Siempre habrá

Negando mi suerte,
todo es pozo de promesas,

negando mi vida,
todo es muerte y esperanza,

porque aquí la miseria se olvida,

se calla el rico,
y se esconde el pobre,

porque aquí no hay sol que alumbre,
nunca lo hubo,

siempre habrá lunas que quemen,
entre horas de sueño profundo,

siempre habrán lluvias que sequen
a la alegría del cuerdo,

siempre habrán cuervos que guíen,
a los vivos,
ahora muertos,

siempre habrán caminos,
y algún loco que se lance a recorrerlos,

siempre habrá esperas de tiempo roto,
de nubes tuertas,

siempre habrá cuentos cortos,
y páginas negras,

siempre habrá tinta para gritar.

 

Siempre habrá (más allá del propio tiempo) un poema, que nos muestre la radiografía,
de nuestra más auténtica y. superlativa realidad.
Excelente poema, compañero.