1963

Abrí la puerta
y me senté al volante.
Tenía cinco años,
y la butaca, entonces,
me quedaba grande.
Hermoso aquel Dauphine
del año sesenta y uno.
Nunca lo pude manejar
mas allá de sueños
infantiles y puros.
En las cocheras del Cielo,
me espera... , celeste,
para pasear con mamá,
por los paisajes
mas floridos y alegres.

 

lindo poeta
sigue escribiendo de esa forma
un placer leerte
recibe mis abrazos
gonzalo perez

 

Grácias por tus palabras.
Un abrazo.
Luis Elissamburu.

 

Emotivo, bellas letras muy bonitas.

 

Tus palabras son importantes.
Un abrazo.
Luis Elissamburu.

 

Esta lectura fue para mi la primera en este lugar después de mucho tiempo, y ha sido un bello incentivo a que siga leyendo. Fue un bellísimo viaje, mi imaginación se desplegó por esos lugares de sueños y de ternura.

Mucha suerte en tu viaje.

 

Si mis palabras te han hecho viajar, ha valido la pena escribir.
Todos estamos de paso.
Luis.

 

Wow.. tiernos versos... Mi querido amigo Luis... Siempre es un placer leerte.. y para hacerlo hay que dedicarte el tiempo de saborear tu poesia... Un manjar! Gracias por esto que nos compartes! Un abrazo!

 

Un abrazo para ti.
Luis.

 

Hermoso y nostálgico poema, mis estrellas.

 

Un paisaje sublime que trasciende al tiempo ¡Maravillosa mirada infantil! Placer leerte, un abrazo

 

Un pedacito del pasado, nada más. La vida es una cadena de pedacitos. Si tratamos de elegir los que realmente nos hacen bien, la pasamos mejor.
Bendiciones para ti.
Luis.

 

Me honra que mi mirada infantil te haya gustado. En los momentos mas terribles de mi vida, fue esta mirada infantil lo que me salvó. El remedio para el mal que te atormenta ahora, está siempre prescripto por un matasanos que conocimos en el pasado. Todos los elementos para cruzar el río nos fueron dados mucho tiempo antes. Esperar que la balsa nos cruce es cómodo, pero jamás aprenderemos a nadar.
Un abrazo para ti.
Luis.