Tercetos encadenados

No tienen campanario
las iglesias que se hacen actualmente
la electrónica lo hace innecesario.

​

 

Solo viene por cena
como perro nacido en libertad
que no admite el bozal ni la cadena

 

Mas que fatalidad
la sena, como hierba que es purgante,
deja al perro deshecho y sin piedad.​

 

El Sol está que arde.
Aire acondicionado necesita
el perro en la caseta, no se tarde.​

 

Carezco de un motivo
para atender caprichos y torpezas.
Siempre es tu proceder intempestivo.​

 

Desarrollar destrezas
es la razón de intenso entrenamiento
de la nada no surgen las proezas

 

No tengo testamento,
tampoco tengo mucho que guardar.
Lo que tengo, lo gasto en el momento.​

 

Son días de guardar,
lo decía mi madre esa semana.
¿Guardarnos de qué?, tal vez de pensar.​

 

Es costumbre cristiana
cada tanto buscar recogimiento.
Por suerte, no me tocará mañana.​

 

Tu ausencia es un tormento.
Mis días ya transcurren azarosos
igual que hojas que va arrastrando el viento.​

 

Hay verdores brumosos
en prados de la infancia que recuerdo,
esa pampa de ombúes generosos.​

 

Por inexperto, dejaré constancia
que en temas del amor no doy consejos.
Me declaro en estado de lactancia.​

 

En huelga se declara la pasión
para hacer un terceto memorable.
¡Se me quema el asado en el fogón!​

 

Siempre es tan agradable
escuchar buena música en guitarra.
Es bálsamo del alma, insuperable.

​

 

Saco la cimitarra
si serenatas brindan en mi casa.
Que vuelvan poco, como la cigarra.​

 

En la bella velada piscatoria,
de ronda por los bares de la playa,
el anzuelo mordiste y fue mi gloria.​

 

La luna está sobre la mar.

Si sube la marea
cuando la luna está sobre la mar,
¿que te cuesta venir a que te lea?

¿A dónde es tu rimar?
¿por qué escondes tu ritmo que yo adoro?
Está lejos tu voz con su cantar.

¿por qué no estás?, lo ignoro
y eso me angustia y causa desconsuelo.
Ya sé que a veces te hablo sin decoro.

Es que es por este duelo
que me enferma la mente, desespero
y te hablan mis demonios en su vuelo.

No sé porqué aun espero
que tú vuelvas a mí con tono amante.
pues es tan solo un ruego lastimero.

Me callaré al instante.
Debo aceptar que todo ha terminado
y dejar de esperarte, aunque no aguante.​

 

Todo lo comenzado
deberá en su momento terminar
desde que el mundo es mundo así ha pasado

 

Aún si son insanas
las ansias de besarte, te daré
tres besos, aun docenas si te sanas.​

 

Recomienza la lucha
si contigo despierto en la mañana
pero tomemos juntos una ducha.