El Pterodáctilo

Creo que el segundo es un endecasílabo sáfico largo, el cuarto tiene la quinta sílaba como tónica, y el de cierre es un decasílabo, etimada Luciana. Cordiales saludos.

A veces, creo que pienso
un poco más de la cuenta al mirarte.
¿Por qué no darle suspenso
a tu misterio, y amarte
sin intentar el follón de explicarte?​

 

Yo no quisiera cansarte
cuando te canto canciones de antaño
pero yo pienso que el arte,
que de los viejos apaño,
me suena igual que tus versos, que extraño.​

 

Este camino es peldaño,
escollo, pozo, vallado y fangal.
Se pasará de castaño
a oscuro este manantial
que vierte el odio de un río infernal.​

 

Esperarte es infernal.
siempre pienso que algo a ti te pasó
que estás abierto en canal,
que alguno te atropelló.
Cuando llegas, ¡oh!, ya resucitó.
​

Ya corregido. Gracias Ermenegildo. Saludos.

 

El tipo nunca volvió.
Le dijo, “voy a la esquina a comprar
fideos”, mientras hirvió
el agua hasta evaporar
todas las gotas de amor hacia el mar.​

De la vida real. Un amigo de mi padre.

Luciana: creo que tienes dos versos con la sexta como tónica. Gran saludo.

 

Ya corregí el anterior. Gracias.

Complejo es esto de amar
Te gastas la vida buscandolo a él.
Si lo llegas a encontrar
puede que no sea fiel
y sea tan solo espasmo de piel.​

 

Notable lo de los acentos en la quinta. Me recordaste a un paisano tuyo y gran poeta: Rubén Bonifaz Nuño.

Trazo con miel y con hiel.
La poesía nos habla en opuestos:
yin, yang, doncel y burdel,
versos funestos y honestos,
un dios y Atila en un bello corcel.​

 

Tú cabalgando en corcel
suave cadencia tu cuerpo al andar
y te llegaste al broquel
agua te quise yo dar
algo más que agua quisiste tomar.​

 

¡Si habré cruzado este mar
de lágrimas que regalas a diario!
Te has empeñado en aguar
las hojas del calendario,
tornándolo en un ridículo anuario.​

 

No lloro, mas al contrario
mi risa son carcajadas agudas,
pues tú pareces corsario.
Mejor será si te mudas,
has de bañarte primero, pues sudas.​

 

Existen aves que, mudas,
nos dicen algo mayor que un repique.
Existen pausas agudas,
aunque un bemol nos indique
que un canto hará que mi amor te intoxique.​

 

¿qué no escuchas el repique?
que afuera toca tambor, van marchando
y no importa que toxique
con el ruido machacando
tam, tam, mi mente se va destrozando.​

 

Si compatibilizando
tus intereses bohemios y místicos,
tu lúdico zarabando,
con mis recursos lingüísticos
logramos fama…¡nos tildan de artísticos!​

 

Por análisis heurísticos
hemos concluido que tú estás errado.
Los métodos estadísticos
aun no se han utilizado,
pero tu aserto ya está descartado.​

 

Un corazón apagado
requiere de adrenalina a granel
para ser reactivado,
pero jamás un tropel
de insultos y ebullición sin cuartel.​

 

Yo no te daba cuartel
nomás te vi y yo te amé con delirio
te miraba en el cartel,
tú fuiste mi litargirio*
y te escondías de mí, fui un martirio.
​

Litargirio: Óxido de plomo. Corresponde a una anécdota de mi familia. Mi padre era alfarero y quería hacer porcelana, en un libro que compró sobre su elaboración mencionaban este compuesto como elemento primordial para hacerla y él estuvo tratando de conseguirlo, y le fue muy difícil, pero se convirtió en una obsesión. Entonces mi madre socarronamente le decía, -ya estás con tu litargirio-. Así en mi familia litargirio es sinónimo de obsesión.

 

¡Muy amena anécdota, Luciana!

 

Jamás he visto un satirio.
Presa es el bicho, y también cazador.
Pensaba que en el martirio
que causa tu desamor
ser víctima y victimario es peor.​

 

¿será peor el dolor,
ese de amar sin poderlo alcanzar?
o el de contar con su amor
mas sin poderlo ya amar.
El destino es una trampa sin par.​

 

Me voy a hacer a la mar
de este follón de palabras.
Llama este tren sin cesar.
Les brindo el abracadabras
de mis “dactílicas liras” macabras.​

 

Te gustaba cuidar cabras,
mientras pacían, al mar le esparcías
versos, truenos de palabras
que atronadoras decías,
gritos de angustia, como profecías.​

 

Tal vez vendrán esos días
que hace dos siglos prometes a diario.
Quizá que esconde alegrías
la espera, como el calvario
de un temporal navegado al estuario.​

 

Tal vez parezca otro ausente
más, una cruza de troll con amante.
Está drenado el presente.
Pero quizás sea un "antes"
ese futuro que ansía el instante.​

 

Ya te he esperado bastante,
corre la aurora a la noche sombría,
se abre el refugio de amante,
debo esperar todo el día
mas no es seguro que venga su usía.​

 

Paleopatología
significa investigar las heridas
de un fósil. Creo quizá que podría
así entender las manidas
zozobras viejas que dan tus partidas.​

 

Como naranjas partidas
esas que aroman del aire el ambiente
así me causas heridas
con tu palabra elocuente
esa que siempre lastima mi mente.​

 

En esta vida, un afluente
de lealtad y respeto no existe.
Viste un fangal y su gente
el día que te rompiste
al pelear por el pan que tuviste.​

 

Yo no sé, pero en ti existe,
en tu actitud, tu mirada, tu tono,
un ánimo que te asiste,
que es para mí dulce bono.
Siempre me ha puesto alegre y sin encono.​

 

Los átomos de carbono
no los podemos contar en tus manos,
las del gorila o del mono.
Y aún así, microbianos
nos vemos desde esos astros lejanos.​