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Viendo entradas en la categoría: GENERALES - Página 3
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Una sombra en el olvido
con tus hijos he crecido,
como un huracán
se alimenta de los vientos,
tú me has dado el tuyo.
Jugando contigo, andaba revuelto;
he trepado por tu espalda
y cuando mi amado sol
en ebullición estaba,
tapándome con tu paraguas verde,
me cuidabas.
He soñado contigo gigante adormecido,
como sueñan los piratas con gestas desmedidas,
otras tierras;
muchas esperanzas cobijé
debajo de tu falda.
Cuando más apesadumbrado estaba
me dejabas ver la luz
de tu mirada, tan entrañable,
tan mansa, borbotones de confianza
penetraban mi castillo de esperanza.
Caudal de rosas de plata
son tus hojas de hojalata.
sabia de mi sangre, enardeciendo
mi espíritu volador de montañas.
Le dabas de comer a mi hermana,
la mula Peregrina,
con tus frutos de chocolate,
caviar de animales; riqueza de mi añorada
juventud de pergamino enrollado,
mojándome de sabiduría de papel amarillento.
Padre de mi niñez,
abrigo de mi esperanza,
siempre te llevaré conmigo
en el cielo, en las estrellas,
o en la inmensidad de mi alma.A Bernardo de Valbuena le gusta esto. -
Cuando la noche y el día
conviven en armonía,
cada segundo cuenta
para diferenciar
cuando es noche
cuando muere el día.
En aquel lugar,
donde se funden
el cielo y el mar;
y los ojos,
impactados, por la descomposición de la luz
en tonos rojizos,
como si manase sangre
del horizonte.
lloran de ver ese espectáculo
tan maravilloso, efímero.
Ahí es donde podemos apreciar
ese instante no medido,
ese fino hilar
entre, cuando el sol se va
y la luna comienza a despertar
entonces,
la noche ha llegado ya.A Melementos le gusta esto. -
Calle vacía, palomas blancas volando,
atrayendo la perversidad de una época
desaparecida, del barrio de la compañía.
Casas amparadas en un baúl de melancolía,
reyertas escritas, dolores acaecidos,
inmundas vidas en un mundo de inmundicias
donde el pecado era un acto de auroras marchitas.
Besos dados, abrazos contrastados
libres de envidia en un mundo
donde la vida era un respiro sin aire,
una poesía enmarcada en la cama,
desesperanza de una vida altiva,
llena de perfidia.
La noche, andando, viene a verte,
recordando aquellas tertulias de antaño,
fulanita con su fulanito
¡hay que ver cómo iba!,
llevaba las piernas de muestrario
en la iglesia, y la otra, era la esencia
de la virgen, pero en el suelo.
Dónde están los moradores de estos lares,
donde están, son aire,
fantasmas que te hablan al oído,
tierra que a la tierra ha vuelto,
o rayo alumbrando desde el firmamento.
.A Maramin le gusta esto. -
Cómo quieres que escriba
si tengo las telarañas oxidadas,
la sustancia gris está deshabitada,
no fluye el río, ni la cañada.
No hay pájaros que cantan,
están adormecidos, como mi mañana.
Las colinas me dan la espalda,
viejos hechiceros andan tras de mi
quieren apoderarse de mi poder,
pero yo levitando he de resurgir
de esas cenizas muertas
polvo blanco o gris,
cascada o tumba, que más da;
todo este devenir es un crujir de dientes
una maleza que no para de parir,
un canguro asustado a punto de salir.
No, no quiero escribir estas cosas terrenales,
quiero subir a los cielos
ser trueno, rayo devastador.
¡Oh, Dios! dame elocución
para hablarle al gusano
a la ardilla, al tirano,
acaso no son vida,
entre los mortales.
yo soy la muerte en este mundo
de desvaídos lodos, carnes trémulas,
omniscientes creídos,
concupiscentes que no fornican.
Dios , dame la luz
para barrer de este mundo ese engendro
que me tiene atado,
en este mundo inmundo,
de fracasados arraigados
nos agarramos a la madera
como los náufragos,
somos un delirio
en una noche de tormenta.
Un saber , sin saber,
hablar sin querer,
odiar por despecho,
escribir para satisfacer egos.
¡Oh! mándame al refugio del trino,
de la ola perdida,
del barco que camina despacio;
quiero morir con ese barco,
a la deriva, pero siendo consciente
que las letras son mi guía.
En este barrio de fortalezas caídas,
de dioses derruidos
en calles estrechas,
mentes de porcelana.
En esta vereda que es la vida,
montañas encarnadas,
ríos de plata, cielos provocadores
hablan a mi mente,
de poemas de muertos,
de fantasmas que vuelven.
Son fantasías de un corazón
efervescente, en un país de discentes;
una barca a la deriva me lleva
a paraderos desconocidos,
un timón guiado por un elefante
ha de traer la felicidad a este barrio;
las niñas ya no van al teatro,
los hombres se masajean en solitario.
¿Tú me preguntas qué quieres decir?
lo que la mente dicta a estos dedos
al escribir,
fluyendo sin pensar,
escribiendo el palpitar del hombre
en su eternidad.
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