Quintillas quincalleras quizás quemen quilos

Son difíciles los cuernos
de llevar con dignidad
si es que ofreces paridad
y encuentras tonos alternos
y lejos de la equidad.

 

En cuestiones de equidad
mi jefe es analfabeto.
Me dice que soy cateto,
y que por mi honestidad
sus mañas me son un reto.​

 

Yo lo siento como un reto
que me parece importante
a tenor de mi talante
y así salgo del aprieto
mirando siempre adelante.

 

Para que alguien adelante
en la estrecha carretera,
tiene que ser una fiera
del manejo del volante
y tener mal la sesera.


​

 

He tomado el desayuno:
café con leche y tostadas
cubiertas con mermeladas,
y, ya que estoy en ayuno,
variedad de sobrasadas.

 

¡Qué buenas las sobrasadas
son para el cholesterol!
Cuando están bien preparadas
son diosas del un descontrol
que siempre acaba en panzadas.​

 

No son buenas las panzadas
por forzar la digestión;
la tarde ya no es opción
por la presencia de arcadas
y la noche es contrición.

 

Siento que eres constricción,
reina boa de los celos,
cuando voy con los abuelos
en busca de algo de acción.
No sufras esos desvelos.​

 

Yo no hablé de constricción;
no tiene que ver con celos
y menos con los abuelos.
No vale esta construcción,
en alto clamo a los cielos.

 

¡Vaya facturón, oh cielos!,
solo con verla me impone
y el que escribe la repone
y le vienen los develos
y en su quintilla lo expone.

 

Leer velozmente expone
al “quintillero” al error.
Pero le otorga color
al hilo, pues se compone
hasta que reine el licor.​

 

Como Maramin procuro
escribir, más mi castigo
es que llegar no consigo
y cada vez es más duro
…a Dios pongo por testigo

 

Es verdad, y soy testigo
de lo que dices, comienzo,
intento, borro en el lienzo
y me arrugo como un higo,
al terminar me avergüenzo.​

 

Dicen que no me avergüenzo
aunque no falta el motivo
que no pago ni un recibo
que en el futuro no pienso
que con todos me hago el vivo

 

Me pregunto si estoy vivo
en un mundo de Internet.
Alivia un aperitivo
-elijo Coca y Fernet-
mi don interrogativo.​

 

Soy muy interrogativo,
la ficción es un gran cerco:
Amazon es todo un puerco,
filtros para verse chivo,
la red que atrapa al terco.​

 

Con las redes soy muy terco,
se leen muchas bobadas.
Yo, si quiero oír tontadas,
a un bar próximo me acerco
que las dicen a paladas.


​

 

A quien le guste la guerra
que se monte una en su huerto
y por si fuera él el muerto
que se haga un hoyo en la tierra
para no ser descubierto

 

No quiere ser descubierto
Bernardo en su humilde huerto;
no sabemos qué cultiva
si achicoria o la furtiva
cactácea del desierto.

 

Este centro está desierto
de bondad, paz y recato.
Es el don de gente chato
en este asfáltico huerto
donde brota lo insensato.​

 

Una vez fui un insensato,
le pedí quedar conmigo
cuando ya tenía abrigo
bajo el palio de un beato.
Si lo sé, no se lo digo.

 

Donde dije digo, digo
Diego, frase muy manida
como no tener comida
es manida de un mendigo
y aunque manida, jodida.

 

Es mejor que se resguarde
el verano está que arde.
El peligro es inminente,
algunos que hacen alarde
se tuestan al sol ardiente.

 

Sentiste pasión ardiente
que quemaba tus entrañas.
Hoy te basta si está al dente
o simplemente caliente
y no sé porqué te extrañas.

 

Qué personas tan extrañas
son los veganos, los cuales
solo comen vegetales,
fruta, legumbres, castañas...
y no prueban animales.


​