De la serie oficios de antaño, El limpiabotas

Cómo una vela triste se moría
el alma de un sencillo limpiabotas,
que al mirarle a los ojos parecía
una paloma con las alas rotas.
Era escasa la luz en ese día,
-visión de horas oscuras y remotas-.
Y su rostro de cera ya tenía
la blanca palidez de las gaviotas.
¡Padre!, me dijo en su tristeza moribundo
una voz ya sin voz que era sollozo:
arregla mi cajón que fue en el mundo
mi único amigo y mi mejor consuelo
qué iré lustrar, radiante de alborozo,
las botas a los ángeles del cielo.

Pepe Soriano Simón
SafeCreative
Enero2025​

 

Ayyy cuánta emoción reúnen estos preciosos versos, llenos de sentimiento no he podido reprimir al leerlos una lágrima de pesadumbre y congoja mi entrañable Pepe, ayyy qué triste y qué hermoso es el poema, tu arte y talento logra captar el alma y envolverla en su ternura inmensa.
Un placer leerte querido amigo y todo un honor dejarte la humilde huella de mi paso, besos a mogollón llenos de cariño, admiración y gratitud.....muáááckssssss. Feliz 2025 pleno de salud, paz y dicha.....muááááacksssssssss

 

Ayyy cuánta emoción reúnen estos preciosos versos, llenos de sentimiento no he podido reprimir al leerlos una lágrima de pesadumbre y congoja mi entrañable Pepe, ayyy qué triste y qué hermoso es el poema, tu arte y talento logra captar el alma y envolverla en su ternura inmensa.
Un placer leerte querido amigo y todo un honor dejarte la humilde huella de mi paso, besos a mogollón llenos de cariño, admiración y gratitud.....muáááckssssss. Feliz 2025 pleno de salud, paz y dicha.....muááááacksssssssss

Isabel, muchas gracias por tus, siempre cálidos y expresivos comentarios, nada más agradable y feliz para mi, que ver la huella de tu paso en mi poesía. Te deseo un feliz fin de semana
Abrazos
Pepe

 

una melancolía profunda que toca la pérdida con mucha delicadeza
Un cordial saludo

 

una melancolía profunda que toca la pérdida con mucha delicadeza
Un cordial saludo

Gracias por pasar, leer y opinar, puesto que, realmente lo que más nos interesa a los que intentamos escribir es la intercomunicación con otros usuarios afines, en este soneto que pertenece a una serie de ellos dedicada a oficios ya casi casi desaparecidos, y en el que en tu comentario apelas a la parte más triste, tambien he querido reflejar que nadie debiera humillarse de tal manera arrodillado delante del cliente a lustrarle los zapatos por necesidad, de ahí que el pobre no tenga más amigo que el cajón de limpiabotas.
Si es cierto que también el limpiabotas se siente feliz y conmovido en su interior pensando en que limpiarle a los ángeles del cielo los zapatos es mucho más digno dentro de su espíritu.
Bueno lo dicho, gracias por pasar
Saludos