El deseo

Lloverá óxido en los jardines de octubre.
Y ranas sin memoria nos prestarán los ojos.
Algo sucede que no es vidrio,
algo ajeno al púlpito suelta en el mosaico
una cabellera de olas.
Ven,
escucha como se clava el fémur,
muy adentro,
como un puñal imposible.
Por la ranura del magma gatean los deseos encendidos,
cubren tu pecho con racimos de fresa y anacardo.
Que no me mire tu silencio,
que no se pare nunca este aullar de pétalos.

 

Amigo mío, uno puede aquí percibir hasta el incienso de este ritual antiguo, carne derrumbada y enaltecida por sangre en fumarolas.
Bello poema, para despertar y traspasar los sentidos.
Te abrazo con admiración y respeto.

 

Este poema es el arte de decir las cosas más bellas con un vocabulario diferente y conmovedor.
Cito dos líneas sublimes.
Fue un placer leerte, amigo.
Un abrazo y feliz viernes.

 

Como siempre magníficas tus letras mi querido Ramón, estuve alejada del foro por el COVID
que me tumbó, menos mal que ya me estoy recuperando y retomando mis paseos por aquí.
Gracias por compartir tus letras con nosotros. Besitos cariñosos vuelen a tus mejillas.

 

Gracias, Pedro, por tu lectura y palabras. Un abrazo.

 

Ha sido un placer leer metáforas tan estimulantes. Un poema con una riqueza enorme.
Un saludo.