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Viendo entradas en la categoría: AMOR - Página 8
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Se me olvidó decirte algo
mis canas ya tiñeron, quizás
el huracán de tu cuerpo me distrajo,
y no vi la luz que sobre tu aura iba brillando.
Se me olvidó decirte algo
ingrávida criatura, rosa dormida,
tus tallos florecen en mis manos
como enredaderas trepando.
Se me olvidó decirte que tus roces
por las noches encendían mi fuego,
noche fría calentándome, dulzura, recuerdos
de braseros en el cielo a mí venían volando .
Bebí el zumo de tu boca,
néctar de mi vida, tú me resucitaste de mi silencio,
convertiste en luz la maldita oscuridad.
Trepaba por la altiplanicie de tu espalda
sintiendo cómo te desmoronabas
rama quemada, volando hasta las montañas
del pecado, delirios extremos comunicando
sentimientos profundos, inmortalidad del alma.
Todo lo tuyo lo hacía mío, tú risa,
tus brillos diamante, tus pechos ,
zumos de miel en mi boca
con sus botones de nácar frescos.
Se me olvidó decirte que
ardía contigo, mezclábamos
nuestros jugos heteros, nos alimentábamos
éramos latido y muerte, te poseía, te desvestía;
eras una polvareda que envolvía mi cuerpo.
Se me olvidó que quería ser tu pasión,
fuego, delirio, tus temblores sublimes,
te recorría como la crema penetraba por tus poros,
me adentraba en ti,
fuiste principio y fin de mi universo.A Alde y Ana Fabiana les gusta esto. -
Con un mar de seda en mi pecho
al compás de un piano, habla
mi pensamiento.
En los claros de luna llena
mi alma se alimenta, como el gusano de seda
para inspirar belleza, estremecimiento
al contemplar esa belleza tan coral.
Querida luna, llena de nostalgia
¿adónde me llevas, por derroteros de soledad?
¿de silencios?;
el viento solitario
desea entrar por las rendijas de mi ventana
acostarse en mi fría cama, de arrecifes de coral
hacerme compañía; derrotarte, porque quieres
mi agonía y yo quiero diversión, fiesta bacanal.
Al cerrar los ojos, escucho la melodía
y contemplo la belleza de tus ojos
que nada tienen que envidiar, al trinar de los pájaros
ni a la soledad de las cataratas salvajes,
cautivas de su monotonía.
Quiero dejarme arrastrar por la corriente
del piano, el flujo y el reflujo de las mareas,
el subir y bajar del barco con las olas
la oscuridad y la luminosidad de la luna llena.
Habla sobre mi pasado, a ese piano,
sobre mi lucha, mi bondad, mi lamento
sobre mi amor exacerbado que me deja extenuado
de mis pasiones, de mis noches de vela por estar
acaramelado a tu lado.
Al final de la dura jornada, no me queda aliento
para caminar por las olas del viento,
ni por la montaña con su peluca blanca
quiero descansar en mi morada de sentimientos.
Si el viento me lleva hasta allí,
donde tu corazón palpita,
me agarro a su cola para poder volar,
y saludarte con educación, bondad, exclusividad.
La mente me traiciona
necesito valles verdes
y elijo la melancolía
que le sirve de alimento a los cuervos
destroza mi armonía, sensibilidad, sexualidad.
Ese derroche de jugos, sábanas blancas, noches vacías
que desperdiciamos los humanos, con nuestro estúpido razonar
Por eso, búscame entre el pelotón de los idiotas
que nos dejamos llevar por las olas, la música, su poesía;
déjame soñar, sueños de cristal; hechos de porcelana
y envueltos en sobres de luna llena, reflejada en el mar.A Ana Fabiana le gusta esto. -
Quiero resucitar debajo de tu falda,
comerme a bocados tu aliento,
ser un duende secreto que te ame en la noche
en el pantano más recóndito de tu pecho.
Quiero beberme tus secretos,
cuidar tus ansias, tus anhelos,
recorrer tu cabello como el colibrí
surca los cielos.
Quiero cantar en el cielo de tu boca,
jugar con tu lengua, sentir celos
de la guitarra que estás tocando
con tus finos dedos.
Quiero bailar en tu vientre
una danza sibilina, contoneándose
tu cintura en la habitación
donde acunas tus deseos.
Quiero elevarme hasta el cielo
con tus pecados y mis rezos,
abrazarte por la mañana
y que no haya más respuesta,
que silencios del pentagrama
cuando te digo te quiero. -
El aire mudo buceando
sobre tu oreja ha traído un mensaje
lánguido, de somnolencia encubierta.
Parecía ofuscado como el vecino
que pelea con su pareja
y se oyen los gritos desgarrados
lamentando los defectos
de las virtudes no compartidas.
Esa soberbia ostentación
en un mar de dudas,
de diferencias implícitas
como los pastos arraigados en los prados
Nos traen sufrimientos, amores denostados
como campos mustios
en un mundo desordenado
y sin concierto.
Ese Edén enarbola banderas
de fracaso, murallas coronadas de soberbias
en un mundo de pareja idealizado
Pero en constante decaimiento
cómo decaen los imperios
y la playa serena se convierte en furia
cuando llega el gran oleaje
destructor de las orillas
Esa hoja perenne,
en caduca se ha convertido como la tosca piedra
erosionada por el aire, el hielo y el agua
se convierte en polvo.
Esa leve pluma se ha roto y muere ahogada
en un mar de seda
engalanado con el sombrero
de la tristeza -
Tú recorres mis venas,
sintiendo mi latir sereno,
enciendes mis pasiones,
las destruyes con tu fuego,
tú eres mi tesoro escondido,
la flor que alegra mi pensamiento.
Mis ojos encandilas,
eres un arpa escondida
en algún recoveco de mi fantasía.
Viento, ola, maremoto que enerva el ciprés
de mi alma, una roca en tu cuerpo.
Camino sin caminar, ando volando
como tú, mariposa; embelleciendo
mi dulce halo de ternura,
en este páramo dormido
en el transcurrir del tiempo.
Manantial de luz, roble de plata,
monte dormido y en tu cabeza
el cielo bostezando de añoranza.
Burbuja de indeleble frescura,
pompa de jabón que el aire contaminas
y tus perfumes, seda fina,
piropos al aire, ventiscas
que mi corazón resucitan.
Luz venturosa, oscuridad bendita
ríos de felicidad, cuando mis labios sometes,
esclavitud bendita, flores de primavera,
caudales de alegría son tu alma y la mía.
Venturosa calma, de margarita acostada,
en el jardín de tus venturas
cuando el jilguero canta.
https://josevalverdeyuste.blogspot.com/
http://www.mundopoesia.com/foros/blogs/jose-valverde-yuste.118385/
#1
José Valverde Yuste, Hace 5 minutosArchivos adjuntos:
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¿Para qué quiero ver?
imaginar es más bello,
soñar con una luna pálida
reflejada en un mar de plata
yo remojando mis pies en la orilla.
Los pájaros volando
sobre montañas de algodón
donde duermen las nubes
cuando están cansadas del peso.
El viento esparciendo las flores,
las mariposas volando
por el jardín de los sueños eternos
donde la divinidad nunca acaba
Árboles bailando;
de fondo, miles de orquestas
tocando bellas sinfonías
en un carrusel sin dueño.
Un valle de mucho colorido
con una diadema de arcoíris
con pasarelas al cielo
buscando la divinidad perdida.
Unas sombras en penumbra
apurando hasta el último aliento
como si la vida le fuese en ello
ser rayo y trueno,
luz y sonido en el mismo instante.
Meteoritos convertidos
en átomos de placer
Un arpa con melodías celtas
un fiordo desbocado en un valle exótico.
Y, ¿Cuándo estoy contigo?
No encuentro adjetivos para describirte,
para engalanar tus ojos, derretir tus labios;
un crisol de luz se deshilacha
sin temor a la desbandada de tu paraíso inmenso.
El aire se llena de amor
flotando por los humedales de tu cuerpo
saboreando la esencia de cada poro,
de cada recoveco, una pasión desmesurada
como huracán me recorre el alma.
Amor de susurros al oído,
de vibraciones adheridas a tu hoy,
cuando me tienes como las palabras
tienen al oído, o los besos a tus labios.
Soy tu argumento
tus pétalos, deshojando tu margarita
despierto cada mañana contigo
en ese sueño que es paraíso.
Mariposa que vuela por ávidos caminos
efervescencias de lo divino
mar de felicidad, arcanos que bailan
en el corazón del poeta -
Como árbol, elevando su elegancia,
mi persona se derrite; beso apasionado, envolvente,
devorando y quemando como mar de fuego,
acariciando mi orilla donde el agua se mece
y el aire se estremece.
Nube agitando el cielo, aliento de paloma,
perfume embriagador de riberas, deja que las aguas
sigan su curso, deja que este momento sea mío,
entre el susurro del silencio y el eco del destino.
En la vastedad del tiempo te deslizas entre el prado
y el sueño efímero de mi cuerpo, vibrando
mi hoguera encendida, en los páramos yermos
de mis sentimientos, sintiendo que me recorren tus caricias
de diamante eterno.
Cada minuto, efervescencia de mis fuegos, eres mía
una voz en mi sangre, una caricia al compás del vidrio
delicado de fuelle de fragua, de hechizo de luna,
un renacer nuevo, una oquedad llena de jugos lastimeros.
Entre tus brazos mi mirada se pierde, entre las sombras
de las nubes, la intensidad del ocaso, el momento celeste
que nos conmueve, siento que me recorres con tus caricias
y la blanca ternura embarga mi mente de soliloquios,
llenando el espacio, que explora las profundidades
de la estalactita de tu cueva en cautelosos momentos.
A Alde y Pi-Radianes les gusta esto. -
Ver adjunto 63198
¡Oh, mujer!, que los antílopes y gacelas
de la noble sabana huyen de ti,
cuando te ven tan ardiente.
Apagando tu llama con aguas delicadas,
gelatinosas, de contrastes variados en su sabor,
dependiendo de la alimentación
a la que tú, me sometes.
Los dioses, huyendo despavoridos
quieren ser mi cuerpo, en ese momento álgido,
de venas hinchadas,
corazón latiendo a velocidad de la luz,
glándulas sudoríparas funcionando
como un motor a propulsión.
Quiero ser valle que ilumine tu mente
con mi amor de pirata, con mi dicha de nube azul,
que nos sirve de techo a este amor limpio,
colorido, como mis campos en primavera.
Ese amor que se desliza por tu cuerpo
como el río se desliza por la cuenca de tu valle ,
regando las plantas de tu vida,
el alma henchida de nuestro sueño,
de Alicia en el país de la Maravillas.
Quiero recorrerte como las nubes
recorren el universo, contemplarte,
deleitarme, con tu belleza, que tiene
a las montañas del valle bailando sainetes,
cuando nos ve abrazados en la alborada
del día, cuando el valle se despierta . -
Te he querido, flor mía,
como los pájaros vuelan amando
la libertad del preso
que no ve a su hijo,
solo destierro compartido con grilletes
de nostalgia en noches de luna llena.
Te he amado
como el águila ama a su nido,
allá en lo alto, dónde las montañas vierten
sus lágrimas blancas, cuando el sol las castiga
con su inclemencia .
Soy tu paz, tu guerra
tu vida y tu muerte
en este camino que vivimos
entre tú dicha y mi pasado,
entre los lagos tenebrosos
y los lagos de glaciares limpios,
claros, como tú corazón de corso.
Soy el sol que te calienta
cuando sientes frío,
en las noches largas del alma,
cuando se encoge el corazón
y se hacen nudos en la garganta.
¡Oh garganta que gritas!
como un lobo aullando
para llamar a su amada,
eres presa de mis días tristes
en mis ocasos más largos.
Sin embargo, tú, rama de mi árbol
que seduces a la mañana
con el canto de tus moradores, los pájaros,
le das la bienvenida al sol
con el brillo de tus hojas,
eres la primavera de mi amor
y el ocaso, cuando me vaya
de viaje al universo.
https://josevalverdeyuste.blogspot.com/
#1
Última modificación: Hace un minuto
José Valverde Yuste, 1 de Febrero de 2024 -
Vengo a darte amor
con la simpleza de una margarita
acomplejada de su belleza.
Vuelo
porque soy un albatros a tu encuentro
haciéndome dueño de tu corazón
que es el horizonte entre mi cuerpo y el tuyo.
Belleza es tu esencia como la duna
de un desierto, muro inabordable entre tu prisión
y mis besos, sentimiento de tu corazón,
soy tu dueño, corazón de cristal, luna de piedra
amándote sin despeinar mi ego.
Navego
por un barco de afecto, lleno de rosas, columpio
donde te recreas, montaña incapaz de articular palabra,
cuando me miras y me impactas como un proyectil,
en la diana de mi corazón enfermo: tus caricias,
pasión de arte rupestre en un alma de flores silvestres;
anclada en tu alma, donde se retrata la vida en su pura esencia.
Los poetas, dueños del amor divino,
exploran tu universo interior, llevándome a campos
verdes de esperanza, donde despierta el alma
en todos los jardines de tu casa.
Entonces
el amor florece como las rosas
como las olas de la mar enfurecida
como los ojos de la luna, cuando duermes
en mis brazos desnuda como la mariposa
cuando se posa sobre ti, amor de mi vida.A Alde le gusta esto. -
Bajo las sábanas ¡Oh temblor!
nuestros cuerpos enredados
como el hilo en un ovillo
puedo sentir nuestro respirar
nuestros corazones palpitar.
Los jugos de los besos sacian
tu cuerpo de expectación
y te pondrán en camino directo
del efímero delirio de nuestra unión
Los dedos, cuan plumeros delicados,
se deslizan lentamente por tu espalda
y te encoges, serpentean, tu aliento
dejas en mi sensible audición
acelerando tu relajación y paz interior
La lengua húmeda tu cuerpo, como afluente
que busca desembocar; recorre, relame, saborea
dos pequeños promontorios que en tus senos están.
agitación, piloerección, tus neuronas donarán
Bajando por tu ondulado vientre, tu ombligo,
rodeado con suavidad, delicia, júbilo, deleite
luego más adelante el volcán por su cráter
grandes cantidades de magma deslizará.
Terminando con el éxtasis desenfrenado
que produce en nosotros, el fin de la eclosión
símbolo de placer y fecundidad.
Desde los tiempos remotos de la creación
https://josevalverdeyuste.blogspot.com/
#1
Última modificación: 29 de Octubre de 2023
José Valverde Yuste, 28 de Octubre de 2023 -
Me encanta dormir junto a ti.
Cuando me despierto contemplo
tu cuerpo, de suave algodón
tu piel, blanca como las nubes
que el viento trae en su soplar.
Tu pelo, como las hojas
de los castaños en otoño.
tu respiración, imperceptible
casi sin sonoridad, pareces
un ángel celestial, que irradia
de gozo, mi primera imagen
matinal.
Cuando te despiertas, sonríes,
buenos días, me dices
y yo radiante de felicidad
me agarro a ti, como el árbol
se agarra a sus raíces, como
la madre a su hijo cuando
en el abismo está, como
dos ancianos al caminar.
Por todas estas cosas,
me gusta dormir junto a ti
eres la primera vitamina
y mi fragante elixir.
Por eso me gusta, compartir
la vida contigo, hasta el fin
de nuestra existencia y, cuando
la vida se acabe, volaré
en preciosos caballos blancos
para repetir,
ese precioso despertar.
https://josevalverdeyuste.blogspot.com/
#1
José Valverde Yuste, 27 de Octubre de 2023 -
Hoy estaba pensando
en la vital alegría de la vida
las flores bailaban en sintonía,
la danza de la armonía.
Las rosas con su olor exuberante
los claveles con su perfume refinado
envidia tenía el jazmín efímero
y la dama de noche, ¿Dónde estaba?
Las amapolas giraban a mi alrededor
con sus colores hirientes, paradisíacos
Los pajarillos cantaban alegres melodías
las azucenas se revolvían, estupefactas,
con la sensación que, yo no escribía,
era música celestial lo que salía
de mi cabeza y mi pensar
porque a ti, mi musa, te lo debía
https://josevalverdeyuste.blogspot.com/
José Valverde Yuste, 26 de Octubre de 2023 -
Cuando en el banquete te veo
mi mirada se ausenta del mundo
y solo pone foco en tu atuendo
que reluce como el firmamento.
Tu elegancia al caminar
tu delgada figura, percibir
tu dulce fragancia exhalar
mirarte a los ojos y decir
¡Qué delicia!, ¡Qué ostentación!
el verte levitando por aquel salón
lleno de manjares y los mejores
embotellados añejos del mesón.
El murmullo iba en aumento
al anunciarse tu presencia
con gran pompa y vehemencia
gran halo de ostentación.
Al fin la fiesta comenzó
pude acercarme a ti
y como un colibrí
un mensaje de amor
dejé en tu corazón
https://josevalverdeyuste.blogspot.com/
#1
José Valverde Yuste, 25 de Octubre de 2023A luna roja le gusta esto. -
¡Oh mujer! que cantas odas a Homero,
y bajas de tu pedestal de sueños
como bajan los luceros,
cuando los llamas
sobre carros de fuego.
Desdicha de mi vida,
felicidad de mis sueños,
sobre cartulinas voy dibujando
mis deseos y los tuyos,
en bosques tropicales
de vegetación exuberante.
Rayos y truenos
de una función de teatro,
en un escenario de troncos retorcidos
y hojas que florecen,
en el musgo de tu pelo.
Soy música de violín,
quiero tocarte una sinfonía,
de pasión, en un lago de rosas y violetas
aclamando la función.
Tú, la estrella invitada.
Mujer de mis huesos,
de mis entresijos, por la noche,
a la luz de la luna
con tu vestido más sensual, verde
como la pradera
exótico como los inseparables
en su jaula de pasión.
¡Ay, mujer de fresa!
Un sorbete con nata ,
es un sueño de mi mente
que quisiera compartir contigo,
en la oquedad donde vive el mar
y los silencios se hacen abrigo.
Ser ola, marejada,
compás de música de viento,
caballos galopando en tu prado,
ahondando en esa tierra fértil,
donde quedan los cascos marcados.
Ser tu regalo, tú bien preciado
con el que sueñas por las noches
y dejas volar por las mañanas
cuando el sol se ha levantado.
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