Tercetos encadenados

El videoteléfono
sé que tuvo muy poca aceptación.
Ahora usamos el radioteléfono.​

 

"Es mejor mejorarse"
es un potente juego de palabras.
Serios al tema deben dedicarse.​

 

En la profundidad está la sonda
de erupciones registra los sonidos
desde el fondo del mar parte la onda

 

Allí mismo, escondidos,
los peces caracol serán testigos
de ese sismo, pues viven comprimidos.

​

 

Muy frondosa es la higuera,
prodiga frutos, siempre generosa,
con quien comerse algunos higos quiera.​

 

Un regalo nos brinda cariñosa
su ley es dar, servir, no detenerse
la natura que es siempre generosa.

 

El otoño no quiere detenerse,
nos sepulta en la sepia de sus hojas.
No quiere un Sol cobarde defenderse.​

 

Se cavaban arrugias
para extraer el oro aluvional.
Es bueno si en el DRAE te refugias.​

 

¿Por oro aluvional?
solo oírlo me aguza la ambición
si es tu dote me luce original

 

Será causa de triste condición
aferrarse al pasado con nostalgia,
no entender la presente situación?

 

Me mata esta pubalgia
luego de ese tremendo pelotazo.
Recuerdo mis "gemelos" con nostalgia.​

 

Mi gran fortuna amaso
para adquirir la dicha invertiría
en un beso de amor y en un abrazo

 

Comienza limpio el nuevo y azul día;
llegarán nubes plenas de tristeza
a mojar el café de la armonía.

 

"¡Me rodean escuerzos!",
gritó la fea infanta ante sus besos.
Y los sapos pedían, "¡más refuerzos!"

​

 

Del amor investigan los excesos
han creado la gran institución
antes de Adán y Eva hubo besos

 

He comido tamales
en Perú, muy picantes pero buenos.
En México no son tan celestiales.​

 

Un revolcón sobre henos
con juegos los infantes se divierten
Con la tableta suelen ser más buenos

 

Tal vez que les injerten
algún chip a los niños en la testa,
y que nanotecnólogos lo inserten.​

 

El azar en el juego
de amoríos dilata los placeres.
La entrega en desenfreno mata el ego.​

 

En tu mente los seres
Obran mal y no dicen lo que piensan
tranquila, de psicosis no te mueres

 

Los ánimos se tensan
porque hay algo podrido en Dinamarca.
Con arenques salados nos inciensan.​