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Viendo entradas en la categoría: Poemas - Página 2
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he contemplado un bardo, degustado ese sorbo de luna
en noche de tibieza y alma de verso errante;
luna de agonía sin esplendor, ni suficiente fulgor
en las manos destilando estrellas
mas con el deleite del delirio suspirando sus estrofas.
Tímido cántico en anochecidos labios
que feneciendo murmuran cuánto amor extinguen.
Se me descose la tentación usurpando tu sueño y
mis yemas levitan al unísono de tu concierto,
canto afable; vestigio lunar que resucita y
agonizando aun, melodioso deja su estela. -
No sé si son pájaros de la noche
o mariposas primaverales trasnochadas
las luces que florecen ante mí
solo sé que se ven lindas sus alitas blancas
en el cielo nocturno
a ratos confundidas en la llovizna de luceros
que con tanto brillo caen al suelo donde voy pisando
y su escarcha unta mis sandalias
de suspiros
de amor
¡o de pena!
Avanza la noche que me invento
para disipar la oscuridad del día que me acecha
sí, me invento una noche para atestarla de colores rutilantes
porque no sé si pronto será navidad
y los abrazos me queden impares
embriagando mi congoja en el inescrupuloso licor de la ausencia
tampoco sé si seguirán sonando los villancicos instrumentales
esos que ambientan las trascendentales ceremonias del alma
como la de hoy
los escucho e insto la escritura apaciguando agobios,
siento que en mi casa esta entrando la navidad jorobada
tendré que enderezarla con la esperanza
¡Por supuesto!
¡La esperanza! -
Germina la auroray te siento ¡Primavera!
ceremonioso mi pecho arde
ansiando tu florecer.
Señálame ¡Buena Hembra!
¿Cuál es el sendero de tu brizna?
acaso del sol la bocanada
que desde mi mirar rasguea;
esos esplendidos dorados
de almíbar, polen y mariposas
cuál deidades fragantes
desentrañando sus vergeles.
¡Oh, Vital Fémina!, anhelo
auscultar el canto del mirlo
a orillas de mi fuente, y ahí
amamantar el amor que crece;
cálido amor de rubial cabellera
fogón natural en las moradas
él que en ritual silenciosa peino,
agradeciendo la dádiva.
Alegre dama, de chalinas aromadas
brisa y rocío que los valles alimentas
sucumbiré en tus colmenas y trinos
rendida en el credo esparcido;
asuntos del amor divino,
beldad vigorizante de la natura;
retoños de esperanza ante nos.
Germina la aurora
y te siento ¡Primavera!
como un balconcito sacro
intimando en mi abejera.
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¡Oh gorrión!
tú que murmuras
de abejas, polen y flores
anunciando primavera,
déjame acicalarte en mi pecho,
acoplar mi latido al tuyo
innovando trinos nuevos,
me agrada la expectativa
de que la renovación este cerca
y es que es canto,
es jardín en mis labios
trigales en mis cabellos.
Gorrión de primavera
has abierto mis ojos
en universos azules,
mi rostro contemplativo
se vuelve lozano y fresco,
deseando engalanarme de estreno
para la víspera del esplendor,
un vestido purpura aterciopelado
como de reinado y nobleza
pues es bendita celebridad
feria de abundancia,
fertilidad
y de la vital esperanza.
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Sobre las olas de las líneas
un barquito improvisé,
a abordo llegó un marinero
navegante de aguas azules,
el rumbo me ofreció
a dos manos maniobramos
mientras anécdotas narraba
como habituado timonel.
Llegada la noche un farol iluminó
en su bitácora las letras titilaban,
con maderitos iba marcando
cada encantada página
en una, discreto se detuvo
aternurado me miró y
declamando muy quedo
lo que sentí fuese el coro
de una paternal canción:
¡Niña mía, aquí estuve
en tu cuento de papel
y en tu corazón estoy
ahí, por siempre a proa iré!
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¡Ay moñitos ensortijados!
Muñequita de trapo
de talle inmaculado,
que frágil cría eres
ojalá nunca sepas
de amargas frutas
ni lágrimas blancas.
Niña de ojos grandes
hermosos como el orbe
déjame besar tu frente
de ensueños inofensivos.
Nena manitas castañas
tostadas porque sí
que el divino te conceda
una existencia feliz.
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Tal vez cuando emprenda anchura
mire a la cumbre tal los ciegos
o cierre los ojos solo superficialmente
y sea día nublado antesala de lluvia,
tal vez la congoja me lleve arrastra en su ramaje
o yo tenga el alma alada y alegre,
tal vez sea en el rato vespertino que nunca me gustó
ese pálido ocaso cuya data su rostro mutó por amor,
tal vez en ese fragmento del reloj
acuñe mis instintos celestes
en recién nacidas mariposas
que volverán a oruga en primavera,
tal vez estoy escribiendo hacia atrás
donde se anula la cordura
y el pecho erosiona de tanto amar,
donde se pide indulgencia
si por desear volar se es pecador,
tal vez en ese entonces en lo alto una voz bronca
resuelle y las venas de luz se multipliquen
en mis espejos
y regrese
o me quede.A bristy, Anamer, malco y 1 persona más les gusta esto. -
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Cuan hermoso se hace el día
cuando el corazón engulle la aurora
y nacen espigas de aliento; alegrías todas.
Hoy estoy plena de ti, de tus hazañas,
de tus aventuras apiladas.
Esta mañana me senté en tu huerto
tuvimos amena charla; me contó
no hay otros colores en él
solo los capullos de tus ojos,
ojos que adornan mi ermita
cual pampa asilvestrada,
¡Me confesó su soledad!
Espera por tus manos esmeraldas,
manos que he besado con frenesí
en sus transparentes alas
como si florecieran palomas argentadas
pilotando traviesas por toda la estancia.
Cuentan las hormigas de tu huerto
monumentos son las piedritas de río
y estatua es el bebé de piñata
que sobre ellas sentaste.
Cuan hermoso se hace el día
cuando te invento alas
y voy tras de ti ensayando fábulas.
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Hay un silencio en la campiña del sol
un silencio que ahuyenta las aves
sosegando al viento
si hilándote estoy,
estás ahí en el glú glú del arroyuelo
engullendo la venturanza de mi estrofa
cual atrapa sueños dorado
si al otearte despueblo,
entinto el abecé en magnánimo amor;
voy amordazando mis ojos
inhumando la razón
hasta darle soltura al halo que nos atina
y resplandece un panal dichoso
donde navegan nuestros matices
divinizando el apego que nos acopla.
Hay un silencio en la campiña del sol
un silencio que ahuyenta las aves
sosegando al viento
e impregnando la tarde del naranja
que invoca calidez de hogar.
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