Deseo

Tú: deseo incontrolable,

fuego voraz que incendia el universo;

tus manos en mi espalda

deshielo.

Desde el lado oscuro de tu pecho

me devuelvo en bandada de pájaros

hacia el oeste de tus ojos

para desdibujar con mis labios

las líneas que remarcan el contorno de tus cejas.

Tú: sediento de tiempo y memoria

en tus manos soy agua bendita

que absuelve todos tus pecados,

tu frente en mi ombligo

eterno.

Eres mar con sabor a canto de gaviotas

una tarde de abril al pie de la ventana.

Bosque incierto, laberinto sin salida

me inserto en tu arboleda de constelaciones;

tu destello serpentea

fugaz como cuando cae una estrella,

te esquivo, me buscas y me hallas

en la cúpula de todos tus deseos.


Niña golondrina.

 

Leer tu poema es comer una cereza con los ojos para llevársela luego a los labios. Abrazo.

 

Maravilloso poema, sensual, exquisito y lleno de sentimiento
ha sido un placer leer
besos de colores en la distancia

 

Divina sensualidad expresada con códigos de Niña golondrina. ¿Quién no bebería de un agua tan poderosa, vivificante, bendita?

Enhorabuena, poeta.

 

Hermoso ese deseo de amor.

Felicidades niña hermosa por tu grandiosa obra.

Aplausos de pie.

Abrazos con todo mi cariño niña linda.

 

Muchas gracias por la apreciación, un abrazo grande desde Bolivia.