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¡Diles que no se vallan!
¡No!..

// -Abrázame una sola vez más,
será la última, pero abrázame... //

Eso es lo último que se repite en eco,
cada vez que recuerdo a mi adorada familia,
antes de acribillarles a todos con mi pistola.
dejando a ninguno con vida.

Lo siento familia...

¡¡No se vallan!!

¡Que no se vallan!

¡Noooooo!

​

Ella, era una chica, no la mas bonita pero era especial, por que luchaba, hasta dispuesta estaba para matar. Ella era única, siempre lo fue, hasta cuando participaba en esas orgías llenas de drogas, antes no quería escuchar, todo le parecía tonto, decía que los vecinos eran unos entrometidos que solo querían usurpar a su difunta madre. Ella había empezado a salir a fiestas, debí pensar que se sentía demasiado sola, yo era su único amigo pero a veces no quería ni verme a mi. Yo tenia que cuidarla, a veces no volvía a casa cuando salía, todo esto me preocupaba. Una vez la seguí y tuve que sacarla cargando del lugar donde estaba. Esa vez me dio mucha tristeza, estaba desnuda, teniendo sexo con drogadictos. La lleve a casa y la cubrí con sabanas para no ver más de lo que ella quisiera.
Trate de tener una charla amistosa con ella pero solo me evadía. Yo tenia miedo, no sabia que hacer, la quería ayudar. Ella me dijo que estaba triste que necesitaba esa droga para sentirse mejor y que se la daban a cambio se sexo grupal. Lloramos juntos, nos abrazamos.
Yo la amaba y quería matar a todos los de aquella noche. Quería abrazarla eternamente, era mi niña.
Decidió dejar eso después de la charla, además de que hasta me amenazaron con un arma por sacarla de ese lugar de mala muerte. Creo que ella también se preocupo un poco, o mucho y lo sabia despistar.
Un día se sintió mal, fuimos al medico, tenia varias enfermedades adquiridas por aquellas orgías sin protección a las que la obligaron sus vicios. Tratamos de seguir tratamientos pero ella tenia molestias, vergüenzas, tristezas.
Un día desapareció, pasaron los dos días e indudablemente fui a buscarla al mismo lugar. El mismo cuento se repetía, ella estaba de nuevo teniendo sexo, sin protección y drogada. Tuve que sacarla de ahí por que si averiguaban que estaba enferma seguro la mataban.
Ella no quería escuchar palabra, yo era su único amigo, tuve que sacarla de ese lugar cada vez que se introducía, pero ella volvía a lo mismo, otra vez no quería escuchar.
Un día antes de morir, me confeso que no fue que ella no quisiera escuchar, más bien quería morir mas rápido, también confeso que había dejado de tomar sus medicamentos aunque fingía hacerlo.
Yo la amaba, yo era su único amigo, yo era su padre.
Y ella era mi hija de 14 años.
Mi única hija.

Antes de la fiesta

Era mi primera fiesta, estaba muy emocionada, me sentía tan feliz. Mi madre no estaba y fue mi oportunidad para divertirme, debo aceptar que mi madre no se donde tiene la cabeza, me regaña, pero yo la ignoro, cree que mis amigas son drogadictas y se vuelve loca solo de saber que yo les hablo, por eso finjo no tener contacto con ellos, pero la verdad es que cuando ella esta trabajando, los veo, salgo con ellos y hasta los invito a la casa a ver alguna película. Yo no se por que mi madre exagera, es cierto, si fuman, y quizás alguna que otra cosa ingieren, pero son felices y yo no lo hago. Mi madre exagera, es por eso que hoy me tomo la tarde libre, ¡hay fiesta! voy con mi amiga. Al llegar nos recibieron de maravilla, eran dos chicos muy apuestos y empezamos a bailar...

Después de la fiesta

Yo no tomo, le dije al chico mas apuesto de la fiesta, más sin embargo el me seguía ofreciendo una cerveza, luego platicamos y note que se drogaba por los residuos que tenia en su nariz. Pero no importaba, era el, no yo. Además yo no lo haría, en ese caso solo pedí un jugo de manzana y me lo trajo apresurado, era tan atento.
Pero paso algo raro, me sentí un poco rara, hasta que me fui perdiendo.
Al día siguiente no había fiesta, estaba sobre el césped en un parque y mis amigos nunca aparecieron en aquel momento. Hoy tengo tres meses de embarazo y mi bebe viene mal formado, no se si abortar, defraude a mi madre.

Andaba bajo el ultimo sorbo de mi chemo, cuando encontré a mi carnal de toda la vida, yo moví la cabeza en señal de saludo y el se me acerco apresuradamente. Parecía un poco extasiado, no supe que paso, solo recuerdo la ambulancia en la que me subieron, me sentía vacío, la sangre se escurría por mi rostro, lo se por que sentí el sabor en mi boca, al llegar a mis labios, luego fui perdiendo fuerzas, pero antes de quedarme completamente dormido, alcance a escuchar dos voces que conversaban algo molestos, no se, medio exaltados parecían, aunque no hablaban muy fuerte, ellos decían:

*Paramedicos en la ambulancia, mientras tratan de detener hemorragia.*

​

Paramedico 1:- ¡Es terrible que te ataquen por un poco de esa esa cosa!

Paramedico 2:- Es resistol o chemo que le llaman, la verdad es que no los culpo.

paramedico 1: - ¿Como de que no los culpas? ¡es terrible! ¿acaso no lo vez?​

Paramedico 2: - Si, veo que alguien ataco a otro por un poco de nada, por que en esa bolsa, no había nada, mira, aun la trae enredada en los dedo.

Paramedico 1: - Si es cierto. ¿A lo que uno llega no?, empuñar un cuchillo en contra de este otro drogadicto, me da miedo solo de pensar lo que piensan cuando andan drogados, y lo que pueden hacer, en fin, veo que este hombre perderá el ojo.

Paramedico 2: - ¡Ya mero llegamos!

​

No, no trabajo, a veces ayudo a algún vecino a quitar el zacate de su patio por unos cuantos peso, por unos cuantos pesos que para mi son suficientes, a veces ayudo a reparar algún cerco, a cargar costales con harina en la tortilleria, pero ciertamente no trabajo en ningún lado. No me hace falta, cuando tengo hambre, solo tomo algo de casa y lo vendo, diez pesos por una plancha de cabello de mi hermana, 15 pesos por el perfume de mamá, y no importa que sea su favorito, ella tiene una suerte grandiosa, no se como le llego a ella, pero tiene muchas cosas, yo por eso se que a ella no le duele perder uno que otro perfume. Igual si tomo una herramienta a mi hermano, no creo que lo note, es mecánico y tiene que comprarla de nuevo si no la encuentra, ademas tienen basto dinero.
Yo no se por que se enojan conmigo, me siento feliz super-héroe con lo que compre para mi.

Tengo un rostro debajo de otro rostro,
pero no suelo distinguirlos.
no se ni lo que quiero hacer,
solo ando y hago lo que soy.

Debajo de mi primer rostro
tengo pintadas lagrimas
y en el otro rostro,
tengo el alma encarnada
en gotas saladas.

Son idénticas,

¿Para que cambiar?


Soy lo que soy, por que no se ser otra cosa.​

Estaba bailando,
en las nubes,
un ángel me abrazaba,
no quiero que me seduzca
soy un galán,
soy el mejor,
pero bueno, -¡será mía!,
¡Es un ángel!
me enseña,
tiene alas,
es una sombra,
es mas bien,
¡me ama!...

Que hermosa es mi vida.​

Mientras tanto en la realidad, solo sonreía, sentado en la banqueta, en aquella calle donde se reunían los drogadictos. El estaba sucio y su mirada perdida, -babeaba. Las personas que alcanzaban a pasar cerca y que lo podían divisar, sentían mas asco que lastima, y a veces mas lastima que asco.
Las chicas solo querían evitarlo.
Pobre drogadicto.

Mi cuerpo es tu casa,
te amo tanto
como mis vicios me aman.

¿En verdad amo?

¿En verdad me amo?

¿Me amas en verdad?

Solo se que me gusta fumar,
soy tuyo,
¿me querrías aceptar?


(Los vicios y yo)
​

vicio es antónimo de -VIRTUD​