El blog de Malco / El solar de la palabra.

Paseando una fresca tarde
por la plaza que en mi calle había
vi venir con singular detalle
una visión me parecía,
cual hada de estrecho talle
su hermosura me asombraría
su andar era un oleaje
de liras su melodía.

Su rostro de blanco mármol
de sedas su tersura
cual álamo níveo árbol
que al invierno le perdura,
sus ojos son almendras
teñidas de azabache
y en su mirar acendra
volviéndome un agabache.

Sus labios provocante ofrenda
de manglares coralinos
semejan una rara prenda
que brotó del fondo marino,
su cuerpo de perfecta hechura
por un orfebre esculpido
destella su galanura
con su garbo desmedido.

Al ir cayendo la tarde
y va llegando el ocaso
cuando las pasiones arden
y los sueños se abren paso,
asoma la argentada Luna
y en las rocas rompe el oleaje
trayendo en su blanca espuma
versos de bordado encaje.

Pero pasó lo inesperado
que mi atención distrajo
cuando desesperado
hurgue por allá abajo,
para mitigar las ansias
y el calor desatado
en extraña circuntancia
quedé sobresaltado
al encontrar un bulto raro
que parecía una orquesta
¿Pero que vaina es esta?
pregunté atolondrado
y con tremendo susto
le saltaba el busto,
y me dijo con orgullo
ese bulto que has tocado
es igual al tuyo
pero yo estoy disfrazado.

Pero no se rían tanto
que ante tanta bellozura
rendido a su hermosura
también les habría pasado.










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Una tarde en tu piel


Una tarde en tu piel
de un otoño bronzino
ande tu camino
con pasos furtivos
en tu cuerpo de fuego
cual cautivo gacel,
sacudí mis tormentos
con naves al viento
cuando en mares adentro
sobre tus crespas espumas
surca el oleaje mi raudo bajel.
Una tarde en tu piel
de carmines sonrojos
he dejado un joyel
oculto en tus ojos,
y en tus labios marinos
ate mi destino
con lazos cendales
y habité tus umbrales
disuelto en tu aliento
y cercana presiento
venir la alborada
y en tu regia mirada
latir los momentos
que fueron sustento
en noches calladas.
Vibraron dispersas las tensadas cuerdas
de finos violines con notas de abriles,
despejando el silencio dejaron arpegios
cual vientos sutiles que aroman de espliegos
naranjo y jazmines a la luz de candiles
tus reales espacios y con ecos dorados
latiendo me nombran las inquietas sombras
que dan los ocasos y el teñido horizonte
me deja tu nombre lejano en mis pasos.






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Una tarde en tu piel


Una tarde en tu piel
de un otoño bronzino
ande tu camino
con pasos furtivos
en tu cuerpo de fuego
cual cautivo gacel,
sacudí mis tormentos
con naves al viento
cuando en mares adentro
sobre tus crespas espumas
surca el oleaje mi raudo bajel.
Una tarde en tu piel
de carmines sonrojos
he dejado un joyel
oculto en tus ojos,
y en tus labios marinos
ate mi destino
con lazos cendales
y habité tus umbrales
disuelto en tu aliento
y cercana presiento
venir la alborada
y en tu regia mirada
latir los momentos
que fueron sustento
en noches calladas.
Vibraron dispersas las tensadas cuerdas
de finos violines con notas de abriles,
despejando el silencio dejaron arpegios
cual vientos sutiles que aroman de espliegos
naranjo y jazmines a la luz de candiles
tus reales espacios y con ecos dorados
latiendo me nombran las inquietas sombras
que dan los ocasos y el teñido horizonte
me deja tu nombre lejano en mis pasos.






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Reflexiones

Dispongo de sobrados largos tiempos
de noches alunadas con harturas
volverme claro Sol sin contratiempos
con luz que se refleje en las alturas,
andando con mistrales fríos vientos
por rumbos sin inicios ni finales
asoman los vitales pensamientos
dejados desde tiempos ancestrales.

Atados a vestigios del pasado
de barro moldeados en hechura
urgidos por un cáliz consagrado
que libre la aflicción y la amargura,
sentimos en las vanas posesiones
con vagas fortalezas concebidas
y crecen desmedidas ambiciones
no importa en cuales precios conseguidas.

Sentimos el dolor en carne propia
repletos de fatal padecimiento
viramos con distante voz impropia
de espaldas al ajeno sufrimiento,
creyendo qué el tener es perdurable
se pierde lo sensible y la conciencia
llegando pues la parca inevitable
verás que solamente fue apariencia.

Por mucho que te gastes en ropaje
te cubras de aparentes oropeles
intentes engañar con tu linaje
reflejos de espejismos y cimbeles,
descuidan las honduras más humanas
descienden al abismo y con vilezas
engañan con entrada de pavanas
queriendo aparentar con sutilezas.

Por libres los andares de mis pasos
vendrán inmarcesibles los verdores
renazco al asomar de los ocasos
con versos y el cantar de ruiseñores,
mis huellas van dejando las estelas
sin prisa señalando los senderos
por mares cuan henchidas van mis velas
surcando tan fugaces cual luceros.

Destellos son mis sombras alargadas
curado de ambiciones y codicias
mis sueños son saetas son espadas
que cortan con su filo las malicias,
no llevo sobre el alma carga alguna
con fuego y magma lava me solazo
centrada sobre el pecho va la luna
el riego de rocío es mi algarazo.

Espero solamente la riqueza
que vale más que oro y que dinero
tener conmigo siempre la nobleza
de ser amigo fiel y muy sincero,
tener certero aliento en la palabra
olvido y redención de las ofensas
y nunca con ningún sentir desabra
hiriendo con mi voz lo que tu piensas.

Lentas horas

Caen lentas las tibias horas
resbalan blandas por las paredes
las siento siglos en sus demoras
y me parece se retroceden,
siento un minuto una larga espera
y presiento luego que ya no vienes
se vuelve invierno mi primavera
y creo morir si te detienes.

No es igual, nunca sería
si no fuera simple retraso
al hondo abismo caería
si algún día cambiarías
la linea recta que traen tus pasos,
en los cuencos de mis manos
se escurren entre los dedos
y caen en los desvelos
derretidas cual veranos
de desiertos encendidos
sus arenas ígneas brasas
es igual cuando retrasas
y veo mis huesos consumidos,
se hacen lentos los latidos
sin saber si el tiempo pasa,
púes parece detenido
cual linea del horizonte
en el se pierde tu nombre
tu rostro se ha desvaído
y mi alma me abandona
dejándome el vacío
igual que el ave errante
sin rumbo en su extravío.

Mas solo ha sido un letargo
un sueño de angustiante espera
un sendero que se hace largo
un sufrir que desespera,
una cruz, pesada carga
que a la espalda pone corva
un dolor de amor perdido
en hoguera consumido,
un desprecio en la mirada
con crueldad esquiva y torva.

Me hiere cual daga ardiente
los momentos que no llegas
es tortura inclemente
el palpito que no vienes,
es enredada hiedra
las dudas de mis urdiembres
es lava candente roca
que mana desde mis sienes,
el no sentir cercana
tu piel en mis desnudeces
la angustia se me derrama
al ver que nunca apareces.

Mas todo se desvanece
cuando siento en la lejura
tus ecos en la espesura
del sol cuando resplandece,
y vas llenando de aromas
de limas y de canelas
cuando en el horizonte llegas
y un destello de luz lo rompe
y asomas como candela
tu rostro junto a tu nombre,
tus pasos con pies de fuego
caminan sobre los mares
y con incesante riego
de espumas en los manglares
tu cuerpo hecho de espliegos
renace con mis soñares.





Malco
©Todos los Derechos reservados.
Queda prohibida la reproducción total o parcial de la obra por cualquier medio.

Bipolar

Me encuentro entre dos polos
aterido de frío
uno me causa enojo
y con el otro me rio,
tu norte me causa estragos
y prenden en mi resabios
cuando no puedo en tus labios
dejar marcados los míos,
pues escondidos de frío
no encuentro como besarlos
y ni siquiera rozarlos
apiádate amor mio.

Y cuando llego a tu sur
resbalándome en tu vientre
creyendo estar caliente
tu vientre se ha puesto azul,
más frío que una serpiente
y me rechinan los dientes
cual piedra en un espejo
mejor es irme bien lejos
quédate con tu glamour.

No encuentro que voy a hacer
con este bipolar estado
si busco por arriba
me mandan para abajo,
asi ando a la deriva
soportando tanto frío
y por eso yo me rio
pues me falta el arrojo
y dándome mucho enojo
por pasar tanto trabajo
mejor lejos me retiro
y me marcho pa´l carajo.

Invisible

Habitante solitaria en el silencio de la nada
invisible, impalpable su nombre de rara piedra
envùelvenme cual ropaje de enredada hiedra
los pulsares latentes de su luz constelada,
hùmida arena de sùtil ventisca
canto celeste de lira pulsada
con acordes fugaces de la alborada
gasa de tersa seda, rocìo y nevisca.

Roca de acerada hechura,
fraguada con fuego vulcano
solar sòsten de tiempos canos
lumbre serena en la espesura,
atracciòn metàlica que me alcanza
y de densa niebla el sendero cubre
con fugaces notas de la esperanza
mi fràgil fuerza de temor sucumbe.

Hòrrido invierno de impetuoso brìo
vuelve a la gruta del lugar umbrìo
donde penan las almas con gèlido frio
cuando sufren desprecios y no encuentran avìo
y caen al fondo del abismo sombrio

Tù partida

En àsperas horas de oscuras sombras
cuando su rostro asoma por el poniente
dispersa en ecos cuando me nombras
inquieta vaga mi voz doliente.
Procurè vencer el mal que alienta
con intenso empeño los desvarios
mi alma fràgil en el penar se asienta
en vano intento perdì los brios.

La ausencia es cardo de fatal espina
agonìa fèbril del que cae vencido
voraz herrumbre que el cimiento arruina
velo teñido de lejano olvido.
Se vuelven humo las esperanzas
reflejos falsos de un espejismo
un lobo herido en acechanzas
que cae indefenso a un hondo abismo.

Aciaga noche de tu partida
perseguì el sueño del desengaño
se hizo màs honda la abierta herida
cual daga ardiente me hizo daño.
En las espigas de primavera
con su mecer yo me sustento
en el vaivèn de las quimeras
tu cercanìa la presiento.

¿Por què renuevas tan larga espera?
y continùas con el engaño
mientràs mi sueño se apodera
de temores sin redaño.
Engañosa coincidencia
falsedad son tus señales
son visiones tu presencia
en la senda de mis males.

Ha madurado su vino (Soneto)

Temblaba con rubor la incauta niña
al ver su desnudez de flor henchida
llenóse de temor y confundida
de lumbres se plenó su piel armiña.

Lloró por no saber que se desniña
creyó desfallecer y así afligida
la madre le miraba conmovida
en tanto que su cuerpo lo escudriña.

No temas es hermoso lo ocurrido
es tiempo de tu cuerpo florecer
su vino madurado fue ofrecido

y anuncia que te has vuelto ya mujer,
de luz tu ingenuo rostro se ha encendido
de espigas brotará tu renacer.

http://www.mundopoesia.com/foros/blogs/malc

Ha madurado su vino (Soneto)

Temblaba con rubor la incauta niña
al ver su desnudez de flor henchida
llenóse de temor y confundida
de lumbres se plenó su piel armiña.

Lloró por no saber que se desniña
creyó desfallecer y así afligida
la madre le miraba conmovida
en tanto que su cuerpo lo escudriña.

No temas es hermoso lo ocurrido
es tiempo de tu cuerpo florecer
su vino madurado fue ofrecido

y anuncia que te has vuelto ya mujer,
de luz tu ingenuo rostro se ha encendido
de espigas brotará tu renacer.

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Gaviota

La vi tan gràcil alzar el vuelo
desplegar ligera sus níveas alas
con aletear potente remontar al cielo
y junto al viento su silueta alba,
parecìa làgrima desprendida
por la tristeza de alguna nube
parecìa aquella tu despedida
que con dolor no te retuve.

La vi venir como saeta
y suavemente rozar las olas
sentì abrirse la honda herida
que aùn sangrante mi alma asola,
la vi rasante rozar la espuma
flotar apenas con detenido vuelo
la vi de mar salpicar sus plumas
cual lagrimear en mi desconsuelo.

La vi posarse sobre la roca
serena y calma con pose erguida
aquella noche el recuerdo invoca
el frio deliquio de su partida,
la vi envuelta en su blancura
inerme, triste y anhelante
sentì los filos de la locura
en el delirio de su voz distante.

La vi inquieta y pesarosa
entre la bruma confundida
la vi disuelta y vaporosa
en su figura convertida,
la vi partir al horizonte
en la penumbra del ocaso
y entre versos decir mi nombre
serpenteando en el cielo raso.

Deshojando margaritas

Ignorarlo no resuelve
púes mas cerca me coloca
con más ansias me provoca
y el deseo se me revuelve,
lo haces más dificil,tu no lo facilitas
y me pones como un tonto deshojando margaritas.

Todo me parece, sea una cosa extraña
cada hoja que deshojo se me cae una pestaña,
no sé como, ni sé cuando, ni que cosa ha sucedido
yo un loco enamorado y tu feliz con tu marido,
pero no quisiera, que este amor se me reprima
por lo menos, ¡anda chica!, presentame a tu prima.

Resultado:
Presentandolé a la prima
y con grande ilusiòn
proponerle matrimonio
era urgente la cuestión,
pero al parecer le digo
se le vino todo abajo
quién lo iba a creer
en esta yo me rajo.
No salió muy bien del todo
con este cambalache
fue una recta al codo
que no deja que se agache,
púes la prima aludida
es bizcocha de los ojos
y mete unas mordidas
como cuaimas en rastrojos
y no siendo suficiente
le faltan tres dientes
de esos de la boca
y como bello remate
parece medio loca.



Malco
©Todos los Derechos reservados.
Queda prohibida la reproducción total o parcial de la obra por cualquier medio.
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Sortilegio (Soneto doble)

Andar con tan pesada carga es reto
y vengo a sostener el desafío
tenerte libremente tanto ansío
a ser tu pigmalión me comprometo.

Ceñirme a tus mandatos me someto
perdído ya me siento sin el brío
tu vaho siempre causa mi almadío
vertiendo tus aromas en secreto.

Ondina flor que habitas los boscajes
plenados de timbó, ingas y nogales
bordadas van tus alas sus plumajes,

cautiva de los cisnes y quetzales,
altiva con tu garbo y tus linajes
te ofrendo con mis versos los trigales.

Visión de rara sombra me estremeces
tu luz es reflejada en los marjales
deshaces pantanosos turbios males
frondosa en tus ramajes me guarneces.

Flotando sobre vientos te remeces
dejando con los cálidos australes
tus ecos cual arpegios de cristales
alejan la tristeza y te enalteces.

Perderme con el Sol de los ocasos
verter en las espumas de los mares
la lumbre que se inspira en los parnasos

y hundirme a lo profundo sin pesares,
volverme en desandados firmes pasos
perderme en lo fatal de tus mirares.

​

​

​

Codicias (Soneto)
​

Invoco con enfática creencia​

pensando en el humano proceder​

rogando que pudiera suceder​

impere la hermandad y la sapiencia.​

​

Es claro, con odiables consecuencias​

movidos con afán de poseer​

persiguen con vilezas el poder ​

mintiendo van con falsas apariencias.​

​

No hay tiempo de virtud no son genuinas​

las buenas intenciones que simulan​

escombros que dejaron como ruinas​

​

se siente en las codicias que pululan,​

parecen cual matones entre esquinas​

engañan sus gemidos cuando ululan.​

http://www.mundopoesia​

La ribera de tus mares

Era la hora plena de un momento libertino
la luna se asoma llena a la vera del camino,
los sauces y los cipreses se enredan al marinero viento
y con intuición presiento tendrás que atender mis preces.
Con cuál temerosa pena me ocultas lo que padeces
si darte lo que mereces me lo ha marcado el destino
y solo es temor ajeno sin riesgo y sin importancia
púes con cercana distancia con mis lluvias yo te riego.
Inmensa serán las noches que la luna en sus estelas
colgará un diamantino broche a tu pecho y te revela
que envuelta en transparentes sedas se ciñirá a tus sienes
de orfebre una diadema de niebla y de caireles.

Tendrás con desmedido tiempo la fuerza de mis quereres
y en el aromado aliento de tus labios de rosicleres
confundido como viento en tu crespa cabellera
intentaré alojarme en tu boca como fuera.
Inquietas las mariposas danzarán en los trigales
y tejeran con espigas a tus nidales rubiales
y con cantos de jilgueros y trinares de zorzales
entre almendros y perales,
como sol renaceré en la ribera de tus mares.

Mueve el alma los vigores y sea el esfuerzo merecido
que se aquieten los rigores de este río que crecido
se desborda y acrecienta si cercana no te encuentras
y se calma, se reposa en en tu cuerpo y tus sentidos.
De las púrpuras tintas de los cárdenos granos
beberé sorbo a sorbo en los cuencos de tus manos
el vino que en el tiempo en tu cuerpo ha madurado
y serás el sustento que en cáliz sagrado
guardarás en tu pecho y en tu piel iré tatuado.