-
Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"Cerrar notificación
!!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!
Viendo entradas en la categoría: Poesía surrealista-.
-
Yo debí de nacer a mazazos.
Mazazos que van y vienen.
Hombres sepultados bajo
grandes nevadas de pies a cabeza.
Hombres insultados que manejan
su coche y pronuncian improperios
en bandejas de plata y porcelana china.
Debieron de darme con el trallazo
de una culata de una escopeta. Tras, tris, algo así.
Y entonces, nací. Bajo múltiples
silencios, decidí meterme. Y escondí
mi voz de sol al viento. Escuché
demasiadas penumbras, vi demasiadas
lluvias, como para permanecer sin olerlas.
Y prorrumpí en abrazos, aplausos sostenidos,
como banderas o estandartes, sucios y embalados.
Así hablaban mis mayores. Mis amigos también:
recelosos de todo, y enquistados en sus corazones.
La palabra necio no me iba mal. Yo nací
a martillazos, como las viejas brujas horizontales.
© -
Hay que retorcerse las tripas
en un bello baile de gráciles formas
donde acuden los labios
tan oprimidos como sauces o voces.
En un lodo de impresiones fugitivas
hay que imprimir el fuerte beso de los
árboles sin carcaj
y ese reloj de inveterada presencia
dará su efecto de comunidad indecible.
Un grupo de caracolas transparentes
impulsadas por el aire, cálido y caliente,
impulsadas a los bosques que regurgitan
su número de sacos de alabanza malditas.
Trincheras de furtivas sensaciones
de besos escuchados y abolidos por el viento
de rasurados mitos como escalpelos en el vientre
de cerebros hermafroditas que buscan
su simiente fortalecida.
© -
Alas blandas de mariposa
libélulas en su secuestro asesinadas
espantos de espada o espadachines
indolentes y aterciopelados como
inútil biografía o nata. Naftalina
de los verbos errados, de los conversadores
que acrecientan sus equilibrios
bajo la herradura misteriosa de los párpados.
Sube, asciende, cruje, mis labios impertérritos:
asume tu inutilidad en los besos de la gracia.
La plata sabe a pocilga, a lluvia estancada,
a necedad de labios que oprimen un dedo
con sus tenazas de morfina.
Oh versos delicados que clamáis
venganza desatinos o amores incorruptos
como cuerpos extensos en bahías innecesarias,
prescindid de los labios, las figuras más intensas,
las acacias menos insurgentes, flor silenciosa.
De los brazos sueltan chorros de amor impetuoso
mis lágrimas soñolientas de barro y vapor-.
© -
Oh sí acostado de repente
entre la multitud, solitario
entre los más solitarios, con
antiguo desdén militante
todavía entre venas y arterias,
oh sí, cisternas que descargan
como una incineración fortuita.
Vi el azul del día su antigua malformación
el sexo vespertino y la letanía de padecer
con un ombligo
la belleza de repetirse en la distancia.
Oh llámenme loco los inoportunos
que acarician a estas horas un lugar lejano
una simiente ebria de paz, un hogar
acotado con límites y perseverancia, que
yo, iré desmontando mi cancela y mis guardias
salvajes.
Leones practican su osadía en mis terrenos
la luna es una imbécil osamenta que tiene cuernos
y una vaca insufrible viajando entre sus órbitas
descomunales.
Oh sí, llámenme loco y arbitrario los que siempre
arbitran los que planifican su existencia hasta el último
de los detalles, mas yo, humilde hasta por los poros sinuosos,
detestaré siempre no presentarme desnudo en los portales,
fabricaré despojos en los hornos de la desidia.
©Te gusta esto. -
Qué bello es verte sangrar
de los costados inmensos
y en esa sapiencia de los estambres
escuchar los sonidos ambivalentes
de la náusea. Oh maravillosas frecuencias,
arbitrando mi lasciva fecundación
sobre sótanos abiertos a ojos hirientes.
Pues todo ha terminado, y mi amor
no es más que un sustituto de la vida:
vida muerte muerte vida, en un solo
instante-.
© -
Robustas columnas
atraviesan el campo efímero
mis rotas apologías que sucumben
al frío hibernado, de duración
indeterminada. Son soles negros
que corrompen mi esencia, transmiten
la luz en los bosques del ocaso.
Oh maravillosa luz en mi espacio,
donde estridencias abovedadas ofrecen
su mano monos y orangutanes.
Con sombrías ejecuciones de electrocutados
dedos, de acuáticos cimientos, de umbrosas
liturgias sin calificación eléctrica.
Oh maravillosos dedos que empujáis
vuestras tripas al sexo contiguo, cómo
formáis, en mis intestinos, resuelven
su cosmética de incendiadas rosas.
En mi cuerpo crecen las hormigas,
las hormigas suntuosas
del pasado presente, en cuyo signo
buscas la restauración de tus mitos-.
© -
Aquí todos ríen
ah pero tienen alas
dispersas conjuntadas
esporádicas iniciales
tersas o desnudas
incipientes o escasamente
trabajadas en su ámbito mineral,
las alas destrozan su suspendida mirada
la voz que fabrican con espacios vacíos vitales
los números ejercen su presión de rosa futura
y en los odios enquistados la pasión fortalece los nudos,
vives aquí, donde la disciplina volátil
teje su manto nevoso sobre los nativos del río abandonado,
como en un mundo sin dioses
practicas la vocación diurna de manifestar tu impulso
nieve sobre nieve polvareda sobre polvo de ladrillo
tus alas mienten, son laúdes herméticos
que profesan su amor desnudo a los huesos.
© -
Lunas espliego y sol
vaguadas del cielo
esponjas que traga
un agua irremediable
lleva el río su azul delineado
partituras del efímero vestigio
tu amor una forma desaparecida
la impenetrable máscara el recuerdo
la memoria de un ayer despojado
diezmado, su sombría numeración
sin frente.
Luna, espliego y sol,
calientes entre las manos
luminarias absorbentes
donde transcurre la existencia
en tierra difusa o de nadie.
Y en lo fugaz la racional vida
corriente, lo apagado por naturaleza.
Los sueños vibran en su carpeta azul
domesticados por el viento insufrible
que genera un ventilador adormecido
por las bocas recién maquilladas.
© -
Apenas sé
esos nombres mutilados
las orquídeas negras definitivas
los hombros cesantes en la ausencia
de una pierna sin trozo de resguardo
o refugio.
Apenas sé
la lluvia de esos ojos
pozos sagrados
en que estrellas y llantos
mezclan sus agonías varias.
Apenas sé
ni la penuria que existe
que habita un penique duplicado
falseado fraudulento.
No hay nada en la vida
en esta vida de bordes y límites
que acarician sus muslos
hasta doblar el último abismo-.
Periódicos y periódicos
sombras humeantes de un dormitorio
antiguo
donde andaban los radiadores con frío
a qué para qué conservar recuerdos
memorias: obsoletos transeúntes de un paraíso
equivocadamente humano.
© -
Iré por caminos
por caminos de piedras erguidas
con sangres remotas
entre las nativas auroras
como notas de una insurgente textura.
Iré por caminos de sangre
piedras conformadas en su redonda partitura
hasta alcanzar la forma de la flor que esculpe
la materia sin pretensión de brazo descuidado.
Daré con las llaves de las piernas
con agua subterráneas
de los sexos de las cigüeñas
donde anidan los vuelos
y las tempestades robustas.
Sin emisión de ruido
cilindros de dual pasión
donde resta la palabra tan hermosa
abandonada a su ecuación misteriosa.
Iré por senderos de gotas sin brazo
con lluvia de tiempos pasados
en la letárgica operación que tamiza
un músculo de bella rectitud-.
© -
Que talen los edificios
con las lenguas sobrantes
de los árboles semblantes
de las atávicas simplezas
de poetastros indóciles.
Que florezcan los labios
en mitad del universo,
donde habitan las flores,
y muere el dúctil convocador
de plasticidades.
Que desuellen los granos
de avena, con útiles de labranza,
con ingentes cánticos
de idiomas contradictorios.
Y quiten las máscaras
a las esfinges selváticas
que inundan mi rostro
de cuando en cuando-.
©A bristy le gusta esto. -
Virulentos oleajes impregnados
suciedades mustias que invaden
pulmones agrietados por cansancios
multiplicaciones revestidas de asfalto
vientos que emergen de superficies subterráneas
hasta limar el cabello de las vírgenes destruidas
vestales inocentes de tanta belleza inconsecuente
rocíos secundarios que plasman dormitorios rebeldes
donde duermen amantes sin labios que frío tras frío
acuden al hospital de turno a ocupar su silenciosa manta
de urgencias. Un racimo de suculentas granadas escarlatas
donde el reino de los vencidos obtuvo su militar gracia
su absolución terrible de besos duros como la escarcha y el hábito.
Nosotros, los mismos dirigidos al altar, murmuramos la canción
del cansancio, el agotado tránsito de obligaciones perturbadas,
hasta que el silencio domina y ausculta todos los pechos estériles.
La risa duerme y el frío envanece la mejilla dorada
el pecho se ausenta de tomar pastillas decadentes
la perla de los días aumenta su diablura y los termómetros
ocupan su periódica invencibilidad.
Ah hasta aquí llegaron tus hipócritas manías
tus hipopótamos dormidos, los lagartos tendidos
que escapaban a las lagunas fangosas de los cables eléctricos
de tu cabeza con filtros.
© -
Entonces, silencio tras silencio,
escuchando el horizonte, fría presencia,
u obstruyendo el completo panorama,
lleno de insectos o alimañas tristes,
derogando el eximio dialecto, el múltiple
pan de los desahuciados y la miseria habitual
de los carceleros presionados. Vacilo,
basculo la orientación dispersa, donde arremeto
con fósiles o flores ambivalentes, de corola funeraria
y tétrica. Tenuemente, labios implantados,
son deseos trastornados, las manos quedan muertas y
yo me exilio, territorio a territorio.
Van cayendo desde el lugar de siempre,
fúnebres mensajes orgías llenas de espanto,
panes disolutos, formaciones geológicas y minerales
descartados en lo plasmático.
Y escucho, de nuevo, el silencio, que apenas
arde. Transito templos nefastos, naves crucificadas,
llamean en mí pétalos de fondo oscuro. Y navego
por altas misiones desencantadas hasta alcanzar
el solitario desdén utópico-.
© -
Allí anidó un hueco de luz
permanente ofrenda de barcos encendidos
estalactitas sumergidas en lo amplio
superficie ignorante de sus lascivas manos.
Allí anidaron bocas de azufre
pantalones de seda sombras ajustadas
reticentes comuniones zozobrando
el brazo sobre eternas cremalleras de castigo.
Fue azul la madrugada con su oxígeno
donde habitaba la esperanza dormida
con sus camiones desdentados y profesionales
entonces, la visita de dios no tuvo ocupación
en la tierna memoria secuestrada.
Fue absorbida la primavera con sus años imantados
prefirieron la absorta maleza el cuello mágico de las botellas
el suplicio infantil de los insectos la materia vernácula
o el exigente culo de un vaso siempre dispuesto.
Sacrificio! Opinaban los sacerdotes tercermundistas:
razones de peso, igualitarias formas fecundas,
racimos crepusculares de odios fanáticos y raíces hondas
de suspiros. Sacrificio! Fueron dictando al unísono
sus largas lenguas desempleadas, sus escuetos procesos
racionales. No hubo respuesta,
el hombre obtuvo su semilla de putrefacción,
en lo opinable del mediodía.
©Te gusta esto. -
Transijo con celestes formas
concedo múltiples desaliños
la reverencia principesca más hostil,
el desacato terciado menos conforme:
agredo, simultáneamente, frondas opulentas
y límites que no me pertenecen.
Vean el contenido de mi espíritu:
formas ausentes, vaivenes ineptos,
sombrías ejecuciones de almas y cuerpos.
Pero no me traduzco, imagino las fábulas
que los demás, se crearán con esto:
infame, dirán, triste, inoportuno,
es igual, la sangre todavía corre.
©A lesmo le gusta esto.
Página 1 de 2