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Viendo entradas en la categoría: Mis sueños en poemas - Página 2
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Mi pluma se ha secado
y ya no escribe,
como musa que me has inspirado,
para mí no existes,
aunque no te he olvidado,
estoy muy triste,
quiero borrar el pasado
desde que te fuiste,
deseo permanecer callado
para no herirte,
quiero creer que he soñado,
que nada existe,
que el último beso que me has dado,
no me lo diste.
Con aquel último abrazo
sentí como te fuiste,
no fue como nos miramos,
sino el adiós con el que te despediste,
dejaste mi corazón atormentado
sin saber por qué lo hiciste,
dejaste huir el pasado,
... y ya no existe...
¡Ay… quién pudiera borrarlo…
borrar todo lo que ya no sirve!
¡Qué solo me he quedado,
qué solo y triste…!
Mi pluma se ha secado
... y ya no escribe… -
Algo me ha pasado,
algo se metió en mi cuerpo,
cual afilada espina
que sacarla yo no puedo.
Algo le pasó a mi alma
que no logro comprenderlo,
pero mi corazón pasó
en tan solo un poco tiempo,
a sentirse decaído y triste,
en lugar de estar risueño.
¿Quién tiene la culpa?
Pues calmar no puedo
todo el dolor que llevo
en mi corazón enfermo.
¿Qué es lo que me pasó?
¿Qué afilada espina clavada tengo?
No se que es, no se mi amor,
pero no puede ser nada bueno,
quizás heridas profundas
con las que sueño,
serán imaginaciones mías
o quizás sea veneno.
Yo no se lo que me pasa
pero cuando en ti pienso,
algo no encuentro en mi alma,
algo que perdido no encuentro…
¿Será la luz que alumbraba
el interior de mi cuerpo,
que poco a poco se apaga
con el paso del tiempo?
No lo se,
lo lamento,
te quise tanto en mi vida
que yo no puedo creerlo,
pero algo le pasó a mi alma
que no logro comprenderlo. -
Ya no me quedan palabras,
ya he perdido la ilusión,
aquella que cuando te amaba
llenaba mi corazón.
Son los pasajes del alma,
huellas que deja el amor
al recordar tus miradas,
sin saber que nos pasó.
Unos amores perdidos
por una equivocación,
que han quedado en el olvido
lejos de toda razón.
Unas promesas vacías
en un desierto de amor,
pues si un día fuiste mía,
eso… eso… se acabó…
Tantos años he vivido
contigo en mi corazón,
sueños desaparecidos
que el tiempo se los llevó.
Y como tanto te he amado
ahora me pregunto yo,
¿a dónde se habrá marchado
tanta cantidad de amor? -
Ya sé que si no me respondes
no es que ya no me ames,
puede que sean las noches
las que tus miradas tapen,
quizás no te dejen soñar,
mi corazón hace tiempo sabe
que me has dejado de amar,
que en tu alma, inerte yacen,
sólo recuerdos de ayer,
y nada nuevo en ti nace…
Ya sé que si no me respondes
no es que no hayas podido,
sólo queda aire en el aire,
un rincón que está vacío,
pensamientos muertos
en un ya lejano olvido,
“un no pude”, “no tuve tiempo”,
esas cosas que nos decimos,
aquellos perdidos besos
y mi corazón herido…
Ya sé que si no me respondes
siempre tendrás un motivo,
quizás ocupada en la noche
sin pensar que sigo vivo,
diste un pequeño retoque
que cambió nuestro destino,
tú me pusiste el tope,
yo me limité a cumplirlo,
aunque entender, yo no logre,
el por qué te he perdido… -
Y le rogué al cielo
que tan pronto no me la quitara,
le pedí insistentemente al tiempo
que, por favor, se parara
en la eternidad de un momento,
hacer de la tormenta calma,
de la separación un sueño,
y que sus bellas miradas
que salen de sus ojos negros,
no quedasen olvidadas
donde quedan los recuerdos.
Le pedí que no la alejara
tanto de mi pensamiento,
que su alma con mi alma
forman un solo cuerpo,
supliqué cada mañana
que ella fuera mi aliento,
el agua que de fuente emana
del amor su gran misterio,
báculo en que se apoyara
de mi tristeza su peso,
de su vuelta mi esperanza… -
En la paradoja de la vida
tu me alegras y me entristeces,
me llenas y me vacías,
haces que me sienta feliz y me haces infeliz,
parece que tengo algo de ti y no poseo nada,
me das vida y me martirizas,
esculpes mi corazón
labrándolo con tus palabras
y dejas mi alma vacía,
mis oídos te escuchan y no te oyen,
tus palabras me hablan y no las entiendo,
tu corazón que, a veces, parece llamarme,
nunca lo encuentro y pierdo la esperanza,
y me entra miedo…
…miedo a perderte,
a que me olvides y no me quieras,
que en tu alma no dejes sitio
para refugiarme cuando lo necesito,
que tu vida quede al margen de mí,
que no me sientas ni me mires,
que en tus recuerdos hayas perdido
aquellos momentos que juntos hemos disfrutado
y que nunca más se han repetido,
ni nunca más se repetirán.
Momentos felices,
ya pasados,
agotados por el tiempo,
consumidos por el desgaste de los pensamientos,
sufridos,
sin sentimientos,
quedan desnudos,
apagados,
con lamentos,
cubiertos con el manto del olvido,
ciegos,
sin ver lo que han vivido,
y detrás quedan las penas de lo que se ha sufrido,
los lloros que nuestros ojos,
inundados de su inmensa soledad,
han tenido,
han llorado hasta saciarse,
compungidos,
extrañados,
tratando de sobrevivir lo vivido.
Mientras dentro del alma,
arrecia el viento del sufrimiento,
no da tregua,
no está quieto,
sólo sopla y sopla,
y seguirá soplando hasta el infinito,
haciendo eterno el amor marchito,
dejando el alma vacía,
acabándose la vida,
sin calor,
sin energía
que mantenga el corazón vivo,
sin amor que le sostenga,
sin cariño,
triste final para una vida
que se vivió y se soñó
como sueña un niño,
esperanzas perdidas en los confines,
enterradas en el tiempo,
acabadas en la nada,
desaparecidas… -
Te echo de menos,
aunque no sufro nostalgia, ni amargura,
No pienso que no estás,
pienso en una fuente de agua pura,
limpia y transparente,
en la que veo el reflejo de tu figura,
tus sonrisas, tus miradas,
que en mi mente perduran,
pero mi corazón con su tristeza,
de tus palabras ya no disfruta,
se han caído de la cima en que brotaban,
como del árbol se cae la fruta madura.
Por eso te echo de menos,
aunque no sufro nostalgia, ni amargura.
Mi alma padece de soledad,
ya no se encuentra segura,
los fríos silencios de tu corazón
la mantienen vacía y oscura,
llena de lágrimas
que sus llantos expulsan,
y sufre inestable
por la falta de tu cariño y tu ternura,
echando de menos
el amor que le dabas, que, sin duda,
fue el que la alimentó
durante su larga andadura.
Por eso te echo de menos,
aunque no sufro nostalgia, ni amargura. -
Parecía que no había pasado el tiempo,
que mi corazón todavía estaba allí,
pegado al tuyo en mis recuerdos,
como sombra de un sol que cae al atardecer,
ese que deja los sentidos embriagados
con la tonalidad del sublime momento
en que se despide el día,
dejando a los enamorados inmersos en sueños,
tiñendo el alma del aroma de la tarde,
que hace que se olvide el tiempo…
Y así… viendo como anochecía,
te acariciaba la brisa, meciendo tu sombra,
parecías real, pero no estabas,
te quedaste allí, en aquel lugar que quiso el destino,
que te atrapó en un descuido mío,
te separó de mi lado, dejé de tocar tu piel,
de sentir tus manos, de ver tus sonrisas…
Creí que todavía te estaba abrazando,
que esa noche te daría un beso,
te llevaría a casa, como todos los días,
nos daríamos un abrazo
que durase la distancia de una vida,
como aquellos que fundían en uno nuestros corazones…
Pero desperté… era ya de día,
volvía a lucir el sol, que calentaba mi cara
y tostaba dulcemente mi piel,
pero tú no estabas,
miré el reloj -las doce-
¡tenía que estar contigo!
siempre estábamos juntos a esa hora,
me asusté, algo terrible me vino a la mente,
miré el calendario…
¡Habían pasado muchos años…! -
Amarga la espera cuando el silencio calla,
quien se esconde en las sombras
puede perderse en la oscuridad,
desafiante y muda, madre del olvido,
se pueden encontrar arenas movedizas
por las que uno puede ser engullido.
Hace mucho tiempo que no veo tu claridad,
no escucho tus palabras, ni tus sonrisas,
te metiste en la sombra del tiempo
y todavía no apareciste, ¿sucumbiste?
o simplemente olvidaste que el tiempo pasa,
y no se qué eternidad es la que espero.
¿Dónde estás, dónde te has ido que el sol
ha dejado de brillar y llora tu ausencia?
¿Has logrado enfriar el alma y vaciar tu corazón?
¡Qué triste espera cuando no se sabe
qué se espera!, quién ha de volver y cómo,
o si quiera, si volverá, si el sol volverá a brillar… -
Busco algo que he perdido
desde que no estás junto a mí,
quizás momentos vividos
que no se pueden repetir,
de recuerdos encendidos
de pasión y frenesí,
donde quedan mis suspiros
dejando su estela en ti…
Busco algo que he perdido
desde el día que te fuiste,
hace tiempo no sonrío,
mi alma se encuentra triste,
mi corazón no es el mismo,
un adiós seco me diste
dejándolo solo y marchito,
sombra del que conociste.
Busco algo que he perdido,
sentir un beso, una mano,
o un poco de cariño,
pues un amor acabado
por encargo del destino,
es un amor derrotado
en la guerra del olvido...
...donde se pierde el pasado...
Busco algo que he perdido
que nunca voy a encontrarlo... -
Me dí cuenta que te he perdido
en la soledad de mi pasión,
caminando por el sendero del olvido
que tomé por equivocación,
los llantos son gemidos
llenos de provocación,
los recuerdos son latidos
sosteniendo el corazón.
Siento toda la tristeza
de un día gris en el mar,
pues del amor su grandeza
acaba de naufragar,
y en las olas y en la arena
tu nombre quise encontrar,
pero la marea llena
todo lo pudo borrar.
Te perdí, ya no te tengo,
fue en aquel lugar,
en el preciso momento
que un beso te pude dar,
y esta vez no fue un sueño,
fue la triste realidad,
fue un adiós sin un te quiero
que yo no pude evitar. -
En las aristas húmedas de mi mente
donde crecen cada día los pensamientos,
señales que llegan a mi corazón latiente,
como refugio escondido de mis recuerdos,
pululean mis ideas en una procesión inerte,
en el que los cirios olvidaron coger su fuego,
llama perpétua de mi espíritu ardiente,
que en su olvido, perdieron mi “te quiero”,
y con el tiempo, yo me olvidé de quererte. -
Siento tan lejanas tus miradas
que dejan mis ojos vacíos de su color,
como un amanecer que se queda sin luz,
o una mañana de espesa niebla
que va dejando su húmeda huella
en el paso irremediable del tiempo.
Siento parte de tu pasado,
del aire que escondías entre tus labios
cuando al abrir tu boca me robabas una palabra,
aquellas sonrisas que cegaban mis ojos
al mirarte, y se mecían dentro de mi alma
como gotas de lluvia de un cielo que llora.
Vivo buscando tu presente,
esperando aquel beso
que se cayó de tu boca,
pero sólo encuentro mis recuerdos
cubiertos por el polvo de la soledad,
encerrados en las páginas de mi vida,
en algún capítulo perdido de mi historia,
como aquel beso que nunca me llegaste a dar.
Sueño con encontrar tu futuro
en algún recóndito lugar de mi camino,
donde las flores del bosque tienen un olor especial
y la luna deja ver su blanca luz en la noche clara,
quizás encuentre también tus miradas
y pueda ver de nuevo el color de tus ojos,
quizás te encuentre a ti, y al rozar tus labios
con los míos, consiga el beso que un día perdí. -
Mezclado con las sábanas blancas
que rodean mi noche… con suspiros,
sueños que llevan rumbo al olvido,
esos inciertos pensamientos
de unas horas lejanas,
arrebato del tiempo,
como lluvia fina que recorre mis sentidos
mojando suavemente mi corazón,
las gotas caen por mis pensamientos
y los deja húmedos,
es como el rocío de mi alma
cuando se enfrenta al despertar
de cada mañana,
un tiempo pasado que ya se ha ido,
un recuerdo olvidado,
pero tú sigues en mí,
como una perla incrustada en mi vida,
una lejana herida
que el amor la hizo hermosa,
y yo te veo así,
como belleza de un pasado ausente,
un suave pétalo de rosa que me trae el viento…
y me lo lleva…
un sueño…
una ilusión en la que mi presente
se tornará futuro sin ti,
pero tu seguirás como una perla incrustada en mi vida…
reflejo del tiempo en mi alma,
sombras de un recuerdo que permanece vivo,
un te quiero enmudecido,
un te amo permanente
más allá del umbral del olvido… -
Mirémonos…
a través de nuestros párpados
mientras nos lo permita el tiempo…
luego tendremos que conformarnos…
con vivir de los recuerdos…
Amémonos…
mientras podamos…
no importa donde nos encontremos,
cojámonos de las manos
Mantengamos la esperanzaaunque solamente sea en sueños.
de que volvamos a vernos…
juntemos nuestras almas
Porque un día llegará…fundidas en un dulce beso…
un día... en un lugar cualquiera...
nuestro presente será...
...un pasado ya sin vuelta…
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