El blog de bristy

Los árboles casi desnudos
acarician el cielo
como suaves pinceles.
El otoño ha llegado.

La nube de polvo blanco y negro
de un enjambre de avefrías
sobre el pasto,
el agua humea al sol.
La niebla envuelve los bancos
de esa isla,
inclinada, borracha de calor,
en el espacio abierto entre
verano y otoño.

Empapado de semanas de ilusión
de repente vió la luna llena
cómo un ramo de rosas amarillas
de pie en el campo del fútbol.

Cuanto más corto, mejor
Escrito en el agua
El vacío entre dos lámparas.

Pinté una vieja caja de carbón,
azul cielo con pequeñas nubes blancas,
y ahora sirve como una caja de ángeles.
Y cada mañana miro calladamente,
si un ángel ya se ha acurrucado.

El tren es gris y pesado como el plomo,
pero su humo forma rosas que,
esponjosas y blancas,
acaricia a las mujeres de mármol
con dientes depredarores a la luz
de la luna de color verde pálido.

Líquido amniótico,
la corriente más amarga del paraíso.
las bahías reventaron rosas.
La flauta de hierba de los niños
está manchada de rojo en el otro lado
y de las ramas del matorral
el canto de los pájaros desplazados
gotea como copos negros de bilis
sobre la hierba moribunda.

Estar aquí
color y estructura
movimiento, y fuerza
para permanecer en pie
como contra el anochecer
las nubes de tormenta flotan cerca.

De todo los agujeros del suelo
la carne rosada burnujea.
Sólo el vidente con su cuarto ojo
mantiene su mente en este mundo.

La escalera está llena de caracolas.
Qué tan alto vino la inundación
que se encuentra algas marinas
hasta la escalera del ático?
El ático está ocupado
por una silenciosa mujer
con velos profundos.
está de luto?
O son los velos negros de su sangre?

Las abejas del agua
son la vida de la voz.
Los secretos zumban en los peines.
El cielo se convierte en un enjambre
de mariposas moradas.
Puedo dejar mi aliento como maravillada.

Hay casas al borde del bosque,
una jungla, inescrutable para un niño.
cada palabra está al borde de un secreto
donde para el hombre comienza la oscuridad.

Con la arena de la noche todavía en esos ojos
volcó su luna.
El espejo está desgastado por esas lágrimas.
La última luz de vela todavía está cayendo sobre sus pies,
pero en las ramas de los árboles desnudos
ya cuelgan grandes lunas
sueños de fuego y sangre.

El árbol que estaba en el medio
está muerto.
Sus ramas están hechas de hojas
desnudas.
El tronco es hueco y sostiene la corona
ya no más.
La primera tormenta de otoño sopla
lo tiró abajo.

Un viento, una sombra en la pared,
el susurro de la lluvia...
Nunca hay una hora vacía, decrépita.
hasta que en las líneas de mi propia mano
descubro un país escondido.