Canalizo tu existencia en mi presencia desesperada aunque quizás no sepas que te busco como busca el recién nacido el pecho que salva. Te fuiste en medio del dolor de no poder hacer nada donde nada es una palabra hueca que comienza donde todo acaba. No hay que ser creyente `para sentir la cercana presencia que nos toca el alma, en medio del dolor que deja la partida inesperada. No hay que pedir permiso para trascender desafiando las fronteras de los seres vivos, que no saben que se han ido en la madrugada Yo estoy aquí, o estaré allá, No importa el lugar ni los motivos. No importa estar muerto o estar vivo. Estar es suficiente si la presencia nos une en otros siglos. cualquier día, sin mediar palabras. Frank Calle(13/ agosto/ 2022)
No quiero decir, te quiero, porque no me sale bien. Prefiero decirlo en silencio y siempre lo vas a saber. Hay silencios que no callan lo que todos pueden ver. Yo lo digo con los ojos, y se sabe por la piel. Mudos y sordos lo saben y se pueden comprender. No es problema de palabras, los muertos lo saben bien. Te quiero porque te quiero, no viene al caso por qué. Y aunque lo diga en silencio, el mundo lo va a saber. Frank. Calle (17/ julio/ 2022)
Todos se preguntan qué es la muerte. La muerte llega y el cuerpo desaparece. ¿Y el alma? ¿Acaso muere el alma cuando fallece el cuerpo? Para unos, el alma es lo eterno. Para otros, descubrimiento. Para todos, misterio... Hay una evidencia irrefutable: El alma existe en nuestro cuerpo, aunque sea intangible cuando estamos vivos, y quizás también, después de muertos. Pero... hay una hipótesis que nos deja perplejos: ¿Acaso seremos simples orugas? ¿La muerte será la metamorfosis física de nuestro cuerpo? La pregunta a todas las preguntas está a la vista, y no la vemos: ¿Seremos la MARIPOSA más maravillosa del universo? Frank Calle (8/ junio/ 2022)
Golondrina viajera que llegas y te vas, te espero cada año sin saber si vendrás. Recordando tu presencia, añorando el otoño que dejas al pasar; escapando del águila que ataca, regresarás. Así es tu vida, como un viaje sin final. Mi vida es un silencio, que se llena en cada regreso, Penélope incansable que solo sabe amar, estaré siempre mirando al horizonte donde cielo y tierra se besan imaginariamente, aunque todos saben que es una imagen irreal: puro surrealismo invento de poetas, que solo los incrédulos se niega a aceptar… Golondrina viajera que llegas y te vas, te espero cada año como Penélope de los tiempos. Estamos en paz… Frank Calle (28/ feb/ 2022)
Termina el año, termina. Nos deja el silencio que deja el miedo, el vacío que proyecta un abismo; el recuerdo imposible de un olvido. Termina el año, termina. Dolor en millones de almas; familiares y amigos que no regresan; se van sin despedida. Termina el año cuando comienza el otro: Felicitaciones, abrazos, brindis; Lágrimas de los que no olvidan. Amenazas que no desaparecen en la distancia. Científicos que luchan por salvar al mundo; personas que se juegan la existencia cada día. ¿Qué sería de nuestras vidas sin ellos? Termina el año, termina… Frank Calle (30/ dic/ 2021)
Que corta es la vida, que corta… Así piensa el elefante cuando nos mira. Así piensa el escultor que talla la lápida, cuando fija en ella, para la eternidad, nuestras fechas de vida. Así nos recibe el tejo milenario de borondillo, cuando con su sombra de veinte siglos, protege nuestro descanso en medio del camino. Así piensa el biólogo amante de la vida cuando observa la pequeña medusa inmortal turritopsis, o el pinus matusalen, con casi 5000 años de vida. Y así piensa el orangután de Borneo, que por su corta vida en nosotros se mira… Otros, sin embargo, no piensan lo mismo, cuando el tiempo se mide con la vida… Que larga es la vida, que larga… Así piensa el pobre en su pobreza, que nunca termina. Así piensa el condenado perpetuo, que espera y espera el último de sus días. Así piensa la madre que ha perdido al esposo; que ha perdido al único hijo; que ha perdido hasta la esperanza de morir un día, y no ha perdido la vida. Frank Calle (27/ dic/ 2021)
Te fuiste, Vicente, te fuiste, con la bandera bayamesa en la mano. Te fuiste Vicente, te fuiste, y te envidian en silencio los soldados… Desde niño imaginaste un final como este, en los picos de los Andes, con el fusil bien montado. Pero la vida hizo jugadas mejor calculadas: Tu espada fue la guitarra, cargada de poesía y de amor y esperanza; pero, como dijera Eusebio (1) de sí mismo, "paloma artillada". Te fuiste Vicente, te fuiste… Detrás queda una guitarra angustiada; queda una familia afligida pero estoica; quedan tantos amigos que son más que amigos, queda la música que un pueblo canta. Te fuiste Vicente, te fuiste… Santiago (2) te espera en las montañas… Frank Calle (18/ dic/ 2021)
Nos vimos por última vez hace casi exactamente 4 años, el día de sus 7o, y sobre aquel encuentro ya antes publiqué un comentario acompañado del primer poema que le dediqué, hace más de 50 años, que se puede consultar en la dirección http://www.mundopoesia.com/foros/temas/para-que-no-calles-lo-que-debes-decir.670914/ Hoy nos impacta la inesperada noticia de su repentina muerte, y en medio del dolor de familiares y amigos presento aquí el último poema que le dediqué, escrito por aquellos días. En realidad no es simplemente un poema, sino un poema-canción dedicado a su cumpleaños 70, y por los 50 años de amistad que entonces cumplíamos, con la esperanza de que Vicente le pusiera música y quizás algún día pudiéramos cantarla juntos. CINCUENTA MÁS VEINTE (Canción) A Vicente Feliú, después de 70 vueltas al Sol. Amigo, amigo, como han pasado los años, muchos cantores dirían, cincuenta que son setenta, si se suma la partida. Como han pasado los años, cinco décadas vencidas, éramos de 20 años, y buscábamos la vida; tú, escribiendo canciones, y yo, ni lo sé todavía. Así nacimos, amigos, y lo seremos por siempre, cada quien por su camino, cada quien por su presente. Así pasaron los años, así pasaron los tiempos, felices de reencontrarnos, si se anunciaba el concierto. En fin, ya tienes setenta, ¡almanaques de la vida! canciones que se olvidaron, recuerdos que no se olvidan, como el caracol profundo (1), en bajada, o en subida. En fin, ya tienes setenta, ¡cuántas canciones escritas! de cerca sigo tus pasos, de lejos sigo tus días, que la amistad que nos une, no termina con la vida. Como han pasado los años, muchos cantores dirían, cincuenta que son setenta, si se suma la partida. Frank Calle (10/oct/2017) (1) Hace referencia a la escalera de caracol por la que se subía al cuartico de Vicente, que estaba en la azotea, en la casa familiar de la Calle Neptuno, en La Habana, entre los años 1968 y 69. Allí pasamos días enteros de creación y de naciente amistad, para toda la vida.
Delante de la MUERTE va el DESTINO. guía los pasos del tiempo y decide los caminos. Le acompaña la SUERTE que en sus manos lleva dos dados, los dados de la suerte, que si juntan sus caras en un solo tiro, deciden el amor; deciden el dinero; salvan al enfermo; dotan de inteligencia; de hermandad; de hijos. Pero también deciden la muerte, si dos calaveras salen en un solo tiro. Detrás de la MUERTE va los hombres sin destino: su destino es único, los dados dictaminaron en pareja y tras la VIOLENCIA se esconden todos los males todos los odios, las bajas pasiones, la delincuencia incurable, los precipicios... Pero la vida es mucho más que un poema, mucho más que dados que deciden los caminos. Somos herederos de milenios de existencia. Somos la especie humana. Contra todos los dados, Contra todos los destinos. Frank Calle (12/ dic / 2021)
Todos actuamos en el teatro de la vida, sea drama o comedia nuestro empeño; acaso payasos que vivimos el delirio de hacer reír a los que lloran en silencio… No sé llorar si no existe un suplicio; ni se reír en medio de un velorio; ni puedo morir sin un disparo al pecho; ni puedo matar con la pistola del odio. Yo puedo actuar en medio de la guerra, para engañar al enemigo de otros; y tengo que actuar jugando entre niños, para morir de la risa como un payaso loco. Yo necesito actuar ante mi propio espejo, para poder soportar un mundo sin decoro, para poder vivir cuando todos se mueran, para poder morir cuando quede yo solo. Frank calle (2/ dic./ 2021)
Inconsciente realidad que nos castiga, imponiendo la doctrina del silencio; almas que vagan pendientes de su juicio, en un mundo donde turnos ya no quedan para entierros… Escapados de la espera del suplicio que les toca por decreto simplemente, los poetas nunca saben de su juicio porque nunca se preocupan de su suerte. Ignorantes de la esencia rutinaria que padecen los humanos más comunes, un poeta nunca vive en este mundo, nunca sabe del dolor de los inertes porque él vive en cementerios de la suerte. Suerte es la de existir en otro tiempo, y viajar sin llevar el equipaje, solo porta un poema en el cerebro y no tiene la moneda del peaje. Frank Calle (30/ nov/ 2021)
Caminando mis caminos en retroceso forzado, redescubro con sorpresa que gota a gota la vida muchísimo me ha dejado. Poco le debo al destino, que poco me ha destinado. He sido lo que he querido aceptando las ofertas rechazando los regalos si mis caminos no quedan con límites bien marcados. Dormir tranquilo me basta, nada le debo al prestado; nada le debo a los dioses que no les haya pagado con monedas registradas y con versos que he soñado. Todo le debo a la vida por vivir enamorado. Mis plantas han caminado siguiendo el camino recto que trazaron mis ancestros y mis padres me enseñaron. Solo le debo a la muerte, por darme tan larga vida y cuidar que mis caminos no tengan muchas espinas y enemigos en acecho ocultos en precipicios con vientos huracanados. Si alguna deuda he tenido que mi memoria ha borrado, lamento haberlo olvidado. Pero tengo manos limpias, Limpias tengo las manos. Con ellas he escrito libros y con ellas he pagado. Y a esta altura de la vida, Mirando desde la cima el pasado acumulado, hoy camino mis caminos en retroceso forzado, y redescubro con sorpresa que gota a gota la vida muchísimo me ha dejado. Frank Calle (23/ nov/2021)
No podemos continuar esperando lo que nunca termina. Llegó la hora de amarnos a escondidas, donde no nos encuentren los adivinos, ni los perros de presa, ni los fantasmas, ni la policía. No podemos seguir de frente a las balas perdidas; balas sin nombre que le ponen el nombre a una lápida fría. Ninguna bala nos hará daño, mucho menos la bala de la mentira, si hacemos un nido en cualquier Geografía. Tú tienes mucha razón, y yo todas las ganas de amarnos a escondidas, donde no nos encuentren los falsos adivinos, ni los perros vagabundos, ni los fantasmas sin dueños, ni la policía secreta, ni las balas perdidas… ..........Frank Calle (18/ nov/ 2021)
Llego al final del camino, y no encuentro a la Muerte... Solo veo encrucijadas silenciosas; puertas que se abren y se cierran; olores que me recuerdan la infancia; y en la distancia, un llanto como de niño que está naciendo... Nunca pensé que sería tan largo el viaje, nunca pensé que la muerte estuviese tan lejos. Por eso escribí en la vida tanto y tanto, apurado para no dejar de hacerlo, imaginando siempre que mañana sería tarde, y cada nuevo día me levanto y no lo creo... Y así, llego al final del camino, con los ojos que ya no ven los años, con las puertas abiertas para seguir despierto. Miro hacia detrás, y veo que el pasado se aleja, perdido en el olvido de mis recuerdos, Nunca pensé que sería tan largo el viaje, nunca pensé que la muerte estuviese tan lejos. Solo me queda esperar mientras escribo nuevos versos. Frank Calle (14/ nov/ 2021)
Me toma por sorpresa la sorpresa de llegar. Acaso nada puedo decir, acaso solo puedo soñar. Este es mi primer poema para este espacio divino, que nos invita a crear. Agradezco mucho este momento esperado, aunque por el momento, divino momento, no sé por dónde comenzar. Frank Calle (12/ nov/ 2021) Muy agradecido a todos los que me han motivado con sus comentarios. Ese inpulso de cada día ha sido el estímulo principal.
Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"Cerrar notificación