Plegaria

Álzate a la luz,
que no sea misterio tu voz,
descubre la armonía bajo la piel de la palabra.

Tú que desdeñas mi nombre y mis apellidos,
mi pasión y mis anhelos
no finjas resplandor cuando eres penumbra.

No me ciegues con tu sol ambiguo
si son escarcha las letras que te visten,
desnúdate de ritmos,
del engaño que asombra como fuego de artificio,
de la vanidad que quiere ser
-como en el célebre título-
tu canción desesperada.

Sé, tan solo,
mi pequeña luz,
mi reducto de paz,
mi única flor de abril.

Eso es lo que espero de ti, poema.

 

Todos los poemas, los de letras y las personas que los motivan, se convierten en luz al ser escritos.
Siempre es interesante tu obra.
Muy feliz media semana.

 

Es magnífico. El tema, el fondo y la forma se retroalimentan al infinito. Tu pedido al poema ha sido concedido. Siempre me regocija llegar a tu espacio porque es tan sincero y profundo para el sentido poético, amigo, gracias infinitas por compartirlo. Mis abrabesos.

 

Gracias, Cecy, por leer y por el amable comentario. Un abrazo.

Gracias, amiga, por la lectura y la amabilidad del comentario. Un abrazo para ti.

 

Te leo diferente! no es lo que acostumbro a leer de ti! pero me ha encantado de igual forma! este es mas directo! mas escueto! pero igual de hermoso!

Un abrazo!

 

Gracias, Alde. Un abrazo.

 

Gracias, Gia, por leer y por tus amables palabras. Un abrazo.

 

Bello poema de luz estimado Penabad. Un abrazo con la pluma del alma. Buen día