Liras ligadas logran labrar los lúcidos locos

Ya no tiene decoro,
no sabe, no conoce, ni le importa,
repite como un loro
y sin pensar reporta
lo que oye, en verdad nada nos aporta.

 

Mi alma ya no soporta
tu evasión a mi verso y no contestes.
Si otros hablan que importa,
mas tú no te molestes,
solo me importan tus versos celestes.​

 

Vi en ti suelos agrestes,
desiertos, tundras, témpanos sin sol.
Vi, del hombre, las pestes
que hierve en el crisol
Luzbel con sus recetas de alcohol.​

 

Aborrezco el control
de mis horas, mis hechos y mi sueño.
Me sigue la Interpol,
sé que no soy el dueño
de mis actos ninguno, ni el pequeño.

 

Soy siempre muy coqueta
si te encuentro en mi vía mañanero
reír es una veta
que alivia el desespero
hoy que cumplo mis años, es enero.​

 

Yo saludo al enero
que ha traído a mi invierno tu calor
de nuevo candelero
y de botón de flor
por tus versos que siempre hablan de amor

 

Si, siempre hablo de amor
pues me causa placer, profundo gozo.
Me olvido del dolor,
lo hundo en profundo pozo,
rescato de la vida sueño hermoso.​

 

Mi ánimo se trasmuta
cuando encuentro tus versos de alegría.
Se vuelve diminuta
mi cruel melancolía
y solo oigo tu canto, su armonía.​

 

Tu verso me apasiona
y me hace imaginar cielos extraños
donde nada aprisiona
ni la soledad, ni años,
ni siquiera los crueles desengaños.​

 

He cantado canciones
al pie junto a las rejas del balcón
para que me perdones
no se porque razón
dices que yo rompí tu corazón

 

Romper el corazón
sucede tras un mal entendimiento.
A veces sin razón.
Un triste sentimiento
del abandono, el olvido y un mal viento.​

 

Eres una leona
defendiendo a su cría del asedio
soy solo una persona
que no tiene remedio
cuando quiero ayudar consigo el medio

 

A veces es el tedio
que apoya a la tristeza en su función
y de temor asedio
estruja al corazón.
Solo la poesía es salvación.​

 

Para la salvación
los restos del naufragio servirán
trozos del corazón
aún rotos vivirán
no pierdo la esperanza, latirán

 

De mí todo dirán
que no soy recatada y modosita
y dirán un refrán,
pero no hago la cita.
Habiendo poesía, ya no hay cuita.​

 

Por la virgen bendita
embustera, juraste nuevamente
acudiste a la cita
con el chico de enfrente
me mientes y te vas alegremente

 

Me voy alegremente
llena de tus caricias y promesas
pues me amas dulcemente.
Tus palabras son fresas
que alimentan a mi alma con certezas.

​

 

Diálogo interactivo
mantengo, porque quiero disfrutar
del amor que recibo
tu prefieres chatear
a mi me gusta más poder tocar

 

No te he podido hallar,
supongo que te ocupan tus problemas
o tal vez el azar.
Extraño tus poemas.
No me valen ni ruegos, ni zalemas.​

 

Te mojas y salpicas
funcionario que roba a la nación
tu actitud justificas
pero eres un ladrón
aunque vistas camisas de algodón

 

Ya se pasó tu hora
que de hacerme sufrir siempre te ufanas
juro a partir de ahora
en nombre de mis canas
se acabó, ni de verte tengo ganas