Nuestros niños (soneto hexadecasílabo con estrambote)

¡Qué grandiosa la ternura que despiertan nuestros niños!

Son corazones de nieve con almas angelicales

y que no ofrecen dobleces en sus miradas y guiños;

son pajaritos cantores con mucha albura y sin males.


Tienen perfumes de lirios, ¡Son muy dulces sus aliños!

y en sus ojos tan diáfanos hay dulzura en sus cristales,

son almas tiernas sin mancha, ¡sin mezquindad sus cariños!

Ellos son así: vivaces, como ríos naturales.


Y no entienden de peleas ni de altercados nefastos

y solo viven gozosos saltando por esos montes

del mundo que les rodea, ¡con una dicha tan sana!



¡Ah, nuestros niños hermosos!, ¡son pajarillos tan castos!

Son la esperanza del mundo, renovados horizontes;

esa generación nueva, resucitada mañana.




Son como fresca manzana,

nuestros niños angelitos de sonrisa franca y bella,

tienen en sus corazones, bandera de paz y estrella.



Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados

 

¡Qué tierno Edith!.
Me gusta.
Un abrazo.
Jazmín

 

Gracias querida Jazmin

 

Bonito poema, Edith.

Te deseo suerte.

Saludos.

Mouse.

 

Gracias Mouse

 

Gracias Callejero 60

 

Tierno poema... No entiendo el porqué de olivos

 

Gracias querido Luis

 

Gracias Pepesori

 

La dulzura de los cuentos infantiles en un soneto
Me gustó Edith Elvira
mis saludos
Pepe

 

Bello soneto en forma, rima y contenido.

GRACIAS.

 

bien corrijo este detalle en breve gracias, lo del terceto no le objeto pero vi en ejemplos que los últimos verso pueden ser pareados simplemente
AL TÚMULO DEL REY FELIPE II EN SEVILLA (Miguel de CERVANTES)

Voto a Dios que me espanta esta grandeza
y que diera un doblón por describilla,
porque ¿a quién no sorprende y maravilla
esta máquina insigne, esta riqueza?

Por Jesucristo vivo, cada pieza
vale más de un millón, y que es mancilla
que esto no dure un siglo, ¡oh gran Sevilla,
Roma triunfante en ánimo y nobleza!

Apostaré que el ánima del muerto
por gozar este sitio hoy ha dejado
la gloria, donde vive eternamente.

Esto oyó un valentón y dijo: "Es cierto
cuanto dice voacé, señor soldado,
Y el que dijere lo contrario, miente."

Y luego, incontinente,
caló el chapeo, requirió la espada
miró al soslayo, fuese y no hubo nada.

 

Listo y gracias

 

gracias

 

Hola Edith, hermosa composición llena de magia.
El trabajo es correcto.

Apto.
Saludos.

 

Un poema mágico mi querida Edith, es que trabajar para los niños
siempre tiene implícita esa magia de sueños y fantasías que ellos
tanto valoran. Te dejo un beso cariñoso que se apriete en tus mejillas.

 

Gracias Anamer querida

 

Una preciosidad Dulce Edith !! Bellísimo ejercicio poético !! Te dejo mi cariño de siempre poetisa.

 

Precioso poema lleno de ternura.
Te deseo mucha suerte. Saludos.

 

Gracias querido Dario

 

Gracias Manfred querido