Haiku

vuelan libélulas
en la orilla del mar,
brisa de invierno


​

 

Linda imagen....saludos!!

 

Muchas gracias por la visita y comentario, Luciana, ..... saludos.
Javier

 

Muchas gracias, luzyabsenta, es siempre un lujo disfrutar de tu comentario.
Saludos.
Javier.

 

Muy bonito poema. Saludos

 

¡Caramba!, pues ahora que lo dices, Serin, este haiku puede tener su lirismo si se considera que la brisa la causa el aleteo de las libélulas.
No era esa la intención, solamente describí una escena que viví en la playa este fin de semana. Nunca, y mira que llevo más de 6 años en Fuerteventura, me había tocado verlas volando al lado del mar. ¡Qué cosas!
Muchas gracias por tu visita y comentario.
Saludos.
Javier

 

La brisa del invierno envuelve misterios. Vuelos con élitros de colores que dibujan sueños.
Un cordial abrazo.

 

Pues sí que envuelve misterios esa brisa, Luis, nunca había visto tantas libélulas volando a pie de mar, parecía que estuvieran festejando alguna festividad importante.
Gracias por tan bello comentario, un abrazo.
Javier

 

Pues sí, María, por eso me extrañó ver tantas..... aunque, claro, vivo en Canarias y a nivel del mar es siempre un primavera-verano permanente.
Gracias por la visita, un abrazo.
Javier

 

La verdad es que fue algo sorprendente. Todos los fines de semana vamos a la playa y siempre caminamos un rato por ella al lado del mar, pero hasta este último nunca había visto ese espectáculo.... ¡qué curioso!
El placer ha sido mío, Bristy, muchísimas gracias por tan grato comentario.
Que disfrutes de un gran fin de semana, un abrazo.
Javier

 

Gracias por la sugerencia, Marlene, pero discrepo. Para mi no hay dos estaciones diferentes. Las libélulas, que yo sepa, no marcan ningún kigo donde vivo, en Canarias. Siempre se ven algunas sueltas, lo novedoso de este caso fue la cantidad de ellas, .
Ójala fuera un kigo para no verme forzado a ponerlo y poder finalizar de otra manera, por ejemplo....

vuelan libélulas
en la orilla del mar,
pasa un velero
​

... que me hubiera gustado bastante más. Pero ya te digo, no considero que ellas marquen ninguna estación.

Gracias de nuevo, saludos.
Javier

 

La verdad es que había un montón de ellas, Isabel.
Imagínate, marea más bien baja, paseando por la inmensa playa mojándote los pies acompañado de libélulas yendo y viendo, no me había tocado nunca. ¿Estarían de romería por su patrona?
Gracias por volar como una más de ellas en este haiku.
Un abrazo.
Javier

 

Bello momento nos traes, estimado Javier. ¿Qué harán esas libélulas en la orilla del mar y no en la desembocadura del río o del arroyo? Parece como si hubieran elegido la época en que menos gente hay en la playa en su deseo de explorar. Muchas gracias por compartirlo.

Un abrazo.

 

¡Hola!, Cirhian, me alegra tu visita.
Interesante pregunta planteas.... pero aquí, en Fuerteventura, lo tienen complicado puesto que no hay ríos ni arroyos. Solamente corre agua por algún barranco en contadas ocasiones, cuando llueve con algo de fundamento. Supongo que criarán en algún pequeño embalse o en los complejos hoteleros donde hay abundante vegetación y no escasea el agua. Lo que no sé es por qué había tantas por la playa.
Y no te creas, esa escena es del 13 de febrero y, aunque sea invierno, en Canarias es temporada alta de turismo. Ese día había bastante gente, pero como son playas inmensas nunca hay aglomeraciones.
Muchas gracias por tan sugerente comentario, compañero.
Un abrazo.
Javier