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Viendo entradas en la categoría: Dibujando Voces - Página 4

  • Melquiades San Juan
    después del primer paso:
    la vida;
    antes del último:
    yo, el irrepetible.

    ella eterna,
    madre de lo ordinario,
    muda,
    cruel como ella sola
    es mi visión la que captura el rayo
    su destello
    y lo vuelve prodigio.

    es mi compilación de fenómenos
    lo que engalana los días que la habito,
    que la vuelve:
    paraíso,

    comedia,
    tragedia.

    antes del último paso
    yo
    al fin yo:
    completo,
    concluido,
    irrepetible.

    ella sigue siendo la misma:
    ordinaria y pragmática.

    dependiendo del ciclo que la vuelve

    (cobijada en su interno):
    maravilla.

  • Melquiades San Juan
    Desde cuándo no cantas
    Desde cuándo no hablas
    Desde cuándo no danzas
    Ya no te escucha el sol
    La luna siente nostalgia por tus viejos rituales
    El viento no lleva tu mensaje por los confines secretos
    Te has vuelto otra ausencia
    Otro silencio eterno
    Ni el Venado ni el Lobo
    Ni el Quetzal ni el Jaguar
    Ni la Iguana y el Puma
    Mictlán se han vuelto tú y los ecos de los pasos danzantes
    Silenciosa selva que se vuelve desierto
    Indio...
    Especie humana con alma de tierra
    Corazón de viento
    Canta
    Danza
    Que te mire el Sol
    Que te bañe la luz de Luna
    Las miradas de la vida no requieren pantallas luminosas
    Ni sitios web
    Vuelve a ser trazo de viento
    Voz de agua.


    *la versal, en mayúscula ​
  • Melquiades San Juan
    Va y viene. Sonríe.
    Abre sus enormes ojos azules entre pestañas blancas y espumosas.
    Parece alegre, está alegre.
    Hace mucho tiempo que no nos vemos.
    Viene y lame mis pies, me abraza con sus extremidades húmedas.
    Me besa, acaricia mis cabellos con su lengua salada como lo hacen los gatos.
    Me palmea en la espalda, me hace una zancadillas.
    Sí, está alegre de verme, de verme de nuevo después de tantos años, desde que yo era niño.
    Busca al niño que se volvió su amigo,
    que le dijo te quiero.
    Qué amoroso es el mar.
    Qué memoria tan regia tiene la ola.
  • Melquiades San Juan
    El amuleto de mi sueño infantil.​

    Yo bajo la lluvia, con las plantas inquietas de mis pies sobre los caminos, con la pasión que colma los sentidos al mirar las siluetas que me inspiran para bañarme unido a un mar de sensaciones. Yo con el hambre cotidiana, con los fantasmas adheridos a los sueños, con la espada desenvainada para proteger mis territorios, mis miserias acumuladas, los tesoros de arena que se fugan entre mis manos abiertas.
    Yo, debajo de las luces deslumbrado por un cielo que destella musitando mentiras a mis ojos de burbuja de agua que cuenta a mi cerebro impresiones cercanas de mi micro universo limitado.

    Tú que no miras, me miras. Tú que no vives, te vuelvo un inmortal. Tú que no piensas, te vuelvo mente universal. Lo que no soy te vuelvo, el que da lo que siembro, el que rige lo que está fuera de mi control, el que domina a la bestia mía que acosa los confines de la mente. Te vuelvo justicia para que la injusticia no se vuelva impunidad más allá del tiempo que consume las consciencias. Te vuelvo miedo para los que a nada temen. Amor para mi erial de afectos. Fiel para mi valle de infidelidades.

    Osito mío. Tú eres el poder supremo.

  • Melquiades San Juan
    Ver adjunto 31143


    en la aventura de volar
    no importan tanto las alas

    el viento viene a ser un bien de todos
    un soplo que carece de rumbo y de razón reflexionada

    es esa especie de esquina del mundo
    que luego cobra vida y se muestra
    en la alegría de los críos
    que solo quieren para sí esa tarde
    y ese viento
    para volar una cometa
    con rostro de bolsa del mandado
    y cordel que se sueña
    cauda astral
    del cometa que vuela.

    En la aventura de volar
    no importan tanto las alas
    como tampoco importa conocer
    si tiene nombre el viento
    lo que importa es volar
    atada el alma del cordón
    de una cometa.
  • Melquiades San Juan
    Ver adjunto 31056

    Parece agua
    Es agua
    Es transparente
    Es fresco por fuera
    Y por dentro es ardiente
    No quita la sed
    No ésa que se quita con agua
    Arde
    Quema
    Cauteriza
    Extravía a los fantasmas
    Deja que la muerte te dé besos
    Besos vacíos
    Besos de remolino
    Sin dirección
    Sin fondo
    Y deja que la tierra te abrace
    Y te acaricie
    Con sus labios de polvo
    Y sus brazos de lodo.
  • Melquiades San Juan
    se me pegan los párpados a las pupilas
    se hace un muro de tierra que se bebe la luz
    un espacio vacío donde mueren los ecos
    un abrigo de polvo que alimenta mis poros
    lame un velo de lino con lienzos voladores
    no hay destellos fantasmas que se asomen al sur

    estoy muerto

    frío y solemne es el último minuto en las miradas
    se ocultan los vestigios de mi cuerpo bajo el polvo
    para que los miradas no contemplen con horror el viaje verdadero
    el esperado e inevitable
    el que vuelve al submundo y rinde
    las espadas valientes de todos mis guerreros
    las que llevaron rumbos y caudales de gloria a cada instante
    a cada paso mío
    al fragor de la guerra
    que constante se aspira
    y constante le acecha
    minuto por minuto

    estoy muerto, pero vivo;
    y ahora, vuelvo...
    en tantas formas vuelvo

    interminable el ciclo
    a navegar y andar.
  • Melquiades San Juan
    Se me duerme el lenguaje al contemplarte
    Se me entume la voz...
    Se me vuelve una mar
    la inmensidad que surge de tus ojos;
    y el poder abrazarte
    se me convierte en Dios.

    Yo no sé si a todo esto...
    pueda llamarse
    amor.
  • Melquiades San Juan
    ¿y si me pienso sol?...

    hay ya una explicación
    que inicia en mi alborada
    y declina a mi ocaso

    con bautizo de un nombre
    ..-----------------------------un número
    ..............--------------------------------..una era

    de mi mirar brillante
    se deslizan las sombras bajo muros
    ........................--------........bajo frondas
    -------------------------------------bajo nubes
    -----------------------------------------bajo vuelos


    ¿y si me pienso sol?...

    aunque sea el minuto locuaz y fugitivo
    mientras consumo el arco
    que dibuja mi vida

    aunque fuera un pecado
    aunque fuera un destello ufano en su locura

    aunque fuera una ofensa
    ------------------------------a los ojos humanos


    ¡qué tal si lo permito!
    de aquí hasta que el momento...
    me aprisione en su tumba

    ¿y qué tal si te invito
    -------------------------------a que te pienses luna?...
  • Melquiades San Juan
    la comida se agota:
    leones, hienas y gepardos
    asesinan a sus crías
    en el silencio de las praderas

    la lucha es silenciosa
    el espacio se reduce
    y produce

    las calles
    plazas y calles
    el equilibrio roto
    muestra un rostro desbordante

    ¿quién puede limpiarse el rostro
    y vestirse de asceta?

    malos tiempos son estos
    cuando los usureros
    por fin llevan los erarios a sus arcas


    la tierra
    al fin se ha reducido a un predio
    con escritura
    y alambrada

    el ideal humano
    no es el niño
    el hombre
    la mujer
    el anciano
    la familia
    el planeta

    felicidad es:
    saciar el apetito financiero.
  • Melquiades San Juan
    hay preguntas por doquier
    en muchas lenguas

    todos escuchan
    y esperan

    las palabras son pasos de cartero
    en tiempos de guerra

    y quisieran decir:
    no vive aquí.
  • Melquiades San Juan
    amo esa escultura humana
    de la mujer que anhelan mis sentidos
    no me interesa si es soltera o es casada
    solo quiero mirar
    deleitar mis instintos

    confieso mis pecados capitales
    el pecar con la mente
    y el pecar por volverme indiferente
    al respeto que tiene la persona
    de no ser vista
    como objeto sexual
    aunque no quiera sexo ni amorío
    solo quiero mirar


    pecador soy de ambas injurias
    inevitablemente acrisoladas
    a mis genes endocrinofundida
    y neuronofemenino programada
    a mi instinto animal


    no soy perfecto:
    ¿o sí?
    ¿eso será imperfecto?
    para este propósito:
    no quiero
    no puedo serlo

    solo quiero admirar
    la visión más hermosa que el universo ha concebido
    exclusivamente
    -presumo de certeza-

    para mis personales
    y especiales sentidos


    ni el viento tiene ese andar
    ni el cielo tiene esa hermosura
    ni la esencia más deliciosa
    tiene ese aroma
    nada hay que me produzca mayor placer
    que mirar
    el cuerpo de una mujer desnuda
    evolucionar
    ante este universo
    que denomino


    quiero mirar y vibrar profundamente en la mirada
    reducirme al encanto
    de ese intenso e incomparable paraíso
    fenecer en mis remolinos ardientes que borbotan
    más allá de mi alma
    cuando miro
    a esa mujer desnuda
    con las formas perfectas
    para saciar mi instinto
    y mi mente infernal

    pecado mío contra el ser que es femenino
    que se roba mi mente
    sin emitir sus labios
    una sola palabra
    que la vuelva ser vivo

    mirar desde mi noche
    como miro a la luna,
    quiero mirar mi luna
    solo quiero mirar.

  • Melquiades San Juan
    Sobre el nopal, la lucha de dos mundos:
    la deidad que se arrastra y la que vuela
    materia contra espíritu.

    La gran Tenochtitlan se funda
    la prometen los dioses como herencia de grandeza eterna


    ¡Dioses mentirosos!

    A causa de la fe
    de la profecía divina
    la gran ciudad se entregó sin combate
    Tardía en su respuesta:
    la sangre de sus héroes no pudo rescatar su alma
    el todo de todo fue perdido


    Sale el sol sobre el Anáhuac e ilumina el cuerpo de la gran ciudad
    Ahí donde destellas los muros y los techos, todo es bien extranjero
    Ni grandeza ni gloria para el pueblo fundador que ahora vive en las ciudades perdidas.
    Judios, libaneses, europeos
    son los dueños de los sueños de gloria que alimentaron el padecer de sus fundadores por 300 años de peregrinaje

    De las promesas falsas de sus deidades...
    por ellas se creó y por ellas se perdió la gran Tenochtitlan
    siempre en el lecho de una laguna.

    El águila y la serpiente han quedado bordadas sobre un lienzo tricolor como símbolo patrio.

    Sobre el espacio nacional, la sierpe -en su acepción maligna- ha ganado la batalla.
    Hoy sucumben al trueno las sierpes callejeras organizadas
    y también las sierpes de cuello blanco.

    En el mundo animal,
    ése que no se borda en mantos sagrados,
    ni se funde en las monedas de cobre o níquel
    o en los billetes portadores de bacterias y de miserias

    En ese mundo real, donde se repta o se vuela
    las águilas casi son una especie extinta
    y las serpientes
    las amas y señoras
    del poco universo paradisíaco que aún nos queda

    Se ha quedado cojo el mito
    débil el nahuál* dual de la patria
    la serpiente domina;
    y el águila
    sufre anemias al volar.


    * según la mitología preshispánica, cada hombre tiene un alma dual con otro ser del mundo animal.

  • Melquiades San Juan
    mi barro es un silbato
    música de polvo vivo
    voz de cascada
    de corriente de río
    paso de viento entre el cuerpo de la selva

    murmullo de ola soy
    espuma que se sueña nube
    eco viejo de mi vientre indígena
    que recupera su alma
    desde un mundo de sombras

    abre tu corazón de cristal
    oye la voz del hombre
    del que camina sobre lechos de musgo
    y se alegra la vista
    al paso de las garzas

    barro, hijo del sol
    y de una madre que parió hijos de adobe
    cobijados al calor de la leña
    y las palmas que hacen del maíz
    un cuerpo de tortilla

    eco escondido detrás de tu ventana
    alado como el viento
    musical
    amoroso murmullo
    que canta sobre ti
    que te ama
    y te espera

    mírame
    tras los muros de cristal
    y las luminarias encendidas
    espera ese otro yo
    que va en otra vereda
    por esta misma vida.
  • Melquiades San Juan
    Críos de vientos
    Ocaso de nubes

    Una gota se queda mirando desde un cable

    Las hojas de los árboles se pintan amarillas
    apenas amarillas

    Algo le pasa a mi mirada que absorbe las distancias

    Algo te pasa a ti que miras y me miras

    Ha llegado el otoño

    Alas
    Vientos

    ...y algunas despedidas.