Polilla

Abro el armario,
al remover la ropa
una polilla.
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La mía no, la aplasté entre dos chaquetas y quedó hecha polvo...:::sorpresa1:::

 

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Para mí si que fue sorpresa ya que no lo esperaba, normalmente se usa naftalina o alcanfor y no suelen encontrarse polillas en nuestros armarios. Desde luego era una mariposilla blanca y polvorienta...:::banana:::

Al haijin le puede sorprender cualquier nimiedad que normalmente vemos y nos pasa desapercibida, como la gota de rocío resbalando en la hoja, con la misma sencillez lo comunica.

Lo que hay que evitar son apreciaciones personales...:::banana:::

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Normalmente nuestra primera reacción ante un insecto de esa clase es aplastarlo sin pensar...:::banana:::
Lo peor son las hormigas que aparecen por cualquier parte sin saber como consiguen meterse en los pisos...::barf::

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Así es, amiga Myrina, por todas partes nos encontramos con vivientes de mayor o menor tamaño, esos casi invisibles son los peores...:::banana:::

Ya sabes lo de aplastarla quedó fuera del haiku, claro que hubiera podido escribir un haiku cruel ya que lo dices:

Abro el armario
y sale una polilla,
¡plaf!¡la aplasté!.


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Buen consejo, Susana, pero algunas bolitas había, por eso justamente me sorprendió...:::hug:::

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Celebro que hayas disfrutado del haiku y comentarios subsiguientes, es una constatación de lo válido que es este haiku que queda abierto a diversas interpretaciones...:::banana:::