Te cerré el corazón

Te cerré el corazón,

por caminar sin el Amor,

por no dejarte sensibilizar

y optar por la brutalidad.

Te cerré, mundo, mi corazón,

porque me protegí

de tus crueles garras

y me refugié en Trefacio

donde creé un nuevo espacio

con la fuerza de mi alma.

Mi mundo es mi voluntad,

mi razón, mi voz,

mis sentimientos,

y mi entendimiento;

porque mi espíritu sin Dios

no brilla hoy.

 

Un mensaje casi místico, Despertando, que realmente conmueve... y nos enseña que la fe es primordial,
para la existencia de uno mismo...
Cordialmente

 

Yo creo en Dios, y a él le debo mi hombría.
Porque Dios es mujer.
Como tú...
¿ Quién lo diría ?





Me mostró el camino, ágilmente.
Hicimos senderismo por los muchos montes.
Llegamos a mordisquear el helado, recubierto de crocanti.
Hoy en día, vivo de las rentas.


Acumulé muchos cucuruchos de galleta, en el macuto.


¡ Oh, Señor, más como Olivia, y no como Popeye el Marino, o Bruto !
No dejes que a los navegantes, les entre por las encías
el escorbuto.
Danos tu Sabiduría, a través del corazón, cada minuto.


Pues el cielo responde: Las espinacas te fortalecen, ¡ Fuma en pipa !


Y no sé si la vida cabe dentro del rollo de celuloide.
Al fin y al cabo, somos dibujos animados.
Pero a lo largo de mi vida, otras veces vi a Dios, en los rostros dibujados por las nubes.
Y entonces, sí, se asemejaba al abuelo del mundo.


Cuya veteranía llega al límite de lo posible, y lo probable.

 

Hermosas y profundas letras llenas de fe y entusiasmo. Un placer leerle.