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Viendo entradas en la categoría: MELANCÓLICOS - Página 3
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Hoy el viento golpea
como un martillo las ventanas,
los cristales tiemblan ateridos
posiblemente sea invierno o primavera
qué más da, nadie puede dar asiento
a este caballero tan locuaz.
Soy pétalos muertos,
que este osado ha robado a mis rosas,
deshojándose
penetrando en ellas los silencios
de los fondos abisales;
marchitando la fragancia
que ayer exhalaban.
Hoy mis pensamientos
vuelan como las golondrinas
con el cálido viento
en busca del ansiado amor
y acompañar a las olas
por si cayendo la lluvia
aparecieras tú,
penetrando mi piel.A Alde y Poeta en Silencio les gusta esto. -
Eres mi oscuridad,
mi amor,
mi suplicio,
fuego quemando mi infierno,
camino que tiembla,
mi tristeza en el mundo.
Flecha adorando
al sol de la complicidad
alborotando
el mar de las temeridades
despojada de ternura en las noches
donde el crepúsculo
muere en los altares.
Alegría perdida,
esperanza sepultada
como las raíces, bajo tierra
perdición del día y la noche;
inexorable ocaso
llegando lentamente.
Días grises
de agujas y tinieblas
tristeza hasta en mi frente
locura en tránsito permanente
ansiedad a manos llenas
recorriendo
los espíritus de mi pasado.
Hoy mi tibio corazón
necesita resurgir a la luz,
dejando atrás la tristeza
volver a ver verdes valles
rojas amapolas.
Dame una luz radiante
para olvidar mi corazón helado
ventanas luminosas
donde entre el aire limpio,
expulsando a este demonio
que llevo dentro
y el alba realice otro milagro.
-
Eras calor y frío,
una mirada ardiente al mediodía,
una pasión acelerada
un tumulto en la mañana.
En la cañada, los gorriones te trinaban
pedías lo posible y eso era imposible
comprabas el día y te daban la noche.
Tus quejas siempre fueron amordazadas
no podías ulular, ni maldecir
por el dolor pernicioso de tu pecho,
por el corazón partido, de vómitos, de indolencia,
cantares del pueblo, con sus penas y alegrías.
La luna te llamaba y tú, padre mío,
estabas solo como la nada, nadie te esperaba,
eras un desierto en la noche,
tu cansancio no era nada,
ni las oquedades de tus ojos;
eras el esclavo de la manada,
la que todo tenía y nunca daba nada.
En el humo de la ribera te veía
respirabas el cáncer de tu desgracia divina,
aullando como un lobo
pero nadie te oía.
Por la noche, amordazado el miedo,
los troncos eran tus aliados,
te hacías disfraces con sus ramas
el té perfumaba tu azahar
bendita primavera que llegaba
con su traje de flores
y su mantón de manila
a juego con su cabellera.
Ya no hay mesa, ni pan compartido
ni plato al centro de la mesa,
todo está vacío,
como tu chaleco colgado
en la percha del olvido.
Viviste en un aire ahogado
en un agua que no refrescaba
sudor silente resbalaba por tu cara.
Cuando dormiste eternamente
los serafines lloraban,
esparcían tu amor por la tierra
adoraban tu divino tributo,
y el aire se estremecía al reconocerte.
Entonces comprendí que
morir no significaba nada,
es una palabra, sólo eso.A MASTER LY 22, bristy, Pi-Radianes y 1 persona más les gusta esto. -
Miro las hojas caer sobre la tierra desnuda,
sus destellos deslumbran las fotos
de nuestra nostalgia, amores volando
en un valle de plata, sinsabores con pedigrí
en una oquedad agitada.
Siento tu amor convaleciente, enfermo,
volando a la eternidad.
¿Dónde estás?
Cansado de ver fruta podrida,
falacias tormentosas,
miradas extraviadas como laberintos
en un jardín sin dueño,
salto al abismo de los sueños.
Percibo tu angustia,
ávida de visualizar
explosiones del arcoíris
como abanicos gigantes,
construyendo una mansión de ensueño
donde descansar, dormitar, de este infierno.
Cuando vas sin atuendo,
tu enfoque es un cerco tembloroso de sal, l
a metáfora de la ceguera,
camino con baches ocultos,
caer a la hondonada de la vida.
Una alberca de espuma sin salida.A bristy, Melementos y Alde les gusta esto. -
Duro será el triste destierro de mi vida
acostumbrado a dormir sobre flores
ahora caigo sobre ellas,
sintiendo el dolor de rosas sollozando.
Escarcha reprimida de mis lágrimas,
mi corazón te reclama enloquecido
trinar de arpa, sortilegios hechos suspiros
bellos pétalos colgando de la estela de tu cuerpo.
Tallo floreciente de flores abiertas,
abanico que me refresca, cautivándome el alma
sutil perfume con tu dulzura y fragancia
una camisa confeccionará sintiendo
el roce de tu piel que me envenena.
Se llenan de nostalgias mis horas
contemplando tu rostro, es añil
en un mar embravecido donde navega mi deseo
vestido de mañana o de atardecer doliente.
Tiembla la noche en tus manos
acaricia la esperanza tus cabellos,
enervan las pasiones solitarias
y claudican en ti el clavel y la violeta.
La memoria no sabe de historias
que no llegaron a hilarse,
que murieron antes de ser vividas,
sólo añoran el tacto de la piel
que recubre el silencio.
Desde el otro lado del océano
las llamas inician su solitaria travesía,
abandonando los escarpados Andes
volando como las golondrinas a cobijarse
bajo mi manto de hojas rojas,
naufragando en la lujuria de la noche húmeda.
Las palabras son corceles briosos
nuestras almas lluvias que emigran
con los vientos,
no se encontraron, pasaron por encima de la vida,
de los mares atravesaron el horizonte
ajenas a nosotros.
Naufragando en la orillaA bristy le gusta esto. -
Duro será el triste destierro de mi vida
acostumbrado a dormir sobre flores
ahora caigo sobre ellas,
sintiendo el dolor de rosas sollozando.
Escarcha reprimida de mis lágrimas,
mi corazón te reclama enloquecido
trinar de arpa, sortilegios hechos suspiros
bellos pétalos colgando de la estela de tu cuerpo.
Tallo floreciente de flores abiertas,
abanico que me refresca, cautivándome el alma
sutil perfume con tu dulzura y fragancia
una camisa confeccionará, sintiendo
el roce de tu piel que me envenena.
Se llenan de nostalgias mis horas
contemplando tu rostro, es añil
en un mar embravecido donde navega mi deseo
vestido de mañana o de atardecer doliente.
Tiembla la noche en tus manos
acaricia la esperanza tus cabellos,
enervan las pasiones solitarias
y claudican en ti el clavel y la violeta.
La memoria no sabe de historias
que no llegaron a hilarse,
que murieron antes de ser vividas,
sólo añoran el tacto de la piel
que recubre el silencio.
Desde el otro lado del océano
las llamas inician su solitaria travesía,
abandonando los escarpados Andes
volando como las golondrinas a cobijarse
bajo mi manto de hojas rojas
naufragando en la lujuria de la noche húmeda.
Las palabras son corceles briosos
nuestras almas lluvias que emigran
con los vientos,
no se encontraron, pasaron por encima de la vida,
de los mares atravesaron el horizonte
ajenas a nosotros.
Naufragando en la orilla
donde florecen las esperanzas
de los amantes cautivadores.A Alde le gusta esto. -
Balcón triste, desmadejado,
otrora esplendoroso, una belleza
contemplarte desde la calle
lleno de bellos claveles, hortensias, violetas;
la bendición de Dios en la tierra.
Las golondrinas te trinan, los canarios
te cantan las bulerías de la alegría
de tu alma, henchida de felicidad
como la catarata con su agua.
Los dioses de la galaxia se arrodillan
cuando exhalan tu fragancia de perfume
de anacardos y avellanas, eres sedante
como el río cuando desciende suavemente
por su cauce de cañas.
Eres elegante como una modelo
de pasarela, delicado, suave, coqueto
encandilas a los visitantes, le haces girar
la cabeza y perpetuarte en sus pupilas.
Tu glamour es superior a Montecarlo
o la Costa Azul, eres limpio, fluido
amante de lo eterno y de lo efímero
un cascabel sonando en fiestas de plenilunio.
Hoy estás triste
tu dueña te ha dejado
se ha marchado en un bajel alado
a navegar por el océano del olvido
pero ni ella te olvida ni tú la has olvidado.
A Alde le gusta esto. -
Anoche dormí con un fantasma
las ramas de su árbol cubriendo
mis oquedades era un esperpento
muy elocuente.
Anoche me sentí sediento
bebí el agua de mi vientre,
dormido, con escalofríos de los
tirabuzones de tu bosque.
Anoche rompí la Vía Láctea
mis constelaciones oscureciendo
sus vibraciones y giros se convertían
en olas de mar enfurecido, reflejos de mis rodillas
cuando se doblan pero no sudan.
Anoche Eros me envolvió en su sábana
sentí escalofríos, recorriendo mi cordillera
ondas de sonidos, hambre de cuerpo,
pero nadie venía, sólo ilusiones de una
estrella polar insaciable, lluvia cayendo en la niebla.
Anoche vino el vacío, no era nada
sólo calores de pecho, llamas inusuales
escondidas en mi alma, llegaron hasta mí
cómo ejército poderoso que mi sangre desborda
y me sentí lleno pero muy solo.
A Alde le gusta esto. -
Sé que no estás en mi pecho
para sentir tu calor, la vida se te escapó
se fue volando hacia el sol.
No estás en la calle, recuerdo
vagamente tu estela de hambre y sonrisa
eras el arcoíris de la vida.
Sé que después de esta vida
existe otra, más trasnochadora
menos disconforme
donde el silencio es el premio,
la soledad, la quimera
y tú, mi bien preciado,
el sol alumbrando mi preciada cabellera.
Sé que después de este sol
viene otro, de lentes más gruesas
relámpagos brillantes que relucen
más que las estrellas.
Existen colores invisibles
que hieren el iris de tus ojos
quiero ver esta maravilla contigo;
ser muerte y vida,
una resurrección que dure toda la existencia.
Quise imaginar lo bello
lo que necesito, tu luz de fantasía.
Ser el ocaso de tu sangre
en una tarde llena de colores,
de sentimientos que afloren por mi cielo,
despejado, de sombras demoníacas.
Sé que no estás, vives en tu mundo
de sombras apagadas, invisibles a mis ojos;
de caparazones que obstruyen mi mirada,
navegando por tu mar salada, fría, embelesada.
No encuentro adjetivos para describirte
para engalanar tus ojos, acortar la distancia
que nos separa.
Ser un rayo de luz que me conduzca
hacia tu morada, dulcemente,
como mi vida te ama.A bristy, F. Marcos, Pi-Radianes y 1 persona más les gusta esto. -
Magia de las calles
deshaciendo los vidrios de la mañana,
hachas hirientes en las tórridas tardes,
miradas al astro rey, luminosidad turgente
en el abismo de la vida.
Tiempo dislocado, sol ardiendo, estatua de sal
en la montaña, desnuda te saluda con su traje
de guirnaldas, iris dislocados, pupilas
que no dilatan, están encorsetadas.
Almas siniestras, llevan alas
Son derrotas del alma, oscuridad hechizada,
asesino oculto en la inmensidad de esta creación
tan incomprendida a la mente humana.
Llora el corazón ennegreciendo, el día
contagiado de nubarrones oscuros trayendo a mí,
árboles carcomidos, muebles viejos con agujeros
cuan queso suizo, sabores ácidos, flores sin pétalos,
cima del desahucio orbitando en la sustancia gris
instalada en su oquedad , principio del saber supremo.
Rotunda inmensidad es la nada, entre los astros
se acumula la soberbia, los agujeros negros
engullen galaxias, y tú amor mío,
¿Cuándo me vas a engullir?
Soy el refugio que buscas, un sol
ennegrecido en un destino inaccesible,
soledad que mata, ventana
por donde no penetra aire.
ven a mi mundo, quiero salir de aquí
¡vendavales!, venid a mí
quiero salir de esta oscuridad
en la que ando envuelto. -
Cayendo la tarde
sobre el estanque dorado,
volviendo a ver las mismas tinieblas,
luces apagadas en un mundo claro,
donde los rayos se mezclaban con los ávidos truenos.
Me bamboleas como una sierpe rosácea,
un avatar abandonado es tu existencia;
unos niños jugando a la nostalgia, un paredón abandonado
donde jugamos a nuestros juegos de laberintos vidriados
exhalados por la bruma y el viento.
Eres el beso que penetra en mi interior devorándome,
quemándome como Nerón quemó Roma, soy las ondas
del agua cuando navegas sobre ellas, abrumador acto
torpemente compartido por la alborada de la nostalgia.
Humanidad en penumbra, solsticio de primavera,
arrullo de palomas penetrando en mi torrente rojo
de células muertas, esperando el despertar de la mojada
tarde como cristales impenetrables de la mirada.
Sueños de metal enmascarados de vino no bebido,
amores de arquitectos fallecidos en el valle
de la dicha, acuarela resplandeciente del momento;
historia de ayer, tren sin pasajeros, sueños de libros
infinitos sobre papiros egipcios, el universo resurgiendo.
Otoño cayendo, hojas volando provocando
sombras entre nubes en el cielo,
noche de júbilo, mañana adversa, recuerdos indolentes
que se derraman en mi casa.A bristy, Alde y Ana Fabiana les gusta esto. -
Quise abrir mis venas
bajo el almendro florido
de aquella primavera escondida,
en el silencio de la tarde,
fuera del ruido urbano
que perturba mi calma, asesinada
por el estrés de las finas hierbas,
asfalto quemado.
Yo te ignoraba como los suspiros
que arrastra el viento,
peregrinar constante de sentimientos,
yemas de vides, polen de amapolas, máscara de farolas,
alienando mis carencias impolutas, ríos de nardos
agarrados a tu cintura.
Yo quise borrarte
de mis noches sin estrellas,
de los días que fluyendo dejaban correr
el tiempo tras mi estela sedienta;
no era nada en esta vida,
una simiente cautiva de laberintos
de calles enmohecidas, reguera de hormigas
sin destino, con prisa.
Ayer descubrí, maldades inocentes,
espadas malignas, vidas ocultas
encerradas en este paraíso
de jaulas fabricado, hierba de hormigón
agujereada por arañas y ratas, envileciendo
mi alma errante de algarrobo muerto,
en la prisión esclava de mi mente.
Quisiera salir, despertar de este vivir sin vivir,
de este encantamiento de la evolución interestelar
surcando paraísos desarraigados, volviendo a la
campiña, a contemplar la primavera de nuevo.A Alde y Ana Fabiana les gusta esto. -
Viento de las olas profundas del universo,
sonoridad silenciosa sobre meteoritos
de nostalgia cabalgando
hacia la ignominia.
Profeta de alas blancas
circundando su cara,
cabellera de aura triste envilecida,
con frente pálida de mortis reciente.
Sueños cercanos a lo imposible
ascendiendo cómo cometas
a una nave donde habita el tormento
y el suplicio de los lamentos,
morbidez de la vida.
Todo el polvo del universo
condensado en mi corazón
resplandores de otras vidas
como arcos de penuria llegaban hasta mí.
Rayo viril, luz fosforescente
fulminando mis tentaciones lascivas,
encubriendo la maldad perversa
de esta etapa onírica
de la tragedia griega de mi vida.
Los nenúfares de la maldad
acechando el frenesí sórdido
de la muerte cabalgando
por estelas celestiales
se acercan a mi.
Una explosión de estrella interestelar
convulsiona mi ser
destruyéndolo, convirtiéndolo
en átomos imperecederos.
Allí:
Más alta de las nubes
y las constelaciones, mi alma descansa
en tinieblas permanentes,
entre humedales y escarchas.A Alde y Ana Fabiana les gusta esto. -
Vida trémula, retén mi amor
en tus oscuridades, renglones torcidos,
palabras frustradas de amnesia,
pasajero de la noche fría, envuelto
en tinieblas, nieblas emergiendo
del cauce de tu vida.
Jardín encolerizado, entristecida rosa
con lengua bípeda de nostalgia deshonrosa,
penitencia de mis días dolorosos, atajo de mi fuego
que en ti arde, como arden los cielos, con la cólera
de los soles, crepúsculos hiriendo como dardos,
la flor que derrite mi vanidad.
Los montes de tu vientre, me enternecen;
ando en continua agonía como tu valle
inundado de lágrimas saladas, estridencia
alucinógena de mis sueños de locura.
Soy la brasa que enciende tu mente
los sentimientos frustrados vislumbrando
bosques de encinas o tréboles como decía
la gran Dickinson.
Soy tu vasallo, a tus pies me rindo;
¡oh hermosa luna!, acaricia mi pluma
quiero navegar por tu cuerpo de metáforas,
por tus miradas de horizonte, por el infierno
de tus besos, quemantes, hechiceros.
Eres mi vino en las tardes cálidas
vino añejo desperdiciado, halo de aliento
no olido, pasión no consumada, espacio
escondido en tu firmamento.
Quiero beber de ese licor, de ese lamento,
acongojarme despierto, que mueras por mí, violeta;
alma y muerte, amor y sexo, en la inmundicia
de este mundo violento.
Ser tu pecado y tú mi hoguera
ser la cólera de Dios, y tú el diablo con tridente
una vela apagada en la oquedad de la vida,
una oscuridad hiriendo mis pupilas.
Llévame a otra vida, donde el fuego
sea la dicha, y la honradez el pecado,
navegue en mis lágrimas, no ves, estoy muriendo
en esta penuria de veneno que mi noche acaricia.A Alde le gusta esto. -
Cuando regreses no habrá balcones
ni flores, nada del pasado.
en el portal, las flores se murieron
y el jilguero ya no canta enmudeció del silencio.
Los árboles ya no florecen son vivienda
de la carcoma y las termitas; y el fruto
huyó en desbandada de melancolía.
El viejo corral de piedra, hoy vivienda del musgo
cascabel de la tristeza, orgía de lo inhumano
fiesta de almas en la tristeza de la esperanza.
Hasta mis pupilas se marchan
cuando aparezco con el alma rota
y las lágrimas heladas.
Esas risas acompasadas se volvieron soledad
y las voces llamando para comer,
hoy están calcinadas, hibernadas
en el jardín del Edén, descansando,
un eco sordo dejaron en el viejo portal solitario.
Esas promesas que hiciste a los dioses
y a las vírgenes se perdieron en el bosque
de los deseos, se compenetran
con la voz del silencio, en un triste
nicho habitado por anélidos y nemátodos.
Cuando regreses todo será diferente
incluso mi sonrisa, ya decadente.A Alde y Ana Fabiana les gusta esto.
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