1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Viendo entradas en la categoría: Mis sueños en poemas

  • Raúl Rouco

    Corrían río abajo mis suspiros,
    entre rápidos y cascadas,
    sentía cómo llegaba el olvido,
    mis recuerdos entre las aguas,
    turbias aguas del amor marchito,
    por la desidia embarradas,
    llevaban mi temor escrito
    que las corrientes reflejaban,
    símbolo de mi destino,
    cárcel de mis nostalgias.

    Ahora que ya no estás conmigo,
    tú, que huiste de mi alma,
    las aguas frescas del río,
    que antaño estaban en calma,
    se vuelven en mi martirio
    al verlas bajar tan claras.
    ¡Qué equivocados estuvimos…!
    Nuestro error fue la distancia…,
    … y dejar el amor solo escrito
    con dos rayas en el agua.
  • Raúl Rouco

    ¿De qué color es la piel
    suave que cubre tu cuerpo?,
    que yo la veo canela
    como arena del desierto.
    ¿Y de qué color tus ojos?,
    que cuando miran no acierto
    si son negros azabache,
    tratados con pulimento,
    y su brillo me deslumbra
    como dos grandes luceros,
    o son de todos los ojos
    los que el color es más bello,
    los que gozo cuando miro
    tu cara cuando la observo.
    Sigo viendo en tu figura
    pinceladas de misterio,
    algo palpo en tus miradas
    que de ti me siento preso,
    no es tu color solamente,
    ni todo lo que te aprecio,
    hay algo de inexplicable
    que entre las nubes no veo,
    tienes algo diferente
    que imaginar yo no puedo,
    ni me salen más palabras
    para explicar lo que siento.
    Mi niña de piel morena,
    tu pelo acaricia el viento,
    el agua en la que te bañas
    quisiera bañar mi cuerpo
    para sentir tus caricias
    cada vez que me la echo,
    y entonces desearía
    no despertar de este sueño.
    ¿De qué color son tus ojos,
    de qué color tu desierto…?
  • Raúl Rouco
    [h=2]La huella (un sencillo poema de amor)[/h]

    En mí dejaste una huella

    grabada en el corazón,
    que mantiene mi alma llena,
    rebosante de ilusión.

    Con cariño está esculpida,
    mezclada con mucho amor,
    y brillo le dio la vida
    que hemos vivido los dos.

    Controla mis sentimientos,
    se apodera de mi ser,
    de ti me mantiene preso,
    de tus encantos, mujer.

    Marcado quedé con ella,
    muy dentro de mí está,
    mi corazón no se queja,
    ni nunca se quejará.

    Es la huella del cariño
    que esculpida me quedó,
    desde entonces me he sentido
    pegado a tu corazón.

    Son aquellas las miradas,
    que de tus ojos salieron,
    las que dejaron marcadas
    ilusiones y recuerdos.

    Es tu cabello ondulado,
    de un color tirando a negro,
    la huella que se ha grabado
    cuando te dije ¡te quiero!
  • Raúl Rouco

    ¿Por qué cuando nuestros ojos nos permiten ver el alba,
    en una suave mañana de abril, oliendo a azahar,
    tus miradas se alejan de mi vista, por el horizonte,
    azul contra azul, entre el cielo y el mar?
    Dime, amor mío, ¿por qué?

    Si tus miradas eran el brillo de la mañana,
    el aire que perfumaba mis sentidos,
    las orillas desnudas de un mar en calma
    que movía con delicadeza la arena de tu playa,
    y yo, enamorado, hacía castillos con ella,
    representación de mis sueños en tu alma,
    y las olas, a su paso, le hacían honores
    y nunca los tiraban…

    Entonces, mujer, ¿por qué me dejaste a oscuras?
    ¿qué hizo que el sol, tu sol, se ocultara?
    Te amé, me amaste…
    Te amo, me amas…
    ¿Será la distancia que nos separa?
    ¿O es que al mirarnos,
    miramos en la dirección equivocada?
  • Raúl Rouco
    Se que ella leerá mis versos…
    Con el despunte de la mañana
    un rayo de sol atrevido y travieso,
    cruzará de repente su ventana,
    ella despertará del sueño
    cuando el rayo acaricie su cara,
    cogerá el libro que le he hecho,
    lo abrirá por alguna página,
    empezará despacio a leerlo,
    y de amor se le irá llenando el alma…

    Sus ojos como luceros,
    alumbrarán cada página,
    y en alguno de mis versos
    derramará más de una lágrima,
    le invadirán los recuerdos
    de cuando tanto la amaba,
    recordará que la quiero
    aunque no le diga nada,
    verá como ha pasado el tiempo…
    …mas ella para mí no pasa…
  • Raúl Rouco
    Parece que fuese hoy,
    todo lo siento muy cerca…
    Fue en una noche clara
    con el cielo cubierto de estrellas,
    un olor a amapolas dormidas,
    el despertar de la brisa se sentía bella,
    era suave caricia en mi cara,
    una luz, un presagio en espera,
    nunca podría haber imaginado
    que la iba a ver por vez primera.

    La luz cambió de color,
    mis ojos, tranquilos, sosegados,
    mi mente acicalando la luna,
    quería sentir su bello halo,
    miré hacia adelante,
    dejé dormirse al pasado,
    y viviendo mi presente
    me sentí por ti hechizado,
    un rato te miré, un rato me miraste,
    …me habías enamorado…

    Resplandecía la oscuridad de la noche,
    tus ojos negros y tus miradas,
    cual aire distraído, en mí penetraron,
    sentí que el sol entró en mi alma,
    me acerqué a ti,
    algo en mí me empujaba,
    era una estrella del cielo
    que con su titilar, me animaba,
    por primera vez te hablé,
    por primera vez me hablabas…

    Me sentí flotando en el aire,
    parecía estar subiendo al cielo,
    y bajando de nuevo a tu lado,
    de allí te traje un lucero;
    fue algo muy especial,
    un estío en pleno invierno,
    saciaste de amor mi corazón,
    y de tu amor quedó lleno,
    la noche me regaló tu aroma…
    …y desde entonces te quiero…


    [MUSICA]http://www.garageband.com/mp3/Enamorarse.mp3?|pe1|WdjZPXLrvP2rYVe1YGxtBw[/MUSICA]​
  • Raúl Rouco
    Tengo llegada caprichosa a tu piel de olor a pino,
    vuelo rodeando las veredas que dejaste tras tu marcha,
    siempre sueño y vivo…
    pero hay algo que me resulta del indómito tiempo,
    ese tiempo que tú y yo no logramos parar,
    se nos coló por entre las manos,
    se hizo jugo en el aire,
    pero fuimos incapaces de pararlo,
    quizás no era un amor puro,
    probablemente estaba muerto antes de nacer,
    pero nosotros seguimos
    rio arriba como los salmones para desovar,
    eso sí, con menos fuerza,
    la corriente se nos hacía pesada,
    la humedad del agua se filtraba por nuestras venas,
    ese fue el fracaso,
    no éramos salmones,
    ni tampoco enamorados,
    creo que ni siquiera éramos,
    debió de ser todo un sueño, una pesadilla,
    pero cuando desperté, me di cuenta que existía,
    vi la claridad del alba,
    los campos verdes que rodeaban mi casa,
    aves cubriendo el cielo con sus vuelos,
    trinos de pájaros…
    ¡entonces existía!
    pero de ti ni rastro,
    ni un llanto, ni una sonrisa,
    ¡nada!
    sólo recuerdo un sombrío pasado,
    incierto como el vuelo de un pájaro dormido,
    lagunas de aire en mi mente,
    creo que me perdí en el tiempo,
    no se donde estoy ni quien soy,
    pero en mis recuerdos te veo,
    te siento a mi lado rozando nuestra piel,
    ¿será que me volví a dormir y sigo soñando?
  • Raúl Rouco
    Te amo por encima de las cosas,
    yo te amo,
    con el amor que de mi alma rebosa,
    con entusiasmo,
    con la fragancia de las rosas
    y los besos de mis labios.


    Te amo como mujer,
    la que un día,
    sin yo casi saber,
    penetró en el alma mía
    para darme su querer
    y cambiar así mi vida.


    En mis sueños te cuidé
    como flor de mi jardín,
    con mi amor yo te aboné,
    contigo yo fui feliz,
    con mis manos te acaricié
    y todo lo dediqué a ti.


    Cada pensamiento que tengo,
    cada cosa que yo hago,
    cada uno de mis recuerdos
    cuando pienso en el pasado,
    son el arca de mis sueños
    en el que todo he guardado.


    Por eso te digo mujer,
    con el corazón en la mano,
    que más que darte mi querer,
    todo mi cuerpo te he dado,
    y aunque no te pueda ver,
    sabes que yo te amo.


    Mas aunque pase el tiempo
    y raudos pasen los años,
    te seguiré repitiendo,
    como eterno enamorado,
    ¡vida mía, yo te quiero!
    ¡amor mío, yo te amo…!
  • Raúl Rouco
    Es el aroma de tu piel morena,

    el olor a campo húmedo

    al despertar de la mañana serena,

    una brisa escondida entre las brumas,

    el sol que tímidamente se eleva

    por encima de los primeros montes del día,

    los suaves rayos que en tu piel penetran,

    y todo huele a ti…

    tú que posees olores de primavera,

    en un atardecer que da paso a la noche,

    mientras la luna, para salir, espera,

    está emocionada, prepara su luz blanca

    que ilumine tanta belleza,

    huele a la noche,

    y tu aroma entre ella se mezcla,

    mientras la oscuridad pasa,

    esperando que amanezca,

    que el rocío de la mañana despierte

    con la esperanza de verte tan bella,

    y mientras surge el alba y llega el día,

    cuando se esconde la última estrella,

    en mi corazón aparece tu aroma,

    el aroma de tu suave amor, que al mío llena.
  • Raúl Rouco
    Amanezco en tus ojos

    envueltos con la frescura de la mañana,

    en noches de luna llena,

    con un cielo oscuro, cubierto de estrellas,

    amalgama del amor y los sentimientos,

    reflejos de un ayer que no se olvida,

    sonrisas de un hoy que no poseo,

    deseos de un futuro incierto.

    ¡Cuánto daría por ser sombra del ayer!

    ¡Cuánto por ser día!, aquel día iluminado

    por ráfagas de amor, por deshechos del aire,

    que convertían mis miradas en torbellinos,

    y envolvían mi cara y mis manos

    de un amor desmedido,

    de un sueño despierto entre las sombras,

    paisaje de mi alma en su camino,

    sueños olvidados, ya perdidos,

    en el pensamiento etéreo del pasado,

    confluencia de dos amores

    que quedaron aprisionados

    entre nuestro ayer y nuestro futuro.
  • Raúl Rouco
    Me fui separando de las orillas

    que bordeaban tu amor,

    las olas del tiempo me alejaban,

    implacables, imperativas,

    me empujaban hacia el camino

    que yo no deseaba seguir,

    me iban separando de ti, no se agotaban,

    más y más me arrollaban con la incertidumbre,

    con las dudas de nuestro amor,

    no me dejaban pensar,

    sólo me empujaban…

    me querían alejar de ti,

    de todo lo que fuiste y fui,

    traicioneras del tiempo vivido,

    traidoras solitarias,

    fuentes sin agua,

    campos sin flor.



    Quise revelarme contra el olvido,

    saldar mi cuenta con el tiempo,

    miré alrededor, vi campos, árboles,

    ríos, fuentes, flores, montañas,

    lagos y barcas que los cruzaban,

    vi muchas cosas, más de las que podía pensar,

    pero me di cuenta

    que no te vi a ti,

    te había perdido…

    fueron más fuertes las olas del tiempo

    que lograron alejarnos y perdernos,

    sí, perdernos en la agonía de nuestro amor,

    ya no había mirada atrás,

    no quedaba nada…

    Y yo me pregunté, cuando ya no te vi,

    ¿dónde perdimos el amor?

    ¿en qué camino de la vida lo extraviamos?
  • Raúl Rouco
    En el rincón de mi noche,

    al lado de mi mesa,

    mis recuerdos me acompañan,

    una luz de bajo consumo

    me permite leer y escribir cosas que pasan…

    Me acompaña, también, el silencio,

    ese silencio, morada de la tranquilidad,

    que llena de paz mi espíritu,

    deja descansar mis oídos del trajín del día,

    es el ruido sordo de la noche que avanza,

    un grito opaco del cuerpo que siente

    el placer del sosiego,

    cuando la mente está tranquila y el alma relajada,

    a veces, separo la cortina para ver la luz de la luna,

    en medio de la noche oscura

    brilla para los corazones enamorados,

    su silencio embriaga las propias palabras,

    su blanquecina luz alimenta amores que sueñan,

    la quietud invade el espacio,

    pero respeta mi rincón, el de mi noche,

    y me deja pensar, me deja soñar…



    Te siento en el aire que me rodea,

    esa fragancia que sale de tanta quietud,

    aroma del amor que nunca perdí,

    inolvidables recuerdos que desembocan en mi mente,

    ahora tranquila, descansada,

    las ideas vienen solas por el camino de la vida,

    llegan a mí, las guardo en mi alma,

    pues sé que alguna vez me van a hacer falta,

    el tiempo pasa,

    las noches pasan,

    la vida se consume en cada paso que damos,

    en cada latido del corazón, en cada suspiro…,

    y la distancia que nos separa no disminuye,

    quizás sea lo único que no se consume,

    por eso se mantiene ahí, lejana…,

    mientras nuestros corazones lloran su ausencia,

    están presos del tiempo y la distancia,

    yo continúo en el rincón de mi noche,

    me acompaña el silencio, la calma…,



    …pero siempre te siento lejos…
  • Raúl Rouco

    Entre las largas veredas
    de mi camino solitario,
    mis pasos lentos me llevan
    hacia mi propio calvario,
    pisando el suelo de piedras,
    miro curioso a los lados
    para distraer mis penas,
    para ahuyentar mis fracasos…

    Me enfrento a mi pereza
    para seguir caminando
    y cuando la noche llega
    me paro y sigo pensando,
    miro al cielo, a las estrellas,
    la blanca luna y los astros,
    siempre con mi alma llena
    de aquel amor ya acabado,
    y cuando de tanta belleza
    termino embriagado,
    entonces yo me doy cuenta
    que mi presente y pasado
    aquel amor aún conservan,
    aunque sólo sea un retazo.

    Espero a que amanezca
    para continuar mis pasos,
    siempre por las mismas veredas
    sin importarme el cansancio,
    pues de mi lucha me quedan,
    con el paso de los años,
    recuerdos que mi mente lleva
    del tiempo en que nos amamos…
  • Raúl Rouco
    Era tanto el amor que la tenía
    que por ella lloró todo mi cuerpo
    cuando desperté aquel día
    sabiendo que ya no la poseo,
    pues cuenta yo me daría
    de mi camino incorrecto,
    amar siempre la amaría,
    pero poseerla no puedo,
    pues aunque me quería,
    ella ya tenía dueño.

    Yo ya lo sabía
    y a pesar de todo la quiero,
    se alojó en el alma mía
    con mi cariño sincero,
    y de amor y de alegría
    llenó mi corazón entero.

    Por ella lloraron las rosas
    y todas las aves del cielo,
    todas las flores hermosas
    me brindaron su consuelo,
    y de entre todas las rocas
    esparcidas por el suelo,
    lágrimas primorosas
    acompañaban mi duelo,
    e iban mojando mi sombra
    llorando por mi sufrimiento,
    viendo como mi alma rota
    poco a poco iba muriendo…
  • Raúl Rouco
    Cuando ya no pueda ver
    tus miradas tiernas,
    cuando ya no vea amanecer
    y la luz del sol
    se transforme en tinieblas,
    cuando tus ojos dejen de mirarme
    y tus palabras ya no pueda escuchar,
    ni mis manos consigan acariciarte,
    y no vea tus sonrisas,
    ni tú me puedas mirar,

    dime mujer,
    ¿me recordarás?

    Cuando esperes una carta
    que nunca te va a llegar,
    o esperes una palabra
    que de mi boca sellada
    ya nunca recibirás,
    cuando te levantes
    de madrugada
    y nada veas como antes,
    que todo te parezca un sueño
    y te sientas abandonada
    al despertar,

    dime mujer,
    ¿me recordarás?

    Piensa en todo el cariño
    que guardé en mi corazón,
    en todo lo que te he querido,
    en lo mucho que te he amado
    con verdadera ilusión,
    en todos los pensamientos
    que a ti te dediqué,
    en aquellos hermosos besos,
    que con suavidad y ternura,
    en tus labios yo dejé
    mucho antes de marchar,

    dime mujer,
    ¿me recordarás?