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Viendo entradas en la categoría: POEMA DE AMOR - Página 3
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En el espacio que hay entre tu piel y mi piel
no caben los silencios.
Apenas el gemido de la tarde que precede la tormenta
y un hilo de luz que se refleja en el lago de tus ojos.
Yo amo esa manera tuya de amarme
cuando vistes mi soledad con tus besos,
con tus alas extendidas hacia el horizonte
en tu palabra donde nace la dulzura
que mece mi corazón.
¡Si yo pudiera contenerte en el ardor de
la distancia!
¡Si mi voz se hiciera transparente
para arrullar tu alma!
Me sobran los días que se resbalan por mis dedos
y es allí, donde escucho tus latidos
donde palpas mis caderas al pie de la tarde
tan cálidas, tan anchas,
donde esas manos tuyas me dibujan
y ya no quiero que te vayas.
Ana Mercedes Villalobos
A NUBE ATARDECER, quinones_zenaida, Inoxtransa y 2 otros les gusta esto. -
Es la hora de los recuerdos
del tiempo sin ti,
de las noches de estrellas fugaces
de deseos concedidos
de correr las avenidas de los sueños.
Noches de amor que compartíamos como niños,
encendiendo la llama de un sentimiento
que juramos permanecería
eterno en nuestros corazones.
Tu voz, tu aroma, tu piel,
mis pechos sedientos que como un diluvio
se ofrecían a tus labios sin recato
con la ilusión de un amor que no sabía de heridas,
de ausencias o de despedidas.
Nunca quise que te fueras
pero ya no contábamos los días
en el mismo calendario
que se llenó de ausencias.
Ahora me gusta este silencio
que me permite recrearme en la evocación,
en la nostalgia, en pensamientos lejanos
que ya no hacen resistencia
y se diluyen como la gota de miel
que alguna vez derramaste en mis labios.
Ana Mercedes Villalobos
A Inoxtransa, bristy y Rosendo les gusta esto. -
En este alboroto de ternuras
en que se escriben nuestros besos,
hilamos la historia de dos cuerpos
mientras la luna blanquea sus siluetas.
Nuestras pieles muy juntas
tan llenas de nosotros,
se funden de amor sobre esta tierra
donde amarnos es ignorar la lluvia,
es sentir la alegría de ese ardor tuyo y mío
como el milagro de estar vivos,
con tus manos y mis manos
sosteniendo nuestro tiempo.
O es ese amor sin horas que no se apaga nunca
aunque los cabellos se salpiquen de nieve,
como dos almas que se vuelven una
al compás de una mágica melodía.
O como la ternura que no da tregua,
que nos convoca siempre a abrazar al universo
y nos lleva a caminar de puntillas la vida
hasta la misma eternidad.
A Inoxtransa y bristy les gusta esto. -
Traspasé el umbral y - sin pensarlo -
me arrojé a tus brazos,
estrenando sentimientos que
- en osada irreflexión -
dejé caer sobre tu vientre.
Paciente y generoso
se abrió tu corazón para acogerme,
te hiciste eco de mi voz guiando mis manos,
desnudando palabras que vestí de letras
abrasada en la llama que encendía mis dedos
y cobijada en tu calor, fui azul recorriendo tus paisajes
y sedienta de tí te llamé cielo,
en la añoranza de una sola de tus lágrimas.
La luna mi guitarra y tú me acompañaron
al encuentro de ese amor
que se asomó sin hacer ruido, cuando
mi piel bajo tus besos se aferró a la noche.
De pie bajo la lluvia fuí elevando mi vuelo
para atravesar el silencio en el que la luna
sonrió cerca de tu abrazo,
allí soñé mil sueños en tus ojos y
me llené de desconsuelo en la desnudez de un otoño
que murió de sed en el atardecer.
Voy desdibujando el rumor de mi ausencia
entre tus manos, mientras
en mis ojos repletos de mañana,
comenzó octubre a levantarse.
Oyendo la lluvia, voy sintiendo
el cansancio que quiebra mis hombros,
como presagio de esas manos náufragas
que huían lejos, antes de mí.
Sin ser poetisa escribí bajo la luz de las estrellas
esperándote, día con día dejando que el silencio
nos alcanzara, para amanecer entre tus besos.
Y llegó tu carta de amor
dedicada a la mujer que siempre fuí.
Abril llegó entre las musas, hablando de poesía
en esa geografía que imagino, salpicando la mañana
de nubes, refugio del tiempo de un te quiero,
en que nací entre tus manos.
Desnudando palabras entre tu boca y la mía
estoy aquí, en medio del deseo que me inflama
aquí donde sueño mis sueños, en ese inexplicable
momento en que la vida fue el aplauso de las ocho
y nuestras manos dibujaban nuestras bocas
inocentes de nosotros.
Después quizás mañana
cuando la lluvia inunde mi tristeza,
serás mi hogar aunque las pieles pierdan su magia
y el amor resulte traicionero,
llegarán los requiebros,
que como si fueran ciertos,
nos aclararen los abismos con sus risas
aunque el amor nos quede lejos.
Prisionera de tus labios
con mi cuerpo temblando de quererte,
nos leemos como un poema
cuando el amor es cuestión de piel
y tus labios son mi fortuna.
Llegó mayo y soñamos cada día
sosteniendo tu nombre en mis labios,
mientras la tormenta hablaba de nosotros.
Con el tiempo apretado entre los labios
jugamos al amor y llegó la primavera
a besarnos, mientras caminamos de espaldas al sol.
Estando ausente, recordé el roce de tus manos
que ocasionaron tanto, tanto naufragio
en nuestro ahora,
pero mi piel contra tu piel
me hizo pensar que hoy tengo ganas de extrañarte
y que si pudiera, buscara a un loco enamorado
que me quitara las nostalgias
y me abrazara hasta convertirme en poema.
Tenue llegaron los anhelos
por esa vieja canción, tú y yo,
como un esbozo en blanco y negro
para decirte que te quiero prometiendo
amarte después del amor sin soledades,
sin despedidas, quiero estar donde tú estés
y dormir contigo con tu risa arrimada a mi costado.
mientras los sueños nacen la alborada.
Finalmente fue otoño y quemamos los silencios
entre nardos y tulipanes,
había ¡tanto de extrañarte en ese anhelo!
Nosotros, irreverentes,
nos ofrecimos una dosis de ternura,
para volver sobre los versos de un poema enamorado
o de una inspiración de una noche entre tus brazos
con ese vértigo del eco y el silencio,
en la mínima memoria de un río sin cauce.
Y quedaron los besos pendientes en el brillo
de tus ojos que perfumaron los instantes de ser así,
el momento perfecto para amarte
y seguirte amando mientras inventábamos el amor
de nuevo, como una postal a la nostalgia,
llenando de espuma las miradas,
mientras la vida nos invita a disfrutar de la luna de agosto
que entre tu rodilla y mi rodilla,
le dió color a la ilusión.
En el brevísimo instante de tu risa,
entre fresas e ilusiones, me llega el aroma de tu piel
como antes, como cuando escribimos esa tonta historia de amor.
Acurrucada a tu costado,
entre el vértigo y el temblor de una mirada
quedábamos nosotros y ya no estamos.
Y ahora que se acerca la Navidad
se hace inminente el momento de tu partida
hacia el año que amanece horadándome la piel.
En tus ojos que son mi remanso quedan mis labios
llenos de nostalgias con mis besos apretados en tus mejillas,
que desahuciados se pasean por la plaza de los sueños
en cada primavera.
Tú que en todas las formas te recuestas en mi piel,
haces de tu ausencia un efímero momento
de esos, que en dulce aroma
se van fundiendo en el fulgor de una mirada,
cuento las horas hasta el alba vaciando mi tintero
y no es que se no se haga costra la garganta
en algún silencio que no encuentre salida.
pero en ti se quedan las palabras, mi poesía,
el beso que me diste y hasta la rosa que
sostienes en tus manos,
siempre tú conmigo,
dejando que tus dedos nazcan en mi espalda,
ainn cuando cayeron los besos desde los balcones
en una oración que hicimos desde el silencio.
03 de Abril de 2.021
A cuatro años de aquella primera vez
agradeciendo, compartiendo entre poesías.
Ana Mercedes Villalobos
PD: Este poema es un compendio de todos los títulos de los trabajos que había publicado
hasta la fecha aquí en el foro. Por eso a lo mejor hay cosas que no cuadran mucho.
Gracias
A Inoxtransa y bristy les gusta esto. -
Es ella, la mujer que presta sus ojos
para recoger el llanto en cada aurora,
con su rostro recostado en otro rostro
y las manos extendidas, limpias, desnudas,
ofreciendo el cobijo de sus brazos.
La que destierra el miedo para inventar el amor
en ese rayo de sol que amanece la esperanza,
con la semilla sembrada en su vientre
y se abre a la vida como esa flor,
que sin saberlo, regala su aroma para
perfumar el universo.
Mujer, ocaso donde se guardan las lágrimas
o fuego y lumbre donde se enciende la alegría,
hogar y abrigo en que descansan las nostalgias
la que contempla el reverdecer de la pradera
inmersa en la soledad o el bullicio
que turnándose el instante habitan el mundo.
Ella que ríe y mira al cielo,
la que convoca la gracia en un solo gesto
madre, abuela, hija, mujer,
siempre mujer.
A bristy le gusta esto. -
Tu boca derrama besos
que se deshacen en mi piel
es hermosa esa sensación de pertenecer
a un amor que se reconoce nuestro
mientras el mar nos arrulla con su canto.
Tendidos en la arena, las olas llegan,
se van y regresan a lamernos los pies.
Vienes a pintar trazos en mi vida
firmando los lienzos con tu nombre,
lienzos que morían de ausencia, de olvido.
Hicimos el amor a la medida
desbordado, quemándonos la piel
con el ímpetu del desierto que hiela e incendia.
Cada día es propicio para enamorarnos
en cada paréntesis de vida, estamos tú y yo
y esa tempestad que nos desborda.
A ti, a fabiolaselene, a Miguel Feria y a 4 otros les gusta esto. -
Podría decirte que para hablar de amor
sólo necesito pronunciar tu nombre,
o mirarme en la ternura de tus ojos,
y como suave brisa colarme entre tus brazos.
O decirte que los minutos de mis horas
tienen tu rostro tatuado,
y que el sol llega a mi ventana
con tu beso adornándome los labios.
O que la luna se viste en tus pupilas
iluminando los matices de mi cuerpo,
que en declarada rebeldía
se extravía entre la huella de tus dedos.
Y que en la dulce cercanía de tu aliento,
podría escaparme al gris de tu mirada
y en tenue murmullo enamorado
simplemente decirte que te amo.
Ana Mercedes Villalobos
A Miguel Feria, spring, Inoxtransa y 1 persona más les gusta esto. -
Si sumamos uno más uno,
somos de nuevo dos
– y sonríes –
¡Nunca me tomas en serio!
pero hoy me da igual
tu cercanía es la promesa del verano.
Vuelvo a ti sin los restos del naufragio,
solo traigo la ilusión de despertar
contemplando tu rostro.
Soy sed de tus labios,
de tus brazos, de tu pech0
donde siempre se enciende la llama.
Deja que nazcan tus dedos en mi espalda,
que no haya penumbras en mi piel
que despierte el mundo en nuestros cuerpos,
y al final de las horas
caminemos sin volver la vista atrás,
hacia la aurora, hacia el susurro del viento
que pronuncia sin cesar nuestros nombres.
Ana Mercedes Villalobos
A bristy y Bernardo de Valbuena les gusta esto. -
Siempre fuiste amor
porque amor es la punta de mis dedos
en tus labios aunque no te toquen,
o mis ojos en tus ojos,
donde aprendimos a soñarnos
a pesar de las sombras.
Sembraste agapanto en mi jardín
y en esa morada estela, descalzo mis pies,
desnudo mis manos para escuchar tu voz
para aplacar esta sed vital que te reclama.
Y somos amor en el palpitar alocado de las almas
en esas noches cálidas en que el olor a sándalo
aroma tus palabras, y haces que mis pensamientos
sean solo tú en todas las formas.
En la ternura que esconde tu gesto
se desvela un manantial
donde florece mi cuerpo,
y eres amor en ese fuego cósmico
en el que destilas para mí,
gota a gota, tu dulce almíbar.
Ana Mercedes Villalobos
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Tus labios conocen el pulso de mis venas
el retozar de mi sangre,
el fuego estremecido de mi lengua.
La luna nos alumbra
con su cortejo de estrellas.
Se deslizan cautelosos,
caminan a tientas sobre la desnudez
del paisaje hacia el sur de mi cintura.
Mis labios se hacen nido en la espera,
como un eco lejano reclaman a los tuyos.
En una esquina cualquiera
madruga la ternura
y nos encuentra.
Ana Mercedes Villalobos
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"Que sea un año que llene de amor
y paz a nuestras almas,
que nos convoque a la ilusión y a la esperanza
que nos devuelva el abrazo
y los besos apretados en las mejillas,
en las bocas, en nuestros corazones."
En estas noches en que la nostalgia
se hace infinita para habitarme el alma
camino descalza en medio de la soledad
mientras la lluvia me empapa el rostro,
salpica mis ojos como un arrebato
de promesas que quedaron dilatadas,
sumidas en el silencio.
Mis ojos, como pozos sin fondo,
se abrazan a la oscuridad buscando respuestas
pero no hay mucho que decir,
se terminan las historias sin apenas comenzarse,
a la deriva, naufragando, debatiéndome
entre las olas de la desesperanza,
me siento cautiva.
Y sin embargo el tiempo inexorable marca sus horas
y llega un nuevo año a retarme
con su cielo lleno de estrellas
y muchos días en blanco que necesitan escribirse.
Se me hace necesario abrir el corazón,
extender las manos y atrapar todas las sonrisas
que llenan de azul el universo,
para comenzar el bosquejo de una nueva mañana.
¡Feliz Año Nuevo!
A ti, a BEN., a Gustavo Cervantes y a 2 otros les gusta esto. -
En el bullicio que circunda el instante
apenas noto tu cabeza inclinada,
recuesto mi fatiga en tus silencios
ardiendo bajo el frío de mi piel.
Llegan cercanas tus palabras
que se asoman tenues a tus ojos
vistiendo de tules la distancia,
se aprietan a tus labios
desordenando latidos en mi pecho,
y se abriga el corazón de sueños .
Es el trazo inadvertido de tu pluma
que nos consagra amantes,
desnudando cada anhelo
como letras imprecisas que gimen
y suspiran, rozando con delicadeza
una hoja de papel.
Ana Mercedes Villalobos
A ti, a Dr Jose Roberto Hernandez, a Gustavo Cervantes y a 3 otros les gusta esto. -
Y llegó la primavera a impregnar
mis mañanas de su aroma,
como esos amores que
aparecen en incansable fervor,
y se quedan pegados en la piel.
O como ese brillo que enciende
la mirada y nos invita a ser niños
o como ese abril que se abre
tímidamente, enredándose en mi pelo
para vestirse de flores.
La vida da saltos por el bosque,
y apretada a mi cintura,
toma de la mano a la ilusión
que renace en el aroma de la tierra.
Desde allí escribo estas notas
presurosas, celebrando un roce
de manos, la caricia de tus labios,
o la llegada de esta cálida estación.
Ana Mercedes Villalobos
A ti, a Gustavo Cervantes, a Ortunyo y a 1 otra persona les gusta esto. -
Te conozco desde la brisa que alborota
el temblor de nuestros nombres
al final de unos besos.
Me encontré en un cálido resplandor
asida a tus manos,
con tu aliento reclinado ante mi boca
en el dulce ritual de mil
noches que ya no tienen alba.
Me recosté en tu piel,
y supe que eras tu.
En tus labios brillaba el arco iris
y abajo,
en el sendero hacia mis pechos,
nacieron tus versos
recitando mi cuerpo lentamente.
Soñamos que era primavera
tus ojos se abrieron desnudos
para vestirse con los míos.
Entonces llegó la madrugada.
Ana Mercedes Villalobos
A ti, Alonso Vicent y Gustavo Cervantes les gusta esto. -
No sé como decirles lo que siento,
es mucho más que una palabra,
es la emoción de los te quiero
que se enredan en mi alma.
Y añoro el inicio de sus vidas
que se gestó con amor en mis entrañas,
los veo, y me reflejo en la ilusión de sus miradas.
La impotencia se abraza a mi pecho
incapaz de borrar el tiempo de sus lágrimas,
sus ilusiones perdidas,
la ternura me resbala por la piel
eriza de dulzura el corazón,
con la magia de aquella primera vez
que apretaditos a mi pecho
sofocaron mariposas revoloteando mi anhelo.
Su alegría se hizo sonrisa en mis labios,
los besos, milagrosas curas que sanaron sus heridas,
caricias repartidas que aprendieron de mis manos,
sueños que duermen en mis versos inspirados
como un regalo de amor, como un único legado.
Ana Mercedes Villalobos
A ti y a Gustavo Cervantes les gusta esto.
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