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Viendo entradas en la categoría: Dibujando Voces - Página 2

  • Melquiades San Juan
    el faro y yo compartimos la tarde y el silencio
    ya nunca pasan los barcos por aquí
    se han quedado las aguas vacías de sus cuerpos
    y los vientos desnudos de sus velas

    él ilumina al horizonte sin sentido
    yo palpito y suspiro
    oteo en la oscuridad de mis refugios
    sin que gravite, en cuerpo,
    la voluntad de un eco

    faro y guarda faro
    agonizando en la existencia cotidiana
    aquí en fin del mundo.
  • Melquiades San Juan


    regálame tu sombra

    este cuadro de luz la necesita
    para dejar el trazo que resuma
    entre líneas marcadas con oscuro
    la doliente oración de su amargura
  • Melquiades San Juan
    eso de mirarte y adorarte
    de soñar con tus ojos
    de sentirte en mis labios
    cuando miro los tuyos
    no es un mérito mío
    y quizá no es ni tuyo
    es porque soy así
    desde el gen
    desde el paso primero
    y la idea más pura

    te miro...
    y quiero parte de ti

    Melquiades San Juan (C).
  • Melquiades San Juan
    los sábados se me antoja paella
    y se me antoja un tinto tibio
    y luego un tarde larga y misteriosa
    con sus fondos de música
    suave
    compleja
    seductora talvez
    que ayude a recordar o a imaginar

    lo de la pluma es viejo
    como calzar zapatos
    es como hablar
    como mirar
    como encontrar los besos y las bocas
    que nunca se cruzaron con los míos
    ni se bebieron mutuamente
    entre el colapso emocionado
    que suele dar a luz los amoríos

    así que
    de nuestros lutos respetuosos
    a falta de una mar que me alimente
    con los cuerpos de tangas veraniegas
    esperaré a la gota que viene por la tardes
    - es mi tiempo de lluvias-
    para pode charlar cosas extrañas
    mientras que mi unicornio femenino
    deja su voz en mí
    y yo hago sortilegios
    con su cuerpo de estrella
    con mirada de luna

    Melquiades San Juan (C).
  • Melquiades San Juan
    en este fin del mundo
    la hoja de papel se aparea con la pluma
    el viento deposita sus aromas viajeros
    y el amor hace un nido en las ramas del pecho
    envuelto hasta morir como si fuera pena
    aquí donde me veo
    sin mirarme siquiera
    vestido de ventana
  • Melquiades San Juan
    hurta mi pupila
    la destreza de tu tocador
    vanidad decorada
    de sonrisa
    caramelo son sabor a beso
    que se clava
    y se vuelve casa dentro de mi pecho
    y nido
    se vuelve nido
    y ala
    se vuelve ala
    y todo erial
    se vuelve primavera.
  • Melquiades San Juan
    Paredes,
    siempre paredes
    Muros y más muros

    Esta forma de casa que he tenido
    para refugio de mi sueño
    para hacer el amor
    cuando yago contigo

    tejido de paredes
    muros

    casa de mis ecos
    vueltos risa
    vueltos llanto

    ay, de mi reposo
    entre maderas

    ay, de mis fantasmas
    buscando puertas
    en un muro de inercias

    paredes y muros...

    un latido

    que se volvió palabra
    para romper sus propios muros.


    Melquiades San Juan.
    ©
  • Melquiades San Juan
    Señora infanta nuestra...
    la he mirado lidiar con castillos de viento
    debatir bajo un sol inclemente y perverso
    contra todos los mares,
    contra todos los vientos
    y en sus manos, pesares,
    como tienen los muertos.

    Son sus noches de luna
    todo un sueño despierto
    se embelesa en brillares
    de plateados desiertos.

    He dormido en su cuna
    como un niño sin puerto
    que juega con la pluma
    dibujando unos versos.

    Señora infanta nuestra
    quijotesca
    aguerrida
    un Caballo de Troya
    parece cada amiga,
    que los magos menores
    le mandan a escondidas

    quieren mirarla muerta
    quieren verla perdida
    no hay Sanchos que la escolten,
    leales, toda la vida.

    Señora Infanta nuestra,
    poderosa y creativa,
    hay un hostal enfrente
    tiene buena bebida,
    degustemos la mesa
    ignorando la herida
    quedan muchas batallas
    desafiándola erguida.

    .
  • Melquiades San Juan
    Cierta melancolía nos queda como sabor de boca
    cuando el ciclo se cierra y las puertas se sellan para nosotros
    dan ganas de volar para no tocar suelo de nuevo
    de tener una memoria pequeña para no guardar tantos recuerdos
    un pequeño corazón -apenas para vivir-
    donde no se alberguen tantos sentimientos

    Cuando nos llega la hora de partir y dejar parte de nuestra vida impregnada
    y de sentir como se aleja ese último paso que se volvió pasado
    dan ganas de llorar entre otras tantas cosas
    entre otras tantas cosas dan ganas de tener una piel de serpiente
    para quitar del rostro los afectos
    los abrazos
    los besos
    y dejarlos en la última muda
    en espera del tiempo que los convierta en polvo

    Cuando todo eso pasa
    solo es dable olvidar lo que no quiere volverse recuerdo
    y vestirse de recuerdo que desea
    no ser olvidado nunca.
  • Melquiades San Juan


    [video=youtube;5BzU3dfq1aY]https://www.youtube.com/watch?v=5BzU3dfq1aY[/video]


    tarde de valses y recuerdos

    una lágrima se asoma
    y se despide un beso...
    tarde de valses y recuerdos
    y de suspiros, por qué no
    algo queda del alma
    .......----en las sales del cuerpo.
  • Melquiades San Juan
    Hoy me celebro a través de mis olvidos
    De la lengua que calla tras los muros del tiempo
    De la voz que se ha ido en pos de sus ocasos amorosos
    En busca del Abuelo silencioso y dormido
    La lengua clama por aires de recuerdo
    No hay soledad en su llamada
    De sus voces partió, entre los viejos tiempos, las visiones del mundo
    Desde que el Cuarto Sol apareció
    Desde que el universo nos vino a visitar
    Y en sus voces, nos enseñó su nombre.
    Hoy me celebro yo
    Silencioso murmullo que resuena como voz de fantasma
    Voz de agua
    Canto entre siete lluvias
    Eco, latido mío
    Vestido de fantasma.
  • Melquiades San Juan
    lo que queda
    lo poco que les queda:
    una esperanza incierta
    una ínsula perfecta
    lejos de la naturaleza nuestra
    tan humana

    lo que obsequia pensares
    para quienes pueden pensar
    privilegio de escape
    de fuga
    áncora imposible para los inocentes animales
    los que no pueden buscar
    opción a sus penurias
    a su hambre
    a su marginación de ese mundo
    que también era de ellos

    lo que queda
    lo que se ha destruido
    desde la cúpula escarlata
    de los ropones dorados
    de los seres oscuros
    dueños de un gran ritual
    y llaves celestiales

    lo que queda, se esfuma;
    agoniza el destello
    tras el púrpura romano
    y el hocico espantoso
    de la bestia
    que se dice así misma:
    soy legión del cordero.
  • Melquiades San Juan
    y sin pensar
    nos volvemos daga para la eterna herida,
    dolor sobre dolor

    Sin pensar
    reinventamos la alegría
    como si fuera nuestra la potestad herir
    accediendo al "derecho"
    que nos prodiga la risa

    Sobre el que sufre...
    la poderosa burla nuestra
    que parece una más
    de las lapidaciones
    para los cepos de infortunios
    como si no pesaran ya en sus vidas.
  • Melquiades San Juan
    Es cosa de mirar los vientos
    En el viento está todo:
    los ocasos
    los vuelos
    las espumas

    Y está
    ese palabrerío que me recuerda que estoy vivo y que te amo;
    o talvez que alguna vez te amé
    antes que el sentimiento
    vestido de tantas rutinas
    se hubiera quedado ahí
    como cita de agenda
    o vajilla
    Ordenado a modo de no romper la estética
    de todos los entornos que nos acosan como mundo
    reclamando su sitio

    Por eso
    para mirar hacia ti prefiero al viento
    tanto como lo adora tu cabello
    que finge liberales rebeldías:
    de alborotado vuelo

    Una arena de playa
    sumergida en tus ojos para hacerte llorar
    Mientras a mí
    me alimentan el alma
    esas voces que vuelven sin ser alas
    convertidas en ecos silenciosos
    llenos del palpitar de aquellos tiempos
    de párpados sonrientes
    y de orgasmos playeros

    Bajo la palma que ennegrece su existencia sepulcral
    aleteando mentiras entre el viento
    mi mirada se pierde en ambientes añejos como son los ocasos

    Un cúmulo de versos se aproximan a la pluma para no verme callar
    o vestir
    la indumentaria mortuoria del silencio:
    dejarme ir sin alas por las rutas extrañas donde vuelan los vagos pensamientos
    papalote encriptado con mis propios suspiros
    de mi yo remolino
    Emoción invisible
    disfrazada de viento.
  • Melquiades San Juan
    Enigma de vivir

    Anónimo de Chalco,
    Cantares mexicanos

    No es verdad que vivimos,
    no es verdad que duramos
    en la tierra.
    ¡Yo tengo que dejar las bellas flores,
    tengo que ir en busca del sitio del misterio!
    Pero por breve tiempo,
    hagamos nuestros los hermosos cantos.

    ***
    Anónimo de Chalco,
    Cantares mexicanos


    ¡Oh flores que portamos,
    oh cantos que llevamos,
    nos vamos al Reino del Misterio!
    ¡Al menos por un día
    estemos juntos, amigos míos!
    ¡Debemos dejar nuestros cantos:
    y con todo la tierra seguirá permanente!
    Amigos míos, gocemos: gocemos, amigos!

    ***


    Qué es la poesía

    Netzahualcóyotl
    (1450)
    Romance de los Señores de la Nueva España.

    [TABLE]
    [TR]
    [TD]Kin ok tlamati noyollo
    nik kaki in kuikatl,
    nik itta in xochitl.
    Maka in kuetlawia in tlaltikpak![/TD]
    [TD]Lo he comprendido al fin:
    oigo un canto: veo una flor:
    ¡oh, que jamás se marchiten![/TD]
    [/TR]
    [/TABLE]

    ***

    Canto de Moyocoyatzin

    Nezahualcóyotl
    Romance de los Señores de la Nueva España

    [TABLE]
    [TR]
    [TD]X. Ah in tepilwan:
    ma tiyoke timikini
    ti mazewaltin nawi nawi
    in timochi tonyazke
    timochi tonalkizke Owaya Owaya
    in tlaltikpak.
    XI. Ayak chalchiwitl
    ayak teokuitlatl mokuepaz
    in tlaltikpak tlatielo
    timochiotonyazke
    in canin ye yuhkan: ayak mokawaz zan zen tlapupuliwiz
    ti yawi ye yuhkan [...] ichan
    Owaya Owaya.
    XII. Zan yahki tlakuilolli Aya
    ah tonpupuliwi
    Zan yuhki xochitl Aya
    in zan tonkuetlawi
    ya in tlaltikpak Owaya
    ya ketzalli ya zakuan
    xiuhkecholli itlakechwan
    tonpupuliwi tiyawi in [...] ichan Owaya Owaya.
    XIII. Oaziko ye nikan
    ye ololo Ayyawe
    a in tlaokol Aya
    ye in itek on nemi
    ma men chkililo
    in kuauta ozelotl Owaya
    nikan zan tipopuliwizke
    ayak mokawaz Iyyo.
    XIV. Xik yokoyakan in antepilwan
    kuauht amozelo
    ma nel chalchiwitl
    ma nel teokuitlatl
    no ye ompa yazke
    onkan on Ximowa yewaya
    zan tipupuliwizke
    ayak mokawaz Iyyo.[/TD]
    [TD]X. Percibo su secreto,
    oh vosotros, príncipes:
    De igual modo somos, somos mortales,
    los hombres, cuatro a cuatro, [...]
    todos nos iremos,
    todos moriremos en la tierra.
    XI. Nadie esmeralda
    nadie oro se volverá
    ni será en la tierra algo que se guarda:
    todos nos iremos
    hacia allá igualmente:
    nadie quedará, todos han de desaparecer:
    de modo igual iremos a su casa.
    XII. Como una pintura
    nos iremos borrando.
    Como flor
    hemos de secarnos
    sobre la tierra.
    Cual ropaje de plumas
    del quetzal, del zacuan,
    del azulejo, iremos pereciendo.
    Iremos a su casa.
    XIII. Llegó hasta acá,
    anda ondulando la tristeza
    de los que viven ya en el interior de ella...
    No se les llore en vano
    a águilas y tigres...
    ¡Aquí iremos desapareciendo:
    nadie ha de quedar!
    XIV. Príncipes, pensadlo,
    oh águilas y tigres:
    pudiera ser jade,
    pudiera ser oro
    también allá irán
    donde están los descorporizados.
    Iremos desapareciendo:
    nadie ha de quedar![/TD]
    [/TR]
    [/TABLE]

    * Nota.
    Tomadas de la compilación de don Ángel María Garibay Kintana: Poesía indígena. México: UNAM, 1982 (divulgación literaria, No. 11).