Ratana, mar de cristal

Ratana, mar de cristal,

dorada mujer, sensible,

sus ojos rasgados, apacible,

raíces profundas, en oriental.


Diosa de un amor imposible,

En Lampang, junglas grandiosas,

odiseas en rutas, majestuosas,

Tailandia de gente entrañable.


Ratana con amor, dirige labores,

de albéitar al Asiático Elefante.

Su belleza y porte elegante

a mi elige, de entre sus amantes.


Bellos e impresionantes paisajes;

gentes hospitalarias eficaces,

valoran la familia, amables,

manos juntas en inclinaciones.


En una mansión de teka

Ratana, su familia, me agasajan

me miman y respetan…

realmente admirables, eureka.


Ratana es mi gran amor, usa,

mi gran pasión correspondida,

suave y lentamente seducida,

sabiamente sensual y musa


Goza de los placeres, ama,

el placer de su pareja, en acción,

ama con ternura y pasión

tolerante, paciencia derrama.


En el bosque de teka, resplandor,

exuberante vegetación, inmensa,

el trasluz penetrable, intensa,

increíbles puestas de Sol, ecuador.


¡Tailandia en belleza, tolerancia, pasión y amor!

​

 

Que versos más chulos.
Son letras de lujo para una pluma como la mía un tesoro.
Gracias por ponerlas.

 

Moriria por existir en un pensamiento como este, bellas palabras me ha encantado leerlo.

 

gracias por vuestras dedicatorias a mis versos, os incluyo en su subliminal fondo...