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Viendo entradas en la categoría: POEMA DE AMOR - Página 6
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(Mix con la Luna)
Esta noche, la luna y yo,
vamos a escribir un poema enamorado.
Ella dice que el amor no tiene letras
que se escribe en un solo temblor.
Y yo,
tercamente intento encontrar
el verbo que lo defina,
en todos los tiempos conjugados,
solo para molestarla.
Busco en el diccionario,
como nombrar el aleteo que provoca
tu mirada en cada
poro de mi piel,
la emoción que me cierra la garganta
impidiendo que la voz se haga sonido,
la nostalgia que aprieta mis lágrimas
en esas noches en que solo quiero
acurrucarme en tus brazos, y no estás.
Pero el libro, obstinado calla,
no existe esa palabra que describa
tantos momentos compartidos ,
cuando llega el verano, la tarde
en que regresas y nos miramos,
una mañana mientras desayunamos.
Dice la luna que cuando hablo de ti
resulta todo el infinito muy pequeño,
- me sonrojo porque acabo de confesarle
que el sol se ilumina con tu risa -
Me mira complacida y sonriendo,
me guiña un ojo.
Entonces le digo muy bajito,
que tus manos tan dulces
hacen galopar mi corazón de prisa,
ríe sin disimulo y se despide traviesa.
Va al encuentro del lucero que la espera,
pero antes, corre a susurrarme al oído,
que ese es el galán, que la hace suspirar.
Enamorada, y risueña,
deja sus cuartillas en mis manos.
Ana Mercedes Villalobos
A bristy, spring, Edna Victoria y 3 otros les gusta esto. -
Yo vivía enamorada de tu voz,
y a ti la ilusión te henchía el pecho
cuando sonreía.
Se afilaba tu mirada desnuda,
con la ternura que atravesaba los anhelos.
Al otro lado del océano,
cada tarde los suspiros se colgaban
en el umbral de la boca ¿ recuerdas?
Tus ojos, la perfecta estación donde
reposaban mis quebrantos hasta
algún otro encuentro,
tal vez hasta el próximo verano.
Reíamos como dos niños
dejándonos la piel en el abrazo.
Tocabas a mi puerta cada noche,
- siempre fuiste mi desvelo -
mariposas revoloteaban
en mi pecho anunciándote ,
¿Serás tú? me preguntaba,
descalza corría a tu encuentro.
El amor era una fiesta en el parque
lleno de faroles, que alumbraban
nuestro andar desde el otro
mundo que inventamos.
Fundido en amaneceres, el horizonte
era la luz que se escondía detrás de tu sonrisa
en tus labios llenos de palabras,
donde descansaba mi cuerpo apoyado
en tus promesas.
No fue dócil la danza,
ni el tiempo detenido entre las melodías,
gotas cantarinas
que nos navegaban el alma,
mi mundo se tornó al revés,
y ya tus ojos, eran el remanso de los míos.
Ana Mercedes Villalobos
A bristy, spring, Edna Victoria y 1 persona más les gusta esto. -
Se desbordan los besos
floreciendo en eterna primavera,
corren libres,
impregnados con su aroma.
Nuestros cuerpos desnudos,
latidos trazando la senda del deseo,
que como enamorados susurros
se funden con el atardecer.
La lluvia en los cristales
- fiesta de luces que nos arropa -
mientras nos mecemos, ardorosos,
en el loco vaivén de los versos,
que escribimos en las pieles.
El grito que no se aventuró a volar,
está allí, entre tu lengua y mi boca
como una canción enamorada.
Han sido muchos ocasos
desde esos besos,
pero aún permanece la urgencia.
Urgencia que se hace nostalgia de aromas,
y en un acto de fe al que nos abrazamos
seguimos amándonos
como aquella primera vez.
Ana Mercedes Villalobos
A bristy, spring, Edna Victoria y 1 persona más les gusta esto. -
Hay espacios en que las letras
no hacen versos,
unos labios que no saben besar
se llenan de suspiros
y no suspiran,
solitarios.
Las palabras
se bordan a las manos,
se tallan como caricias,
se hacen deseo en la piel.
Noches huérfanas de luceros,
vacías de cuerpos
como un anhelo que no tiene destino,
un instante sin tu sonrisa
cuando el tiempo se detiene.
Momento
de descalzarnos
intentar de nuevo el camino,
entre paisajes
en que las letras se hilen
sin tropiezos,
para llenar
el espacio de mi
vida en que te amo.
Ana Mercedes Villalobos
A bristy, spring y Edna Victoria les gusta esto. -
¿Desde qué silencio
tu palabra se hace eco en mi voz?
Se enreda en mis labios,
invade mis pensamientos
afluente desbordado
que cobija mis sueños.
No es callado mi verso
siempre te ha hablado.
¿Desde qué noche mis nostalgias
se visten con tu nombre?
Se pasean en mi boca.
Sin saber cómo pronunciarse
inventan recuerdos,
caricias que queman la piel.
¿Desde qué amor sembraste
caracolas en mis manos?
Senda de nardos
y tulipanes,
al norte, el encuentro
al sur, tu sonrisa
y más allá de la ternura
las miradas,
y dos cuerpos
bajo la luna.
Ana Mercedes Villalobos
A ti, a bristy, a spring y a 1 otra persona les gusta esto. -
Busco ese lugar que es refugio
a mis nostalgias, un aguacero,
un silencio.
El tiempo de un te quiero
nacido de tu boca,
porque hay todo un mar entre
mis besos y tus besos,
la distancia de un vuelo
que traspasa la luz,
que vive en mi memoria desde siempre,
ese fulgor dorado de tu mirada ,
con la que me absorbes y me alientas
origen de una luna de agosto
que nos arropó con su silencio.
Pero yo quiero tus manos para caminar
el sendero de mi cuerpo, tu corazón
desbocado como cabalgata de luceros,
quiero tu alma para sembrarla de flores
y latir en los latidos de tu pecho
mientras el alba acaricia la mañana.
Yo solo quiero estar donde tu estés
Ana Mercedes Villalobos
A ti y a Gustavo Cervantes les gusta esto. -
Es ese estar aquí, esos silencios sin ti,
esta sensación de partirme en dos,
de un amar a destiempo que se borra
en la penumbra de mi noche.
Porque siempre es noche
en esta frialdad de cuerpos,
en esta ausencia de besos
que hace inmenso y lejano el mar.
Y entonces queda la duda,
hubo sangre en esos labios apretados?
Hubo vida en esas manos quietas,
que no supieron alzarse en la tormenta?
Hoy está cálida la noche,
invita al amor, a ese roce de pieles
que alborotan mariposas
en el horizonte de los besos.
Pero no habrá indulgencias
en este encuentro.
no habrá sosiego ni perdón,
ni siquiera poesía.
Solo habrá el instante de amarnos
tanto que nos duela,
de que el mirarnos
sea un ejercicio de lujuria,
de atravesarnos los días
hasta no reconocernos.
De que huyan las nostalgias
y se prendan los besos,
que solo haya alivio
en la infinitud del abismo,
en esta experiencia irrepetible
de ser mucho más de nosotros.
Ana Mercedes Villalobos
A ti, Gustavo Cervantes y Edna Victoria les gusta esto. -
Hay un espacio en mi vida en que te extraño
no es una historia de besos, ni lágrimas,
ni posibles encuentros.
Es solo de extrañarte
desde lo más profundo de un sentimiento
que no se acostumbra a que no estás.
No vale detener el tiempo
porque ya no recuerdo el instante
en que me enamoré de ti,
fue cualquier día, o cualquier hora,
fue una palabra o quizás un gesto,
y es que no se si te amé primero
o te amé después
cuando me asomé al gris oscuro
de tus ojos y me vi retratada en ellos.
Trato de no encontrarme en ese espacio
cuando llegas a mí en algún silencio
que se escurre entre tus letras,
que se estrella en mi cuerpo como esas luces
brillantes que anuncian la Navidad.
Pero es la vida la que dicta las normas,
entonces el corazón pierde su rumbo
y se corta la respiración
como un dolor que traspasa el pecho,
que eres tú, vienes entre brumas
y yo me quedo al otro lado de mi vida,
allí, donde te sigo amando.
Ana Mercedes Villalobos
A ti, a Fantom, a Gustavo Cervantes y a 1 otra persona les gusta esto. -
“Dos cuerpos y una danza
tu y yo, y nuestros labios.”
Es como tejer caricias en la piel
explorando espacios
desierto sin oasis que quema
sintiendo el palpitar de tu cuerpo tan cerca.
Tu boca se alza en tentativa de conquista
urgida por los besos que se escapan.
El aroma del amor entre las sábanas
perfume tan nuestro que estremece mis sentidos,
alborota la memoria, se abraza a mi cintura,
se aventura por mi espalda interpretando
la dulce melodía del amante que regresa.
Llega el momento perfecto,
la lluvia fresca en la ventana,
los susurros, el temblor de la voz,
el viento de verano que se aventura por mis piernas,
la amorosa seducción de tu mirada quieta
viste mis ojos en intensa madrugada.
Un sediento vendaval se vierte sin pausa
dejando su aliento en el umbral de unos labios
que como anuncio de futuro se nombran,
en el temblor de dos cuerpos
que entrelazados se abandonan.
Ana Mercedes Villalobos
A ti y a Gustavo Cervantes les gusta esto. -
El amor tiene el color de tu piel
y hasta huele a ti,
cuando la noche se asoma
mi boca, curiosa,
saborea tu silencio.
Claudica ante la pasión
de tus besos.
Es como un juego entre
las palabras y los versos,
donde siempre ganas tu.
Me miras con tus ojos
llenos de estrellas
- porque ellos no saben callarse –
Es Mayo, recuerdas?
y en el jardín atardece la primavera
con todos los suspiros
pintando de colores sus pétalos,
mientras nosotros apagamos la luz.
Ana Mercedes Villalobos
A Edna Victoria le gusta esto. -
Eres piel de mi alma soñando rebeldías
con la luna descolgada en tu mirada,
quimeras desvalidas
corriendo sin respiro
tras la vida que te atrapa.
Eres afán de mañanas
con tus besos sosteniendo soledades,
sacas al sol tu sonrisa
descalzando al corazón en cada empeño
lucero de mis noches desveladas,
trasgredes la cordura
rozando sueños veinteañeros.
Eres marinero de cielos
navegando mares inhóspitos
compañero entrañable de ternuras
que acunas en tus manos
los mimos de mi vientre.
Ana Mercedes Villalobos
A ti, a Azalea, a Edna Victoria y a 4 otros les gusta esto. -
Desde que tierra sopla el viento que
nos despeina, el que nos voltea el mundo?
Había tanta verdad en esos labios!!
Eran los meses de primavera en que
el azul brillaba en su infinitud,
y yo necesitaba unos ojos bañados de luz,
y una boca que se llenara
del aroma de los narcisos, de las violetas.
Fueron tus besos el final de mi destierro,
ellos correteaban por mi piel
y caían lentamente
concediendo uno a uno mis deseos,
días de luz, del amor desnudo de intenciones,
que solo se entrega en cada latido.
Pero nunca la luz es eterna y
antes de que perdiéramos el rumbo,
las sombras nos ganaron la partida.
Queda lejano ahora tu pecho,
tus hombros, mi descanso, mi quietud.
De tu boca a mi boca hay todo un cielo,
un mar, millones de palabras, toda una
vida y esa sed que nos abrasa, que nos hiere.
Las flores nos guardan sus pétalos
para el otoño y en este destiempo,
mi corazón se regresa hasta mi cuerpo,
en la esperanza de que mi piel,
consiga deshacerse de tu piel.
Ana Mercedes Villalobos
A ti, a Azalea, a Edna Victoria y a 4 otros les gusta esto. -
Éramos tan jóvenes que el océano
no bastaba para contenernos,
nos quisimos con los bolsillos
vacíos de mañanas,
y las manos llenas de nosotros.
Amaneceres risueños
con nuestros pies descalzos
ritual mañanero de caricias
con el aroma del café recién hecho,
sin olvidos, sin ausencias
la vida como único motivo
para apretar nuestro abrazo.
Así he amado cada poro de tu piel
tú mis ojos almendrados,
y a pesar de las tardes de lluvia
brilla el sol en nuestro cielo
cada día que se trata de nosotros
Tantos momentos
que se han hecho recuerdos
que llenan las páginas de nuestro diario
sentimientos, vivencias
legado inmarcesible
como himno de amor
que todavía celebramos.
Ana Mercedes Villalobos
A Felipe Antonio Santorelli, bristy, spring y 1 persona más les gusta esto. -
Atravesamos la noche
con el cielo asomado
a nuestras sombras.
Tus ojos fijos en los míos.
Los besos abrazados a los labios
¡tan cerca de nosotros!
La primavera florecía mi cuerpo
y tú, enredabas mis cabellos en tus dedos.
Acurrucada a tu costado,
más allá del horizonte,
mecidos en el oleaje de la luna
que nos contempla calladita,
nos amamos.
Ana Mercedes Villalobos
A Felipe Antonio Santorelli, bristy, spring y 1 persona más les gusta esto. -
En la suavidad del beso
que mima mis espacios,
recorres con urgencia mis deseos,
cómplices trasnochados
de tu voz ardiente
donde escampa nuestra sed.
Se desgajan las pieles esparciendo sus aromas
mientras vamos descubriendo
el sendero de luz sembrado de misterios,
donde tus labios se acomodan
a mis pechos como queriendo arroparlos,
en el musical compás
que con delicadeza infinita
van marcando tus manos.
Tus ojos celebran la vida
que se escapa de mi aliento.
En ese espacio donde tus brazos
practican rituales de silencios,
compartimos suspiros con un alba
que se enciende en el último confín de la noche,
desde donde el universo conspira en las sombras
para que mi boca siempre regrese
a la calidez de tu beso.
Ana Mercedes Villalobos
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