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Viendo entradas en la categoría: AMOR - Página 6
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Oh, mujer que tienes cuerpo de árbol,
tus ramas se abren esparciendo tu belleza,
tus ojos, lunares
en tu vestido de terciopelo.
El sol te acaricia llevando perfumes
de hierba fresca, frío el monte helado,
escarcha del manantial de al lado.
Soy pájaro y pico tu hoja, revoloteo
por tus ramas y te cobijo en mis alas.
Árbol que bramas al silencio
escarcha tienes en el cabello
y tu triángulo regado por el cielo
parece un postre en forma de corazón.
Verde esperanza, cómo eres tú,
esperanza de mi vida.
Ramas estremecidas,
voluntad marchita del viento,
humedecidas de la bondad de las nubes
te precipitas y das bandazos
como los coches en las autopistas.
Oh, mi árbol bendito, las liras
te tocan bellas melodías,
las hormigas de mi vida te recorren,
conocen tus debilidades, tus entresijos,
Entonces las rocas te cantan,
las praderas silban, los pájaros
te saludan con trinos de arpas
Y los cielos brincan de alegría.
Oh mujer suntuosa que por tus brotes
se escapa la vida y por tus heridas
la savia de la armonía;
del amor, de las cosas tiernas
del alma, esas que ni se pagan
ni tienen nombre.
Son amores eternos, simplemente.A Alde le gusta esto. -
¡Oh, tesoro! qué palabra tan repetitiva,
qué órdago a lo bello
qué insignia a lo impropio
a lo valioso de la vida.
Palabra de oro escondido
de burla grotesca,
despavorido voy por ese valle silencioso
de lo desconocido.
Hiedra es ¿tesoro o planta?
acaso la planta del sol no vale el giro
de la peonza en el suelo,
o el sortilegio de las nubes sobre sus sillas
avanzando,, como avanzan los ejércitos
en la batalla del desconsuelo.
¡Ay tesoro! , escondido, oculto, del día,
de la noche que vigila el día,
privilegio de mi alma
en tu mundo superfluo de locura.
Corazón de plata , luz esmeralda
de mi ventura, de mi dicha
en el cielo ocre de la mañana,
cuando el sol despierta,
entre nubes de plata.
Alma de tesoro, tesoro de mi alma,
vida de mi dicha, dicha de mi vida
que vas empujando corazones de mármol,
tesoros de mirra en este tarde
cuando los rayos queman
la mirada de tu mirada.
Vástagos de incienso en la misa
de la mañana, dónde mi tesoro felicitaba
la enfermedad del amor,
la que me lleva a la algarabía
o a la muda desdicha, de los tesoros
ocultos de mi alma.A Ana Fabiana le gusta esto. -
Mirada de aurora, gaviota fecunda
henchida de felicidad en tu monte de plumas,
nostalgia empecinada en alumbrar mis recuerdos
con el farol de la melancolía.
Quiero que seas mi noche, mi guía
y yo tu espectro, un trozo
de mí que no existía,
soy una gota de rocío
en el cordón umbilical de tu mundo.
Llena mi cuerpo con tus brazos
quiero ser la escarcha que se derrama
de tus ojos cuando la amargura te invade
ser tu ser amado, lujuria pecaminosa.
Quiero oler a ti, rosa de mi jardín
seas mi perfume, mis sentimientos más anhelados,
mis pasiones perversas,
ser coral en el fulgor de la luz.
Compartir contigo mi destino,
bramar ungido de tu aliento,
surcar sobre tus ansias, ser ascua ardiente
en el fuego de la eternidad.
Quiero ser el bosque de tus entrañas
vivir en el crepúsculo de tu mirada
inundar tu cueva de deseo
morir desesperado de vida.
Este amor es imperecedero
eres crisol de mi sol,
de mi luna llena,
la sequía que me sacia
la voluntad divina de Dios
en la tierraA Alde y Ana Fabiana les gusta esto. -
De la noche a la mañana;
acostumbrándome a notar como,
lentamente, las yemas de mis dedos
dibujan un paisaje sutil
en la inmensidad de tus pechos.
Uniendo cada uno de tus lunares
con ese trazo tenue
formando infinitas galaxias;
leyendo los secretos que ocultas,
la suavidad de tu piel, es un momento mágico.
Una dicha de escultor de montañas,
de demonios haciendo que tu mente
baile, como si la recorre
un ejército de hormigas, un torrente
creando energía en tu cuerpo.
La energía de la dicha, de andar
descalzo por una catarata,
volar como un pájaro, sentirte espejo
que se va a descomponer en miles de vidrios.
Mis manos huelen a ti,
soy un lobo ardiente
en un páramo helado,
la pasión convertida en pecado.
Eres sombra en la penumbra
y tu piel el sustento de mi alma,
tus pechos la luz de la noche,
mi almohada cuando apoyo mi cabeza.
Me desnudas el semblante,
soy un flan en tu bañera,
un instante de magia,
un morirme en vida.
Los serafines tocan en el cielo
los puertos celebran el festejo
las olas estallan contra las rocas
y el amanecer me saluda
con orquídeas y violetas.A Bernardo de Valbuena, Alde y Ana Fabiana les gusta esto. -
Entre el discordar de mi alma nítida
y tu blusón de pirata empedernida,
mi corazón palpita
como las campanas repican
en la aurora bendecida.
Eres mi libro abierto, una abeja
haciendo poesía, yo tu pistilo,
tu libro viral, el fulgor
de un abismo en tu corola, el panal
que produce la miel de tu alcoba.
Tú eres la magia de la lámpara de Aladino
un brillo en el aura de mi vida.
yo, tú Robinson Crusoe, lo inesperado
de la vida, la cantata de nuestro amor
en un arca escondida.
Yo, el ascua del brasero,
la vanidad hecha arpía,
incandescencia eres vida
en el mar de las tinieblas
amores derruidos por cadenas,
una nota discordante en la fosa de las maravillas.
Yo soy tu oda, la luminosidad
de tu ajetreada vida, el respirar
del barco ante una ola gigante
Tú, el mar, la marejada
que construyes moradas, en mi alma marchita.
Quiero ser tu poema, tu melodía
un vendaval en tu cuerpo
una bondad en tu alma;
Tú, mis misterios, mi noche callada,
el alarido del lobo
cuando la luna canta.A Ana Fabiana y Alde les gusta esto. -
Quiero amarte
como la mañana al día
o la noche a la luna,
sentir una descarga eléctrica
de serpiente, allí,
donde los sentimientos habitan.
Quiero ser tu paisaje,
tu jardín florido,
las noches de espera,
un espectro radiante en tu aura.
Ser tu noche bendita,
un solar vacío que yo ocupo,
lo amueblo, lo decoro, lo llevo al cielo,
a la gloria, al oasis en el desierto;
una caravana de ilusiones, recorriendo
tus dunas.
Tú, mariposa que mi iris dilatas
con tu belleza, eres un duende saliendo
del lago, una piscina flotando,
un quererme despacio, como una canción romántica,
un adherirte a mi cuerpo, como una medusa.
Abrazados, los cuerpos unidos,
seamos fulgor, pasión, excitación,
como el miedo, o la visión
de un agujero negro, engullendo
un sistema solar,
excitación incontrolada, demolición
del control.
Enlazando las hojas
que habitan en nuestra boca,
como los canes en su acto amoroso,
ser liana y bosque, un acueducto,
una catarata siendo luz y sonido.
Yo sello y tu carta, pegarnos,
ser amantes solidarios,
con destino a un universo
donde florecen los jardines flotantes,
ser mi guía por el mundo.
El elixir del deseo, el sentimiento,
la pasión,
todo en un instante supremo.A Alde, Ana Fabiana y Pi-Radianes les gusta esto. -
¡Oh, cielo mío!
¿por qué me miras así?
soy una entelequia, un desdoble del silencio,
vibrando mi sentimiento en un mar de lamentos,
de corolas eternas, de pistilos inciertos.
Yo quisiera ser alma fosforescente
andando el páramo y el molino
de tu desangrada vida,
de tus recovecos no escritos.
Quiero que seas mi noche de estrellas
el camino de la muralla, ese devenir errante,
que me ciega y nadar quisiera por tu
cabellera, reír por tu espalda, dormir
en tu hoguera.
¡Oh, pájaro triste!
cigüeña de paso en el estanque del amor,
apisonadora de mis noches,
sol de mi resurrección,
agua oscura, sed de amargura.
¡Oh, cascada de mi vida!
tortura mi ansiedad, acelera mi calma
dame sosiego, cariño en la morada
donde los pájaros trinan al calor
de tu aliento.
¡Oh, caracola marina!
desnuda mi alma, surca mi timón
mi musculada espalda, un río de sangre
en tu corazón soy por la mañana.
¡Oh, sed de mi vida!
dame agua bendita,
bendice esta noche estrellada
surcando mi alma, con vientos
huracanados, de aquella nostalgia
que viene a visitarme, cuando me duermo,
en la ensenada del huerto.A Alde y Ana Fabiana les gusta esto. -
Tú, esencia apasionada, un día de sol.
Soy un pastor despertando
tus pasiones más primitivas,
haciendo fluir en tus venas, mi
piel sedosa.
Eres coqueta, mariposa;
arden mis pensamientos
en un recodo de la playa,
como hojas hambrientas,
perturbando mi descanso.
Eres corola reducida
azahar impenetrable
curando mis heridas,
mis pulmones se expanden.
Tus olores de belleza, en el valle
de tu amor, expresando poesía viva,
son una rosa sin espinas.
Eres fulgor, inundando de estrellas
mis noches estrelladas,
una cascada en la pradera
que entra en mi cuarto.
Una espuma en la farola
de la esquina, con ternura
hasta en la bombilla.
Levito con tu viento,
soy roca, lloro de verte
disfrutar en contacto
conmigo, naturaleza muerta,
tan viva y eléctrica.
Tú, ardes de emoción.
me endulzas el corazón con pasión,
envenenas mis venas de amor;
Siento tus pupilas dilatadas
cuando penetro en tu interior.
Desvistamos nuestro candor
nuestra esencia, corazón.
Soy tu deseo, ávida de tenerme
de acariciarme como te acaricia el sol;
amarme sin finuras, a lo loco.
Quiero una noche de luna risueña
una explosión de tu aura
alcoholizada de mi, de mi furor.
Un cauce de bondad en el mar de la felicidad,
un encanto en una selva de lujuria,
un despertar corriendo, un correr despierto,
soñar con raíces en la estela de tu sed.
Morir de sed, de tu aliento,
de tu temblorA Alde le gusta esto. -
¡Oh cielo mío! cuando te imagino
quiero seas mi sueño,
mi estructura, un delirio en mi mente
que me incita a elucubrar
sobre la ternura de tu alma, tu candidez de corazón,
tu arrullo…
Tu cuerpo diamantes lujuriosos
que se dibujan como si fuese un comic,
en un altar de diosa, te iluminas,
te introduces dentro de mi,
como un rayo lujurioso
Eres mi muro, mi protección
contra la dañina lluvia torrencial;
siento ansia de tu belleza,
te llevo en el bolsillo de mi chaqueta,
en el horario de trabajo, incluso en los actos imprudentes
que realizo por pensar en ti, sin tenerte,
de enloquecer sin verte, de morir por ti, sin sangre.
¡Oh, mi martirio!, por qué sueño
con hojas secas respirando nuestro aliento,
alimentando nuestros aromas, a hierba cortada,
a suelo mojado, cuando nos acurrucamos y nos besamos.
Esa presencia de tu ausencia
que me lleva a la locura.
la villanía hecha belleza,
una flor naciendo en el sendero de tu desnudez.
Circulo por un túnel de embaucamiento,
una sensación de aroma a clavo y canela
me embriaga, noche tozuda, de sudores intensos,
de momentos de delirio, sueños imposibles
porque no existes, eres mi fantasía.
Sé mi delirio, mi tormento, mi amor del alma
una sensación inexplicable que ahonda en mi ser
y se convierte en felicidad,
Lava mi sangre, desierto de arena ardiente,
seca mi corazón con tu amor;
amor acurrucado sobre las mieles, driblando al ocaso,
a la enfermedad del cansancio,
que es la intolerancia y la rutina.
Quiero poseerte entre tus sábanas festivas,
en tu dormitorio, custodiado por ángeles invisibles.
que cuidan nuestra historia de amor,
álgida, fresca como el agua que brota
de un manantial en la montaña.
Eso espero de ti mujer.A Alde le gusta esto. -
Paseando por la ribera del arroyo
entrelazadas las manos como nubes en el cielo,
oyendo el sonido cadencioso del agua en su triste camino
hacia ninguna parte, en su discurrir
entre guijarros centenarios, que va acariciando,
desgastando, las piedras enamoradas del cauce.
Al fondo vasto y solitario
el sauce con su caverna,
y la roca sollozando a la espera,
lugar idílico donde enciende nuestra antorcha.
Donde las miradas se confunden con luceros,
y un olor a jazmín, envuelve el lugar de mágico misterio;
cantos celestiales amparan nuestro lecho.
Allí fuimos a sembrarnos de nuevo,
a enraizar nuestros sentimientos,
nos imbuimos en nuestros juegos amorosos,
tú me desnudas, cómo desnuda el viento
los árboles en otoño,
Tú, mariposa con tu belleza
haces temblar el iris de mis ojos
y con esos labios puro deseo carnal
para mí boca; suavemente besas mi cuello
de terciopelo , haciendo que vea estrellas en el cielo,
frío en mis entrañas y la tierra se va humedeciendo.
Mariposa me acaricias ardientemente
como el sol a la pradera, me desnudas de razón,
me elevas hasta el paraíso de Adam,
donde no hay serpientes ni castigos,
caen rayos dulces de semblante bello.
Tú, mariposa silenciosa, con manos de seda
revoloteas sobre mi cuerpo, circundas
la oquedad de mi vientre, el principio de mi vida.
¡Oh mariposa! cuando buscas
en mi pistilo el polen de vida,
succionando como un motor
succiona el agua del pozo,
un relámpago pasa por mi mente.
¡Oh mariposa!, qué deleite sientas la explosión
de mi crema en tu lengua,
sentir que me llevas dentro
por la eternidad de los tiempos,
que tú cuerpo y el mío, se han juntado
en un abrazo eterno.
¡Oh , amor mío! qué momento más sublime,
ya me había olvidado
del trinar de los pájaros
y el discurrir suave, del arroyo milenario.A Alde le gusta esto. -
Con una sonrisa me basta para subir al cielo de tu cuerpo,
removiendo tus estructuras, gozando tus fragancias
resucitando en un campo de hierbas rojizas ,
cómo tengo el corazón, del amor que te profeso.
Si me miras te amaría como se aman las luces brillantes,
parpadeando, en una noche estrellada,
donde tú y yo fuésemos la réplica, del amor
en la tierra, de los luceros en el cielo.
Si te miro caminar como andan los cometas
en el cielo, con esa brillantez que hace espeluznar mi cuerpo,
explosiono como los cometas
cuando entran en contacto con la atmósfera
de tu cuerpo, una palabra tuya derrite mis sentimientos.
Si te tengo, me muero, si no te tengo ni respiro,
estoy yerto en el humedal donde nos veíamos a escondidas,
con los limoneros de testigos de nuestro amor secreto.
Cuando te poseo las estrellas sonriendo
van a tu pelo, lo hacen brillar,
como el trigo cuando el sol lo calienta.
Las ardillas bailan sobre tu vientre la danza del fuego,
las serpientes resbalan sobre tu sensible cuerpo,
deslizándose como en el hielo,
Las termitas de mi corazón penetran en ti
y somos la felicidad del universo.A Alde le gusta esto. -
Ver adjunto 63304
El amor es...
un soplo de aire fresco
el que siempre nos da la vida
y alimenta a nuestro corazón,
El amor es, una sinfonía de Mozart,
Un ensueño del alma
un tango bailado
con verdadera pasión.
El amor es...
Una mariposa revoloteando bajo
tu vientre,
un perder la razón en una sinrazón
llena de contrastes y felicidad
como nunca he sentido yo.
El amor es...
Un deseo lleno de ternura,
un barco sigiloso
en la ensenada del puerto,
una flor siempre abierta
Que te nombre y me nombra;
porque sabe, que solo nos amamos
y nos amaremos eternamente
¡Por siempre los dos...! -
Cada día que pasa eres más bendita,
pasiflora que me envuelves
en tu manto de amor
en la cañada del alma,
donde cantan los ruiseñores
a mi amada.
Esa amada que siempre siembra
mi dicha con agua bendita
que surge de su interior
como si fuese viento fresco de levante.
Eres flor de mis días,
dicha de mis penas,
consuelo de mi alegría,
vagas por los arenales de la vida
construyendo casas de mirto
en el bosque de mi corazón
que parece un surtidor de agua
que riega tus pozos, los alimenta,
como los acuíferos subterráneos
alimentan a los pantanos.
Eres una acacia
en un monte perdida,
yo te busco corazón de nieve,
aire que hincha mis pulmones,
te busco y te encuentro hablando con la mañana,
qué esplendor despliegas, qué hermosura la tuya,
amarillenta como si fueses una asiática,
bella como las plumas del guacamayo.
Bendita seas en esta jungla de pasión,
amada mía, envuélveme con tu capa de cariño,
acaríciame con el viento
que viene allende del océano, fresco,
con ganas de tenerte, de abrazarte de oler tu cuerpo
y enamorarse de ti,
como se enamoran los adolescentes
con amores que matan, intensos,
como el sol del mediodía
en mi tierra, Andalucía.
Eres mi amada
estás quieta en mi cama,
me relames el alma,
me tienes embaucado, con tu mirada tímida,
ardiente, los labios húmedos te delatan,
me quieres todo,
como la gaviota a su presa,
penetrar en tu mar, en tu garganta,
darte besos de fresa
que te adormezcan con sutileza.
Quiéreme clavel mío,
átame a tu cuerpo,
que no quiero separarme
de ti ni un momento.A bristy, Bernardo de Valbuena, E.Fdez.Castro y 2 otros les gusta esto. -
¡Oh suntuoso semblante!,
cabello ardiente, tez serena,
dientes brillantes
como luceros resplandecientes,
iris abierto, verdor de pradera.
Valles sin profanar
mirad esa belleza
que hace ensombrecer la tierra,
girar las galaxias,
esconderse la fealdad y la malicia,
oscurantismo de nuestra vida.
Los mejores vinos se descorchan
para ofrecerte sus caldos
de pasiones embriagadas,
acompañantes de fiestas
desde tiempos ancestrales.
Eres el sueño de las hierbas risueñas del prado,
armonía de colibrí cruzando el páramo,
dándole verdor y alegría.
Lo yermo revive, con tu resplandor de belleza.
Burbujas de setos, hay en nuestra casa,
donde brillan los muebles de parafina,
suelos embellecidos con nuestro calor,
y rincones que ya no hablan, han enmudecido,
con la fragancia de nuestro amor.
Soy fosforescencia de invierno en tu pelo,
el que hace palpitar tus manos con caricias
de terciopelo, soy tu alma viviendo en mundos
de ópera de Mozart, el origen de tu vida.
Soy tu sujetador embelesado
en tus ubres de pecado,
soy tu gato y te persigo,
como a los ratones vagabundos;
una esmeralda en tu cielo de olor a incienso.
Soy una serpiente deambulando
por el paraíso de tu cuerpo,
entonces,
se estrechan las calles, los portales se abren
se acelera el ritmo de tu arroyo, vergel mío.
Con nuestro amor somos consoladores
de amantes frustrados, maridos
que ya no viven atormentados, los hemos endiosado,
contaminado de nuestro brillo, rojo, intenso,
como las rosas en el paraíso de tu cuerpo.
Somos los acompañantes de una orilla solitaria
bailando sobre tu sexo, como se baila un tango;
amado destino que surge, en cualquier descampado. -
Muro henchido de felicidad,
cárcel de árboles con espinas,
colinas plateadas al fondo del cañón,
manto de luz que destella la sombra.
Soy un piano que suena
en tu delicada cabeza,
una nota, en una selva de surtidores de rosas,
una tecla que anda suelta,
en la inmortalidad de su alma.
Rueda de molino de la felicidad,
en tu boca, escribiré mi amor,
en tu lengua, el salmo de la vida,
y tus dientes, nos defenderán de la rutina.
No hay lágrimas marchitas en tu vida,
sólo bienestar y dicha
alaba el gozo de lo bello,
encontrando palabras ávidas y firmes,
en un mundo de sueños completos.
¡Oh clamoroso amor de mi vida!,
vigorosa espuma que vuelas hasta mi nido,
calla el murmullo del ruido,
dame fuerza para llegar a ser divino.
Húmedo néctar recorriendo tu cuerpo,
resbalando, sobre tu piel de manzana;
caracoles babeando dentro de tu casa;
sed insaciable de mañana.
Llévame hasta ese cuerpo,
méceme con ella en el aire de los amores,
que llegan a buen puerto,
y seremos eternamente jugos, que refresquen
por siempre, nuestros sentimientos.
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