Finales felices

Siempre te dije que no habría finales felices,

solo nuestros principios de sueños pasados de noches sin dormir,

apurando el ritmo de los pasos, queriendo dejar de ser aprendices

en el valle de un mundo de tormentas donde siempre llovía al empezar a vivir.


Siempre te dije que te querría siempre y nunca dejamos de ser las raíces

del crecerle a la vida sin más agua ni arena de la que nos supimos prohibir,

a unos palmos bajo el cielo del suelo en el que vives,

porque para soñar contigo me sobra todo de todo lo que me queda de tí.​

 

Hermosa entrega, ha sido un gusto pasar.
Mis saludos más cordiales.