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Corazones metropolitanos
George Simmel
Metrópolis y vida mental (1985)
De este modo, el tipo metropolitano de hombre -que, por su puesto, se manifiesta a través de mil variantes individuales- desarrolla un órgano que lo protege contra las constantes y variantes amenazadoras de su mundo externo, las que de otro modo lo desgarrarían. Reacciona con su cabeza en lugar de hacerlo con su corazón. Una conciencia incrementada asume las prerrogativas de la vida psíquica. Así, la vida metropolitana supone una conciencia creciente y un predominio de la inteligencia del hombre metropolitano.
El individuo queda reducido a una cantidad despreciable, quizá menos en su conciencia que en su acción y en la totalidad de sus oscuros estados emocionales derivados de esa práctica. El individuo se ha convertido en un mero engranaje, en una enorme organización de cosas y poderes que arrancan de sus manos todo progreso, espiritualidad y valor para transformarles su forma subjetiva en la forma de una vida puramente objetiva. Es necesario subrayar simplemente que la metrópolis es el terreno genuino de esta cultura que crece más que la personalidad.A Emp le gusta esto. -
Sobre Vagabundos
La ideología Alemana
Karl Marx y Friedrich Engels (1974).
Los comienzos de la manufactura trajeron consigo, además, un periodo de vagabundaje, provocada por la desaparición de las mesnadas feudales, por el licenciamiento de los ejércitos enrolados que habían servido a los reyes contra los vasallos, por los progresos de la agricultura y la transformación de grandes extensiones de tierra de labor en pasturas. Ya sólo esto demuestra cómo la aparición de este vagabundaje coincide exactamente con la disolución del feudalismo. En el siglo XIII nos encontramos ya con determinados periodos de este tipo, aunque el vagabundaje sólo se generaliza y convierte en un fenómeno permanente a finales del siglo XV y comienzos del XVI. Tan numerosos eran estos vagabundos, que Enrique VIII de Inglaterra, para no citar más que a este monarca, mando a colgar a 72.000A selenschek manfred y luna roja les gusta esto. -
La soledad en las masas
Luis Wirth
El urbanismo como modo de vida (1968)
El frecuente y estrecho contacto físico unido a una gran distancia social acentúa la reserva mutua de individuos desligados entre sí, la que, de no ser compensada por otras oportunidades para una respuesta, es causa del sentimiento de soledad. El movimiento necesario y frecuente de gran número de individuos en un hábitat congestionado da lugar a roces y a la irritación. Las tensiones nerviosas que derivan de tales frustraciones personales son acentuadas por el ritmo rápido y la tecnología complicada, propios de la vida en las áreas densas.A selenschek manfred y Lucevelio les gusta esto.