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Viendo entradas en la categoría: Mis clásicos
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A veces el silencio
convoca algarabías
parodias de coraje
espejismos de duende
tangos a contrapelo
desconsoladas rabias
pregones de la muerte
sed y hambre de vos
pero otras veces es
solamente silencio
soledad como un roble
desierto sin oasis
nave desarbolada
tristeza que gotea
alrededor de escombros
fuego mudo
Mario Benedetti -
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]Yo voy soñando caminos [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]de la tarde. ¡Las colinas [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]doradas, los verdes pinos, [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]las polvorientas encinas!... [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]¿Adónde el camino irá? [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]Yo voy cantando, viajero, [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]a lo largo del sendero... [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]-La tarde cayendo está-. [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]En el corazón tenía [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]la espina de una pasión; [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]logré arrancármela un día; [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]ya no siento el corazón. [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]Y todo el campo un momento [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]se queda, mudo y sombrío, [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]meditando. Suena el viento [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]en los álamos del río. [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]La tarde más se oscurece; [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]y el camino que serpea [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]y débilmente blanquea, [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]se enturbia y desaparece. [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]Mi cantar vuelve a plañir: [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]Aguda espina dorada, [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]quién te volviera a sentir [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]en el corazón clavada[/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]Antonio Machado[/FONT] -
Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo,
sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura,
en regiones contrarias, en un mediodía quemante:
eras sólo el aroma de los cereales que amo.
Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa
en Angola, a la luz de la luna de Junio,
o eras tú la cintura de aquella guitarra
que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.
Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria.
En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.
Pero yo ya sabía cómo era. De pronto
mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida:
frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas.
Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.
Pablo Neruda -
El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
Que hasta finge que es dolor
El dolor que de veras siente.
Y quienes leen lo que escribe,
Sienten, en el dolor leído,
No los dos que el poeta vive
Sino aquél que no han tenido.
Y así va por su camino,
Distrayendo a la razón,
Ese tren sin real destino
Que se llama corazón.
Fernando Pessoa
Versión de Santiago Kovadloff -
Cuando tú me elegiste
-el amor eligió-
salí del gran anónimo
de todos, de la nada.
Hasta entonces
nunca era yo más alto
que las sierras del mundo.
Nunca bajé más hondo
de las profundidades
máximas señaladas
en las cartas marinas.
Y mi alegría estaba
triste, como lo están
esos relojes chicos,
sin brazo en que ceñirse
y sin cuerda, parados.
Pero al decirme: “tú”
a mí, sí, a mí, entre todos-,
más alto ya que estrellas
o corales estuve.
Y mi gozo
se echó a rodar, prendido
a tu ser, en tu pulso.
Posesión tú me dabas
de mí, al dárteme tú.
Viví, vivo. ¿Hasta cuándo?
Sé que te volverás
atrás. Cuando te vayas
retornaré a ese sordo
mundo, sin diferencias,
del gramo, de la gota,
en el agua, en el peso.
Uno más seré yo
al tenerte de menos.
Y perderé mi nombre,
mi edad, mis señas, todo
perdido en mí, de mí.
Vuelto al osario inmenso
de los que no se han muerto
y ya no tienen nada
que morirse en la vida.
Pedro Salinas -
Sólo tu corazón caliente,
y nada más.
Mi paraíso un campo
sin ruiseñor
ni liras,
con un río discreto
y una fuentecilla.
Sin la espuela del viento
sobre la fronda,
ni la estrella que quiere
ser hoja.
Una enorme luz
que fuera
luciérnaga
de otra,
en un campo
de miradas rotas.
Un reposo claro
y allí nuestros besos,
lunares sonoros
del eco,
se abrirían muy lejos.
Y tu corazón caliente,
nada más.
Federico García Lorca -
¿Por qué no simplemente perder toda esperanza
de ser ocasión
de un derramamiento de palabras?
¿no es mejor abortar que ser estéril?
las horas que tras de ti se han ido son tan tristes
siempre empiezan a rastras y demasiado pronto
los garfios desgarrando con ceguedad un lecho de miseria
rescatando los huesos los amores antiguos
cuencas una vez llenas con ojos como los tuyos
¿es siempre mejor demasiado pronto que nunca?
negra necesidad salpicando los rostros
diciendo nuevamente durante nueve días nunca flotó lo amado
tampoco nueve meses
tampoco nueve vidas
diciendo una vez más
si no me enseñas tú yo no puedo aprender
diciendo una vez más hay una última
incluso para la última vez para decir
si no me amas nunca seré amado
si no te amo ya no amaré nunca
un batir de palabras gastadas nuevamente dentro del corazón
amor amor amor golpe de un émbolo antiquísimo
moliendo el suero inalterable de las palabras
aterrado de nuevo
de no amar
de amar pero no a ti
de ser amado y no por ti
de saber no saber intentar
intentar
yo y todos los demás que te amen
si te aman
a menos que te amen
1
why not merely the despaired of
occasion of
wordshed
is it not better abort than be barren
the hours after you are gone are so leaden
they will always start dragging too soon
the grapples clawing blindly the bed of want
bringing up the bones the old loves
sockets filled once with eyes like yours
all always is it better too soon than never
the black want splashing their faces
saying again nine days never floated the loved
nor nine months
nor nine lives
2
saying again
if you do not teach me I shall not learn
saying again there is a last
even of last times
last times of begging
last times of loving
of knowing not knowing pretending
a last even of last times of saying
if you do not love me I shall not be loved
if I do not love you I shall not love
the churn of stale words in the heart again
love love love thud of the old plunger
pestling the unalterable
whey of words
terrified again
of not loving
of loving and not you
of being loved and not by you
of knowing not knowing pretending
pretending
I and all the others that will love you
if they love you
3
unless they love you
Samuel Beckett
Escrito originalmente en inglés -
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]Esperanza, [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]araña negra del atardecer. [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]Tu paras [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]no lejos de mi cuerpo [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]abandonado, andas [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]en torno a mí, [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]tejiendo, rápida, [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]inconsistentes hilos invisibles, [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]te acercas, obstinada, [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]y me acaricias casi con tu sombra [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]pesada [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]y leve a un tiempo. [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]Agazapada [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]bajo las piedras y las horas, [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]esperaste, paciente, la llegada [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]de esta tarde [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]en la que nada [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]es ya posible... [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]Mi corazón: [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]tu nido. [/FONT]
[FONT=Tekton Pro Ext, sans-serif]Muerde en él, esperanza.[/FONT]
Ángel González -
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua. -
Quiero que sepas una cosa.
Tú sabes cómo es esto:
si miro la luna de cristal,
la rama roja del lento otoño en mi ventana,
si toco junto al fuego la implacable ceniza o el arrugado cuerpo de la leña.
Todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan hacia las islas tuyas que me aguardan.
Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme, dejaré de quererte poco a poco.
Si de pronto me olvidas, no me busques que ya te habré olvidado.
Si consideras largo y loco el viento de banderas que pasa por mi vida
y te decides a dejarme a la orilla del corazón en que tengo raíces,
piensa que ese día,a esa hora,
levantaré los brazos y saldrán mis raíces a buscar otra tierra.
Pero si cada día, cada hora, sientes que a mí estás destinada con dulzura implacable.
Si cada día sube una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en ti todo ese fuego se repite,
en mi nada se apaga ni se olvida.
Mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos sin salir de los míos.
Pablo Neruda -
Al que ingrato me deja, busco amante;
al que amante me sigue, dejo ingrata;
constante adoro a quien mi amor maltrata;
maltrato a quien mi amor busca constante.
Al que trato de amor, hallo diamante,
y soy diamante al que de amor me trata;
triunfante quiero ver al que me mata,
y mato al que me quiere ver triunfante.
Si a éste pago, padece mi deseo;
si ruego a aquél, mi pundonor enojo:
de entrambos modos, infeliz me veo.
Pero yo, por mejor partido, escojo
de quien no quiero, ser violento empleo,
que de quien no me quiere, vil despojo.
J.I. de Asbaje y Ramírez de Santillana -
http://amediavoz.com/felipe.htm#COMO TÚ...
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http://amediavoz.com/hernandez.htm#Elegía a Ramón Sijé
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Pudiera ser que todo lo que en verso he sentido
No fuera más que aquello que nunca pudo ser,
No fuera más que algo vedado y reprimido
De familia en familia, de mujer en mujer.
Dicen que en los solares de mi gente,
medido estaba todo aquello que se debía hacer...
Dicen que silenciosas las mujeres han sido
De mi casa materna... Ah, bien pudiera ser...
A veces en mi madre apuntaron antojos
De liberarse, pero se le subió a los ojos
Una honda amargura, y en la sombra lloró.
Y todo eso mordiente, vencido, mutilado,
Todo eso que se hallaba en su alma encerrado,
Pienso que sin quererlo lo he libertado yo
Alfonsina Storni. De Irremediablemente (1919) -
Hombres necios que acusáis
a la mujer, sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis;
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco,
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.
Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis
para prentendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.
¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?
Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.
Opinión, ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.
Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.
¿Pues como ha de estar templada
la que vuestro amor pretende?,
¿si la que es ingrata ofende,
y la que es fácil enfada?
Mas, entre el enfado y la pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos en hora buena.
Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.
¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?
¿O cuál es de más culpar,
aunque cualquiera mal haga;
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?
¿Pues, para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.
Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.
Sor Juana Inés de la Cruz