Tercetos encadenados

Con bombones me gusta mucho el té
aprovecho a pasar tiempo contigo
me lo das con amor, lo beberé

 

No supe valorar al buen amigo
por creer que buscaba una ventaja,
no fui capaz de ver que era buen trigo.

 

Mermelada de higo... y se desgaja
el pan, la música con su franqueza,
y tú con la ternura... que agasaja.

 

... y eres, sobre la crema, una cereza.
Tan tierna como el sol en la alborada
que perdona al rocío en su grandeza.​

 

Tan prístina la luz en la alborada
va y descose el secreto del romance
que nos tejió la noche embelesada.​

 

El viento que esperance
con caricias convulsas de la noche
donde sombras y fuego están en trance.

 

Dicen que el cuitlacoche
es un hongo que crece en el maíz.
Con el DRAE se aprende a trochemoche.​

 

Más te atrae follaje que raíz
al obviar el origen simplificas
sueles juzgar color y no matiz

 

¡Cómo te masificas
si vas a un recital de rocanrrol!
¡Y luego, muy orondo, despotricas

acerca del crisol
de jóvenes y razas en tu tierra
que goza y canturrea bajo el sol!​

 

Que bien me sentiré tomando el sol
la piel empavesada de loción
con gafas oscuras y un parasol.

 

Pues esa es la cuestión
no se si he de quererte para entonces
no sé si ya habrá muerto mi pasión.​

 

¿Quiénes hacen un culto de los bronces?
Puedo ver bustos, dagas y sablazos.
La Muerte era amarilla en ese entonces.​

 

Hoy os quiero dejar algunos trazos,
que no acierto mejor por esta gripe,
de un terceto febril y mis abrazos.

*No es una rima fácil la que os dejo, pero posible con un paracetamol encadenado a un ibuprofeno.

 

Un rayo me destripe
si esta rima se fuga de mis manos
antes de que la estripe.​

 

Del que me haga reír, estoy a manos
si a un tris de chillar de pura rabia
recuerdo los Cantinflas mejicanos

 

Era “Noches de Arabia”
creo, si la memoria no me falla,
una “peli” non sancta y poco sabia.​

 

Hoy quiero que me digas donde se halla
la octava maravilla del futuro
y si es cosa virtual pásale raya

 

El responderte es duro,
me tomó la pregunta por sorpresa,
pues no puedo saber ni si hay futuro.​

 

Me acuerdo de una alumna,
fumando y de mirada desafiante.
Me miró, recostada en la columna.​

 

Me miras, tu sonrisa es insinuante
más tus labios evaden cada beso
me acerco cuando nadie está delante

 

¿Porqué estaba tan triste el pobre preso ?
Muy poco le quedaba de condena
más debía enfrentarse a su regreso.

 

Recuerdo una película muy buena
que el tema de la readaptación
toca, y lo pinta como una condena.
​

La “peli” se llama Shawshank Redemption.

 

La peli a la que Gildo hace mención,
es una gran historia de amistad;
la Cadena Perpetua en traducción.

 

Pecas de honestidad
confesar un desliz, te vuelve reo
te aconsejo que guardes tu verdad

 

¿Has visto alguna vez un benteveo?
De plumaje vistoso y canto extraño,
parece que trinara un, “¡bicho feo!”

​

 

De repente sintiose confundida
flotaba entre las ramas sin saber
cual fue el árbol origen de su vida