hermano,
lo busca, tocando una melodía primaveral
donde tus flores son las protagonistas
y tu pluma, el cincel que las articula.
El paraíso del amor, la lujuria personificada,
un poema de corazón abierto,
una ventana de esperanza.
Aire nuevo, en una vida nueva
de chispazos eléctricos que conmueven
la erudita felicidad del alma.
Un abrazo entre el árbol y el sol
una sombra inédita, una fanfarria de fiesta
en un mantel de flores, en el jardín de mis sueños
donde amaso tus letras, al horno, con fuego.
Un poema donde la torre se erige en plegaria
al cielo, y la vela del barco en centinela que te persigue,
en una fosa donde la pasión se extingue,
como en las marianas, los barcos desaparecen,
y los sueños de los amantes con ellos.
Somos pareja eterna, como el viento y los molinos,
como el árbol y la garza, como el mar y la luna;
una unión que, ni una tormenta divina
logrará arrancar de mi pecho, porque una flor ha brotado,
y ha enraizado en él, para la eternidad de los tiempos.A Alde y Ana Fabiana les gusta esto. -
No encuentro adjetivos para describirte
para engalanar tus ojos,
un crisol de luz se deshilacha
sin temer a la muerte cabalgando
en caballo blanco, aurora de vanidades.
El aire se llena de amor
flota por los humedales de tu cuerpo
saboreando la esencia de cada poro
de cada recoveco, una pasión desmesurada
como huracán que me recorre el alma.
El amor de caricias a tu cuello,
de vibraciones adheridas a tu hoy,
cuando me tienes como las palabras
tienen al oído, o los besos a tus labios.
Quiero saborear cada beso,
cada pétalo de tu cuerpo
cada mañana contigo
en ese sueño que es paraíso.
Mariposa que vuela por nuestros caminos
efervescencias de lo divino
mar de felicidad, arcanos que bailan
en el corazón del poeta.
Brillo esperanza es nuestro destino,
ríos navegables, pasiones cómo cielos,
estrellas sin órbitas navegando a placer
en un mundo mundano,
donde tú cuerpo y el mío sean un solo árbol. -
Quisiera ser tu serenata
tu canción de amor
tu arroyo de agua clara
el que me refresca por la noche
y me sacia por la mañana.
Quisiera ser tu mantilla
protegerte de la escarcha
sobre tu pelo un sombrero
de violetas pardas.
Un ávaro sediento
de tus caricias
un alma necesitada
de tu perfume
de rosas y lirios.
Un pez nadando
sobre tu cuerpo de ola,
una mirada
con la espuma del alma.
Un lobo vagando
en un bosque desierto
buscando tu quejidos,
tus lamentos de porcelana.
Una canción feliz
donde los anzuelos de corazones
pesquen las sirenas
con acordes de esperanza.
Un alma errante
en mi primavera más larga
una esperanza en un manantial
donde se reflejan los pendientes
de tu cara.
Quisiera ser un arrullo de palomas
donde tu sed de amor me saciara
con los besos y los abrazos
que te salgan de la rosa
que llevas en tu corazón
que se me perdió una mañana,
dárselas a quien me ha robado mi mañana.
mi primavera, mi pasión
mi tarde más dorada.
Un lobo herido
en un monte desierto
vagando con mi sufrimiento
un quejido del alma
cuando los pájaros cantan. -
Tú recorres mis venas,
sintiendo mi latir sereno,
enciendes mis pasiones,
las destruyes con tu fuego,
tú eres mi tesoro escondido,
la flor que alegra mi pensamiento.
Mis ojos encandilas,
eres un arpa escondida
en algún recoveco de mi fantasía.
Viento, ola, maremoto que enerva el ciprés
de mi alma, una roca en tu cuerpo.
Camino sin caminar, ando volando
como tú, mariposa; embelleciendo
mi dulce halo de ternura,
en este páramo dormido
en el transcurrir del tiempo.
Manantial de luz, roble de plata,
monte dormido y en tu cabeza
el cielo bostezando de añoranza.
Burbuja de indeleble frescura,
pompa de jabón que el aire contaminas
y tus perfumes, seda fina,
piropos al aire, ventiscas
que mi corazón resucitan.
Luz venturosa, oscuridad bendita
ríos de felicidad, cuando mis labios sometes,
esclavitud bendita, flores de primavera,
caudales de alegría son tu alma y la mía.
Venturosa calma, de margarita acostada,
en el jardín de tus venturas
cuando el jilguero canta.A Alde le gusta esto. -
Tu cuerpo es una macedonia de frutas,
quieres que entre en tu cuarto para devorarte
como la abeja a la flor, con mi aureola de fuego
corrientes continuas sobre tu esplendoroso cuerpo.
Eres esencia de mi ser, un trozo de mi piel,
un aroma de azahar, un beso;
una lluvia dorada, purpurina que me quema;
eres mi gata, mi fiebre,
mi virus, me dejas desguarnecido.
Entro en tu cuarto de violetas abiertas
imantando tus latidos, imbuyendo mi corazón con ellos
y tú me desbordas con tus jugos princesa
Soy un huracán sediento de tus quejidos,
una nube vertiendo mis deseos,
un polvorín que explosiona,
una lagartija queriendo beber de tu cuerpo.
Una amalgama de margaritas es tu cama
con la luna de niñera, y los luceros, tu almohada:
los pétalos tu jardín, tu perfume me atrapa;
momentos vaporosos, nomadismo arrollador,
liturgia de la carne, mar que ahoga sus grumos
con un plátano sediento.
Torrentes en un mundo desierto,
ambrosía ahogada en tu cuerpo
terciopelo son tus manos en mi piel
un huracán de besos con tus jugosos labios.
Yo poderoso centauro, tú, mi amazona
te llevo cabalgando entre mis piernas
a la montaña más alta del placer.
Los cuerpos se enredan,
las caderas palpitan sufriendo,
en la oscuridad de la noche sedienta de amor.
Sediento está mi ciprés de tu fuego
tu ombligo me llama
los humedales de tu cuerpo
son pantanos desbordados.
Quiero, recorrerte toda, volverme loco
esta noche de pasiones fuertes
te mojo con mi lluvia, te empapo de auroras
tu esencia palpita, eres un lago en un desierto
ternura, aliento, el sueño eterno.
Porque soñar es ser sueño
dormir es soñar
y los sueños son poesía
y tu cuerpo, la sangre y los pétalos de mi vida. -
A veces me siento viento
otras ni siquiera soy lamento,
escurriendo mis pensamientos
en este valle de frescura hiriente
camino al atardecer
cuando ya no hay duendes
solo encinas amargadas de no tener clientes.
A veces soy sol y otras sombra,
me apego a las paredes blancas
ellas me hablan de mi pasado
de mi humor blanquecino
de mis miedos a lo absurdo
de mi condición de fragancia
en este columpio donde voy de un lado a otro.
Soy tejado, espanto al sol
o soy flor y me arrulla la mariposa
en fin, algo delicado debe haber
cuando en mi pernoctan los canarios.
Quiero ser estrella, volar por el firmamento
adentrarme en sus interioridades como un torbellino
o un remolino en las aguas de un desierto.
Quiero ver a las galaxias abrazadas
ver su fuego rojo, o quizás
¿por qué, no? ver sus lamentos.
Quiero ser cometa , circular por el universo
como las aves en las montañas o el caimán
en su encierro;
quiero ser oro en tu pecho
diamante en tu boca
incienso en el aire que te mece el alma.
Corazón para moverte
a un lugar en el infinito
donde no haya secretos,
sólo un amor celestial
envuelto en susurros y gemidos
de los que salen de dentro, corazón mío.
Estremeciendo al firmamentoA Pi-Radianes y Alde les gusta esto. -
Otoño de amor, desgajadas hojas
de tu tronco y tus álgidas ramas;
dormitando estás, en aquella lúgubre
habitación donde los alargados rayos
del sol, entran para calentar tu alma.
Tú que calmas las tempestades
con el aliento de tu mirada, me subyugas
como ave en calma, me estremeces
como los truenos en la lontananza.
Eres libertad y prisión, mar en calma
gran oleaje, velas en desbandada, burbuja que explota
en mí, como una pompa, como un repicar
de campanas en las tardes ociosas de piedra dura,
de decrépito por la tardanza en tu andadura.
¡Oh, amor! que el tiempo paras,
cuando sobre mi cabalgas como amazona
en celo. Mis venas azules se transforman en rojas,
levitando tu cuerpo sobre el mío, como la hiedra levita
trepando al tejado.
La tormentas se detienen, las olas ya no brillan,
le has robado tú, el resplandor con tu mirada;
la habitación no necesita llama, con tu fulgor
basta, eres el volcán que sacia mi desesperanza
Un arrebato de amor, un cielo centelleante,
una mordida quemante, un iceberg trashumante;
lo has derretido con el fuego que emana
tus pulsaciones crepitantes.
Me unges la piel con cremas afrodisiacas,
devaneo en la cañada húmeda de tu cuerpo,
estación que me detiene como tú,
detienes el tiempoA Alde y Ana Fabiana les gusta esto.
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