Contando gotas en la madrugada

Contando gotas en la madrugada

Caen las gotas: una dos y tres,
las escucho y las cuento, seis y siete…
suenan de la cocina al dormitorio
en el silencio de la noche oscura

y se van repitiendo cada vez
como un interminable sonsonete;
a mí me hace pasar un purgatorio
ese tormento chino, esa tortura.

Si a recibir el sueño me dispongo
y el recuento de ovejas no me cabe
porque el ploc-ploc maldito las espanta,

llega el insomnio y mi ansiedad es tanta
que en la alta madrugada me propongo
reparar, ya mañana, al fin la llave.

Ahora sé que la clave
de no poder el sueño conciliar
es mi costumbre de procrastinar.

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Quizás necesites un poco de teflón.
Saludos cordiales, Juan Ramón.

 

No, si eso sé hacerlo, Sergio, lo que necesito realmente es dejar de procastinar (o remolonear) poder dormir tranquilo, jajaja...

Un abrazo y gracias por la detallada instrucción.

 

Y cómo resuelves una disputa de dos gatos sobre el techo. A mi me tienen de casero. Saludos, otra vez.

 

Waoo hiciste un excelente trabajo con esas gotas de agua que no paran de sonar. Mis felicitaciones y aplausos!! Qué hiciste? Tengo el mismo problema y tengo que arreglarla hoy. Saludos y de antemano gracias. Azalea.

 

Muy original me ha parecido este soneto.
Me llamó la atención muchísimo desde el primer cuarteto.

Se te coló una erre en la palabra de marras, es procrastinar, no la he usado nunca y eso que me viene al pelo.

Saludos.
Sergio.

 

En el silencio de la noche ese pequeño ruido se amplifica y se hace realmente molesto...La parte buena es que a veces, como en este caso, ese pequeño evento sirve de inspiración para un grandioso poema!! Felicidades, amigo poeta!! Un afectuoso abrazo.

 

Pues si por unas gotas, haces sonetos como este, avísame cuando se te vaya la bañera...no pienso perderme la oda.

Un abrazo.

 

Llevas razón en lo de esa "r" de procrastinar que echas de menos en el último verso, aunque yo creo que más que "colarse" en la acepción siete que nos da el DIRAE:

7. prnl. coloq. Introducirse a escondidas o sin permiso en alguna parte.

lo que hizo realmente fue salir huyendo tal que huían de la llave las puñeteras gotas mancillando el silencio de la noche.

Gracias por avisar, ya la he puesto en su sitio..

Saludo cordial.

 

¡Uf!, no me hables de gatos en épocas de celo, que por acá suelen ser entre enero y febrero. Últimamente he padecido sus sinfonías con frecuencia, jajaaja... Me he puesto a gritar ¡ZAPE! en plena noche con pobres resultados.

 

Pues si vas al comentario con ilustración explicativa que me ha dejado Sergio Amigo verás que parece no ser tan difícil. ¡Ah!, no te olvides de cerrar la llave de paso...

Saludos con mi agradecimiento, amiga.

 

Bueno, no diría yo tanto como grandioso, amigo poeta, pero en cualquier caso un adjetivo así se agradece.

Un abrazo.

 

Muy bonita inspiración poeta. Un placer leerle.

 

Me ha gustado mucho este soneto, que debe acabar con la aplicación del sabio consejo: No procrastines lo que puedas hacer hoy. ¿O era no dejes para mañana?
Bonita palabra que estuvo a punto de alzarse como ganadora del año 2018, pero al final fue derrotada por los microplásticos. Una pena.

Abrazos cordiales y sin procrastinar.

 

También tiendo a caer en lo de posponer. Por cierto, vaya trabalenguas conjugar en voz alta el verbo procrastinar.
Buen poema y muy buenos los dos primeros versos.
Aquí sigo.

Un abrazo.

 

Creo que ya te desvié del tema. Pero ya en esto, te diré que me toca lidiar con el sonido número siete. Y el ocho es algo espeluznante. Saludos otra vez.
https://www.fundacion-affinity.org/...-compania/los-10-sonidos-principales-del-gato

 

Obvio si hubieran tenido la precaución de poner una llave de paso, la hubiese cerrado. Ya le quité la manguera y anulé temporalmente la llave, para evitar el desperdicio de agua, en unos días la cambio. Felicitaciones de nuevo. Saludos.

 

Disculpen que me meta en la conversación, pero cuando no me dejan dormir los gatos con sus alaridos por el celo, me levanto, abro la puerta y les tiró agua, no falla!! No les gusta que los mojan. Saludos a los dos.
Azalea.

 

En realidad me la paso pensando en mi infortunio más que en encontrarle un remedio. Muchas gracias, Azalea. Saludos cordiales.

 

El cinco y el siete están muy relacionados pues cuando hay varios gatos para una sola gata, por un lado se escuchan los sonidos de la llamada sexual y por otro los aullidos muy agudos de los machos para avisar a los otros de que puede haber pelea.

Muy simpáticos los gatitos, sí. No sé si decirte que prefiero el incesante ploc-ploc del grifo a la sinfonía estridente de los felinos domésticos.

Saludos.

 

Gracias Guadalupe. El placer es mío por saber que me lees.

saludos cordiales.

 

Yo si. Mil veces prefiero el ploc-ploc. jajajajajajajajajajajaj
Saludos.

 

Hombre, buena idea me has dado; podría titularse : Oda a la bañera desbordada, jajaja..

Gracias por pasar, Manolo

Un abrazo.

 

No sé qué antigüedad tendrá el uso de este término, pero te puedo decir que yo lo he descubierto no hace mucho en un programa de radio en el que se hablaba precisamente del dejar para mañana lo que se puede hacer hoy. Luego me he enterado que esta palabra era una de las candidatas a ser la palabra del año.

Ya sabes que yo soy muy de procrastinar mis respuestas a los comentarios...

Tiene razón Efejota con lo de que debe ser un trabalenguas conjugar ese verbo, y el procrastinador que lo procrastine buen procrastrinador será, jajaja

Otro abrazo igualmente sin procrastinar;

 

Gracias a tí, por este derroche de ingenio, en una anécdota tan cotidiana.

Un abrazo

 

Aparte de volver a disfrutar de tus sonetos, querido Juan Ramón, ya he aprendido el significado de procrastinar, cosa que he estado haciendo últimamente demasiado. Cómo una circunstancia cotidiana, ésta molesta desde luego, puede ser causa de un soneto tan lúcido como éste. A lo mejor en esos momentos en los que intentabas conciliar el sueño te hubiera complacido algo más de sopor.
Aprovecho para saludarte y mandarte un gran abrazo muy afectuoso.
Salva.

 

Sí, al Pato Donald le pasó lo mismo. Yo me dejo acompañar por el suave murmullo de mi PC que baja toda la noche mis archivos de eMule. Y cuando algún vecino molesto comienza con la radio, pongo una colección de Rick Wakeman, increíblemente suave, digo para venir de él.

 

Yo, de joven, eso fue en el siglo pasado, hacía todo en la casa, desde levantar paredes, colocar los pisos, hacer la instalación eléctrica y la instalación del agua, la membrana flotante, la pintura y el puchero con choclo y chorizo colorado, menos el gas no porque la instalación fuese peligrosa sino porque siempre tuve la humilde garrafa. Hoy, ya no hago nada, salvo instalar o desinstalar algún disco rígido de mi PC. Mi cuerpo ya no me lo permite.

 

¡Hombre!, pero si el siglo pasado fue el otro día, cómo es eso de que ya hoy no haces nada más que instalar-desinstalar discos rígidos de pc; ¿ni siquiera le pondrías una junta al puñetero grifo con tal de que te dejara dormir la impertinente gotita ploc-ploc-ploc?

Saludos cordiales desde el insomnio.

 

No creo que sean las gotas, amigo Juan Ramón, ni aplazar los trabajos de fontanería. Son las musas con sus estros que se escuchan mejor con el silencio nocturno.
Un abrazo.
Castro.